Exhibici¨®n de debilidades

Nada en el nuevo disco de The Drums se parece ya a lo que fueron The Drums. Pero es l¨®gico. The Drums es, desde esa suerte de concentrado de nuevo mundo que fue Abysmal Thoughts, su anterior disco, apenas Jonny Pierce. Como ha ido ocurriendo en otras bandas de la ¨¦poca (y la ¨¦poca es los a?os 10 de este siglo), bandas como The Pains of Being Pure at Heart y Clap Your Hands Say Yeah, que ya no es que lideren Kip Berman y Alec Ounsworth, es que son Kip Berman y Alec Ounsworth, The Drums es hoy un desorientado (¡®Pretty Cloud¡¯), a ratos na¨ªf (¡®I Wanna Go Back¡¯), y por momentos a¨²n algo l¨²cido (¡®Body Chemistry¡¯), Jonny Pierce.

No hay una direcci¨®n clara en Brutalism, de hecho se dir¨ªa que no hay nadie a los mandos y, quiz¨¢ por eso, el ¨¢lbum parece m¨¢s una muestra de las debilidades de Pierce que otra cosa. Hay intentos de singles que jam¨¢s podr¨¢n funcionar (¡®Kiss It Away¡¯), hay confesiones que, por momentos, se vuelven francamente conmovedoras y luego intentan despegar (¡®Nervous¡¯), y arranques de riffs desnudos que intentan traer de vuelta una ¨¦poca (esa en la que las boy bands tambi¨¦n era cosa del indie) que ya es historia (¡®Blip of Joy¡¯).

La sensaci¨®n es la de que todo lo que en Abysmal Thoughts era profundo, y a ratos, triste, intenci¨®n, aqu¨ª es desequilibrio consentido, una especie de desastroso ensimismamiento. Pierce abusa del beat y carga tant¨ªsimo y de tan descontrolada manera cada tema, con una especie de risue?o, y por momentos encantador, desd¨¦n (¡®Loner¡¯ es un buen ejemplo), que el resultado est¨¢ muy lejos de la ingenuidad coordinada del, visto desde ahora, glorioso pasado (a excepci¨®n del menorc¨ªsimo y mareante Encyclopedia). Por otro lado, los amantes de The Drums nunca estar¨¢n tan cerca del verdadero Jonny Pierce. Podr¨ªa decirse que Brutalism es una reuni¨®n de todas sus costuras.