Ovaci¨®n de gala para ¡°una de las mejores noches¡± de Almod¨®var

Han sido casi 10 minutos. De aplausos, desde luego. Pero tambi¨¦n de cari?o del p¨²blico, y de muchas emociones por parte del equipo que acompa?aba al estreno en la competici¨®n en Cannes de Dolor y gloria, la ¨²ltima pel¨ªcula de Pedro Almod¨®var. Si en la entrada a las 19.30 en la alfombra roja hubo mucho lucimiento y tiempo para los fot¨®grafos ¡ªadem¨¢s de firmas a seguidores que gritaban "Pedro" con la misma contundencia que Pen¨¦lope Cruz la noche del Oscar, un terreno el de los posados en el que triunfaron la reina Pen¨¦lope, siempre impecable, y los rugidos de Antonio Banderas¡ª, al final de la sesi¨®n, hacia las 21.30, las l¨¢grimas marcaron el final de la sesi¨®n de gala.

Como es habitual en Cannes, hubo un gran aplauso al acabar los t¨ªtulos de cr¨¦dito. Como no es habitual en Cannes, la ovaci¨®n arreci¨® y entonces se vieron las l¨¢grimas de Pedro Almod¨®var, Antonio Banderas y Pen¨¦lope Cruz, con todos los espectadores del Gran Teatro Lumi¨¨re, la sala m¨¢s grande del Palacio de Festivales, puestos en pie. Alrededor del tr¨ªo, tambi¨¦n emocionados y nerviosos, Asier Etxeandia, Leonardo Sbaraglia y Nora Navas, que hab¨ªan realizado junto a los mencionados el pase¨ªllo por la alfombra roja. Cerca, el director de fotograf¨ªa Jos¨¦ Luis Alcaine; la montadora Teresa Font; la familia Almod¨®var, liderada por el productor Agust¨ªn Almod¨®var; las hermanas Esther y Lola Garc¨ªa y B¨¢rbara Peir¨® y Javier Giner, de la productora El Deseo; el ministro de Cultura, Jos¨¦ Guirao; la directora del ICAA, Beatriz Navas; y en la fila de delante, separados por el pasillo, Rossy de Palma, Marisa Paredes y Chema Prado, exdirector de la Filmoteca Espa?ola. Por el patio de butacas estaban diseminados el delegado general de Cannes, Thierry Fr¨¦maux; los cineastas Mira Nair y Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, presidente del jurado de esta edici¨®n del certamen franc¨¦s; la actriz Amber Heard, numerosos int¨¦rpretes franceses e incluso John Bailey, presidente de la Academia de Hollywood, y Dawn Hudson, consejera delegada de la instituci¨®n. Entre los aplausos, tiempo para besos y abrazos de los protagonistas de la noche.

Faltaba el final. Con el micr¨®fono en la mano, Almod¨®var agradeci¨® en ingl¨¦s y algunas palabras en franc¨¦s el cari?o recibido con una pel¨ªcula tan profundamente personal. "Es una de las mejores noches de mi vida". Y finalmente Banderas empez¨® a recoger a sus compa?eros. No hubo fiesta, sino cena de equipo. La noche de felicidad y celebraci¨®n ha sido cercenada por los nuevos horarios del festival de Cannes, que por plegarse a Hollywood (que pide las galas antes que los pases de prensa) ha desordenado cierto orden natural y lleva a que hoy s¨¢bado por la ma?ana sea la rueda de prensa de Dolor y gloria.