Un inmenso vertedero como espejo del esplendor del C¨¢diz romano

¡°Cuando alguien se quiere enterar de informaci¨®n de otra persona, lo primero es mirar su basura¡±, afirma el arque¨®logo Dar¨ªo Bernal. Pero si esos desechos, apilados en un inmenso vertedero que roz¨® los 30 metros de alto, tienen casi dos milenios de antig¨¹edad se convierten adem¨¢s en un valioso espejo del esplendor econ¨®mico y social de toda una ciudad. Eso justo es lo que cuentan los estratos del testaccio hali¨¦utico, el ¨²ltimo gran hallazgo arqueol¨®gico de C¨¢diz que ha permitido contextualizar la importancia que la capital tuvo durante el Imperio Romano.

De que Gades ¡ªnombre romano de la localidad¡ª era una ciudad importante ya daba buena cuenta su teatro, el m¨¢s antiguo de la Pen¨ªnsula, o su acueducto, de los cinco m¨¢s largos del imperio. Esa importancia la completa ahora la Universidad de C¨¢diz (UCA) con el descubrimiento de este gran vertedero p¨²blico que estuvo activo desde el a?o 50 antes de Cristo durante m¨¢s de un siglo. La escombrera, de la que no se ten¨ªa constancia documental hasta ahora, se esconde en las inmediaciones de la c¨¦ntrica playa de La Caleta, antiguo puerto romano de la ciudad.

El importante hallazgo aguardaba oculto bajo los cimientos de El Olivillo, un edificio levantado en 1942. La UCA inici¨® hace dos a?os y medio las obras de rehabilitaci¨®n del inmueble y le encarg¨® el estudio arqueol¨®gico a Bernal, profesor de la instituci¨®n y experto en el estudio del uso de los recursos marinos en la Antig¨¹edad. Las excavaciones han sacado a la luz restos de cer¨¢mica, osamentas ¡ªprincipalmente de pescado¡ª y vegetales carbonizados que han sido analizados por m¨¢s de 50 investigadores de diez instituciones cient¨ªficas en un estudio transdisciplinar en el que han participado arque¨®logos, ge¨®logos o bi¨®logos.

Los resultados de la investigaci¨®n ¡ªaglutinados en el libro 7 metros de historia de C¨¢diz y una exposici¨®n itinerante del mismo nombre que arranc¨® a primeros del mes de abril¡ª hablan de una extensi¨®n calculada de entre 4.400 y 12.266 metros cuadrados. Su ubicaci¨®n no era casual. Estaba concebido como un vertedero p¨²blico ubicado en las inmediaciones del puerto romano, en Erytheia, una de las islas en las que se asentaba la antigua Gades.

De la escombrera se han excavado los siete metros de estratos que se conservan bajo el edificio, pero Bernal tiene claro que su extensi¨®n y altura fue mucho mayor. ¡°Deb¨ªa tener un di¨¢metro de entre 75 y 125 metros y una altura de unos 30 metros ¡ªcomo un edificio de ocho plantas¡ª. Era un hito en el paisaje que deb¨ªa tener una altura similar al faro que hab¨ªa en la zona¡±, explica el arque¨®logo. El basurero, similar al famoso monte Testaccio de Roma, serv¨ªa para acoger principalmente desechos de las cercanas factor¨ªas de salazones y descartes de los elaborados marinos que entraban y sal¨ªan como mercanc¨ªas de los barcos del puerto.

Una ni?a en una vasija

Si en el monte de la ciudad de Roma abunda la cer¨¢mica con restos de aceite, en el gaditano priman los descartes de pescado, como atunes, sardinas, boquerones e incluso una ballena. De ah¨ª que Bernal haya apellidado al testaccio de C¨¢diz con el adjetivo hali¨¦utico ¡ªde la pesca¡ª. ¡°Han aparecido miles de ¨¢nforas de conservas desechadas¡±, relata el arque¨®logo. Tambi¨¦n ha descubierto huesos de ¨¦quidos y desechos de talleres de producci¨®n de tinte p¨²rpura elaborado con ca?a¨ªllas, unos moluscos de la zona. En el corte estratigr¨¢fico, adem¨¢s, se aprecian capas de ramas de pino quemadas ¡°como medida sanitaria¡±, seg¨²n el investigador.

Pero si hay un hallazgo que ha sorprendido al equipo investigador es el de una cuidada vasija de barro, en cuyo interior se conservan los restos de una ni?a de unos cinco meses. ¡°Probablemente fue enterrada de forma clandestina porque no estaban permitido enterramientos en los vertederos¡±, detalla Bernal. De hecho, en aquel entonces los menores de clases bajas ¡°ni siquiera se enterraban¡±, por lo que la tumba improvisada es para el investigador, ¡°un detalle de humanidad¡±.

El tama?o del basurero y su profusi¨®n de estratos demuestra para Bernal ¡°la importante actividad econ¨®mica del puerto de Gades¡±, en un periodo clave para la B¨¦tica romana. El vertedero mantuvo su actividad durante, al menos, un siglo, que coincide con el final del gobierno de Julio C¨¦sar y buena parte del mandato de Augusto, primer emperador romano. En ese contexto, el nuevo yacimiento se ha convertido en una nueva y destacada prueba de que en C¨¢diz funcion¨® como una de las infraestructuras portuarias ¡°m¨¢s importantes del Mediterr¨¢neo occidental¡±, seg¨²n el arque¨®logo.

Convertida ya en un monte, la escombrera fue visible en el paisaje hasta el siglo XVIII. En dibujos y grabados del momento, se representaba ¡°como tres colinas", explica Bernal. Sin embargo, las obras de amurallado que se realizaron en este siglo arrasaron con ellas. Las reurbanizaciones posteriores de los siglos XIX y XX terminaron por engullir y desdibujar por completo el vertedero. Ahora, bajo lo que ya es el Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, el testaccio hali¨¦utico de C¨¢diz ha reaparecido. En unos meses, ser¨¢ visitable como una cripta arqueol¨®gica que descubrir¨¢ c¨®mo la basura tambi¨¦n es una pieza de museo.