Bienalsur: 400 artistas para reinventar los mapas culturales desde el fin del mundo
Arranca en Ushuaia el mayor evento art¨ªstico de Argentina, que se extender¨¢ a 20 pa¨ªses
?Es posible revertir las corrientes art¨ªsticas para que fluyan de sur a norte? Con esa idea como motor, ha arrancado la segunda edici¨®n de la Bienal Internacional de Arte Contempor¨¢neo de Am¨¦rica del Sur (Bienalsur) desde la ciudad argentina de Ushuaia, la m¨¢s austral del mundo. A orillas del canal de Beagle y custodiados por las imponentes monta?as nevadas de los Andes, Bienalsur iz¨® el domingo tres banderas en el Aeroclub que ondear¨¢n hasta octubre, cuando culmine este inabarcable evento de arte. Participar¨¢n m¨¢s de 400 artistas en 110 sedes repartidas en 20 pa¨ªses.
La palabra utop¨ªa destaca en la bandera central, realizada por el artista franc¨¦s Christian Boltanski, y a sus costados el g¨¦lido viento de Ushuaia hace serpentear las de la chilena Voluspa Jarpa y la argentina Magdalena Jitrik. "Estamos en el sur del sur y es desde donde partimos nosotros para poder inundar con nuestro pensamiento, nuestra cultura y nuestro arte las corrientes centrales de la cultura contempor¨¢nea", dijo An¨ªbal Jozami, director general de la bienal y rector de la Universidad Nacional Tres de Febrero (Untref), la universidad p¨²blica que la impulsa.
La primera de las inauguraciones, a la que fue invitado EL PA?S, tuvo lugar horas despu¨¦s de la primera nevada del a?o, bajo un cielo encapotado que comenz¨® a abrirse mientras sonaba la Orquesta de Instrumentos Aut¨®ctonos y Nuevas Tecnolog¨ªas de la Untref. El acto estuvo precedido por una ceremonia ritual oficiada por Luc¨ªa Toconas -Kanchay Goyllur, en quechua, estrella que ilumina en castellano-. Originaria de los cerros de Jujuy, en el norte de Argentina, Toconas viaj¨® al lejano sur para invocar a las fuerzas del cosmos, el mar y la tierra. Mientras se izaban las "banderas del fin del mundo", la orquesta interpret¨® una plegaria ancestral.
"Bienalsur es indisciplinada y por eso crea otras cartograf¨ªas, borra fronteras, piensa con artistas entre lo local y lo global. Banderas transnacionales, por fuera de cualquier circuito pol¨ªtico", subray¨® la directora art¨ªstico-acad¨¦mica, Diana Wechsler.
El caos creativo que promueve la bienal incluye di¨¢logos entre norte y sur y tambi¨¦n entre disciplinas y l¨ªneas temporales, como la intervenci¨®n La mirada que construye mundo del artista y bi¨®logo Pablo La Padula en el Museo del Fin del Mundo de Ushuaia, levantado en lo que antes fue el Banco Naci¨®n. "Arm¨¦ varios proyectos y uno era el museo del primer mundo dentro del del fin del mundo porque metaf¨®ricamente la idea de la riqueza abreva hoy en la biodiversidad que el primer mundo ya no tiene", se?al¨® La Padula.
Sin descartar ese proyecto para un futuro cercano, el artista interviene ahora el museo con un collage que va desde los animales fabulosos del escritor y naturalista Plinio el Viejo en el siglo I hasta las creaciones transg¨¦nicas actuales. El rat¨®n con oreja humana nacido de la manipulaci¨®n de genes queda emparentado as¨ª con seres imaginarios como el mant¨ªcora -de cuerpo de le¨®n, patas de ¨¢guila y cabeza humana- o el aplanador que describi¨® Jorge Luis Borges: "Tiene diez veces el tama?o del elefante al que se parece much¨ªsimo. Est¨¢ provisto de una trompa algo corta y de colmillos largos y rectos; la piel es de un color verde p¨¢lido. Las patas son c¨®nicas y muy anchas".
La naturaleza fueguina -dominada por los Andes e inmensos bosques de lengas, ?ires y coihues adaptados a fuertes vientos y bajas temperaturas- sobrecoge al visitante. Consciente de la "potencia visual del paisaje, Bienalsur pens¨® c¨®mo dialogar con ese entorno e interpelarlo", se?al¨® Wechsler. As¨ª naci¨® Paisajes entre Paisajes, la muestra expuesta en el Museo Fueguino de Arte de R¨ªo Grande que fue inaugurada el lunes. Artistas de Brasil, Polonia, Argentina y Uruguay cuestionan en v¨ªdeos la interacci¨®n entre seres humanos y medio ambiente desde distintos ¨¢ngulos: Berna Reale canta bajo la lluvia en una alfombra roja tendida sobre un inmenso basural, Angelica Markul pone al espectador frente al cambio clim¨¢tico con la muerte de los glaciares y Gabriela Golder muestra una tierra quemada en la que el silencio s¨®lo es roto por el canto de p¨¢jaros.
A su lado, las fotos tomadas por Gustavo Groh revelan la presencia fantasmal en el paisaje local de los deshechos de una guerra que no fue, la que estuvieron a punto de librar Argentina y Chile en 1978 por la soberan¨ªa de tres islas del canal de Beagle. Trincheras, campos minados, bater¨ªas antiminas y municiones quedaron abandonados en ambos pa¨ªses despu¨¦s de que una mediaci¨®n papal desactivase la tensi¨®n b¨¦lica. Con una c¨¢mara estenopeica Groh inmortaliz¨® esas huellas hasta 2015, que ahora expone en la conmovedora muestra El agua que apag¨® el fuego. "La fotograf¨ªa constituye en este caso un soporte para evitar el olvido", escribi¨® la docente Mar¨ªa Teresa Luiz en el cat¨¢logo de la muestra.
El artista Esteban ?lvarez presenta un proyecto interactivo para que cada argentino se lleve sus Malvinas, islas bajo dominio brit¨¢nico reclamadas por Argentina y por las que se desencaden¨® una guerra entre ambos pa¨ªses en 1982. En Dos, tres, muchas, invita a producir copias con grafito de un mapa de Malvinas grabado sobre una mesa. "Es un territorio que nos pertenece pero que nos es extra?o porque fue ocupado hace muchos a?os", afirma ?lvarez. La obra, presente por duplicado en el espacio Pensar Malvinas de Ushuaia y en el museo de arte de R¨ªo Grande permite, seg¨²n el artista, "genera copias que son en un punto id¨¦nticas y en otro siempre distintas, como la memoria de las personas, que nadie recuerda lo mismo de la misma manera".
Bienalsur se desplazar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas hacia el norte, con nuevas inauguraciones el 25 de mayo en Tucum¨¢n. En su sahumada ritual, Toconas pidi¨® permiso a "los sagrados cerros de los Andes, protectores de los c¨®ndores y a los huesos y la sangre de los haus, los yaganes y los shelters que ya no est¨¢n en suelo fueguino" para permitir el encuentro de las diferentes culturas. El desaf¨ªo sobrevolar¨¢ toda la bienal.
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