Contra la dictadura de la belleza

Que China est¨¢ pasando a ser el mercado m¨¢s importante para la industria del cine lo demuestra una pel¨ªcula para ni?os aparentemente intrascendente como UglyDolls: extraordinariamente feos. Una producci¨®n financiada por la firma estadounidense STX y por la china Alibaba Pictures (divisi¨®n cinematogr¨¢fica del poderoso grupo de comercio electr¨®nico del mismo nombre), cuyo objeto no es ¨²nicamente la pel¨ªcula en s¨ª, sino que viene acompa?ada de toda una gama de mu?ecos, adem¨¢s de una serie de televisi¨®n, juegos para m¨®viles y un amplio merchandising.

Lo bueno es que el concepto esencial del producto es claramente positivo y que, aunque la animaci¨®n en s¨ª no sea de excesiva calidad, el tratamiento de la historia s¨ª tiene suficientes ideas como para evitar un juicio de producto que despachar como simple m¨¢quina de hacer dinero (a lo que tienen derecho, faltar¨ªa m¨¢s). As¨ª, la esencia del relato es un elogio de la imperfecci¨®n y un meridiano alegato contra la dictadura de la belleza, o de lo que en la actualidad se entiende como arquetipo de esplendor.

Los primeros minutos de relato son bastante malos: los dise?os de los personajes y del pueblo donde habitan los feos son m¨¢s simples que sencillos, y la canci¨®n que la acompa?a ni tiene calidad ni es pegadiza. Sin embargo, ya desde ah¨ª, se apuntan virtudes que, aunque no se completen, son bienvenidas, entre ellas su apuesta por el musical cl¨¢sico (hay un precioso gui?o al Oliver! de Carol Reed), a pesar de que finalmente no cuaje un verdadero concepto ni unidad de conjunto en cada uno de los temas.

Destinada al arco de p¨²blico infantil de menor edad (es dudoso que los cr¨ªos mayores de 9-10 a?os puedan estar demasiado interesados), UglyDolls tiene sus mejores hallazgos en lo relacionado con su concepto tem¨¢tico y de personajes, y en sus subtextos. Que el villano de la historia sea un prototipo, en una pel¨ªcula creada claramente desde los despachos, resulta verdaderamente ir¨®nico, pero lo mejor es que su moraleja no funciona solo como una defensa del diferente, en el sentido del racismo, sino que se despliega fundamentalmente, y esto es m¨¢s raro, como una diatriba contra el clasismo, algo que por desgracia quiz¨¢ est¨¦ mucho m¨¢s extendido en cualquier colegio de hoy.