Siri Hustvedt, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019
El jurado considera que la obra de la escritora estadounidense "incide en algunos de los aspectos que dibujan un presente convulso y desconcertante, desde una perspectiva de ra¨ªz feminista"
La escritora estadounidense Siri Hustvedt (Northfield, Minnesota, 1955) ha ganado el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019.?El acta, que ha sido le¨ªda este mediod¨ªa en Oviedo por el presidente del jurado y director de la Real Academia Espa?ola, Santiago Mu?oz Machado, ha destacado que la obra de Hustvedt es "una de las m¨¢s ambiciosas del panorama actual de las letras" e "incide en algunos de los aspectos que dibujan un presente convulso y desconcertante, desde una perspectiva de ra¨ªz feminista". Tanto desde la ficci¨®n como desde el ensayo, Hustvedt aborda los temas "como una intelectual preocupada por las cuestiones fundamentales de la ¨¦tica contempor¨¢nea", ha valorado el jurado.?Autores como Fred Vargas, Adam Zagajewski, Richard Ford, Leonardo Padura o John Banville han recibido el galard¨®n en las ¨²ltimas ediciones.?
Hustvedt ha tenido que luchar casi los 64 a?os que cuenta contra dos t¨®picos que le molestan especialmente: ser definida como ¡°la esposa de...¡± por estar casada con el reputado escritor Paul Auster (que tambi¨¦n recibi¨® este premio en 2006), y la de que las mujeres no est¨¢n especialmente dotadas para el pensamiento en general y la ciencia en particular. Ante ambos t¨®picos ha salido victoriosa la flamante premio Princesa de Asturias de las Letras.?
Quiz¨¢ sin saberlo, ha luchado desde sus inicios contra ello. Hija de emigrantes de origen noruego, licenciada en Historia con poco m¨¢s de 20 a?os, cambi¨® los pasajes rurales de su Minnesota natal por la culturalmente bulliciosa Nueva York de los a?os setenta. En el bagaje, lecturas existencialistas de Kierkegaard y psicoanal¨ªticas de Freud con apenas 16 a?os y una cada vez m¨¢s voraz pasi¨®n por la neurociencia y el psicoan¨¢lisis, al que se somete dos veces por semana. ¡°Funciona como el arte, tiene que ver con crear: lo que se crea, b¨¢sicamente a partir del di¨¢logo, es la persona que se psicoanaliza¡±, lo ha definido en m¨¢s de una ocasi¨®n.
El resto lo ha forjado gracias a dedicar disciplinadamente, a¨²n hoy, cuatro horas diarias a la lectura de ensayos, lo que en buena parte explique que sea autora hasta la fecha de una obra casi tan extensa en no ficci¨®n (con seis t¨ªtulos), como en ficci¨®n (siete novelas). ¡°Para m¨ª son verdaderos vasos comunicantes¡±, dice a quien la cr¨ªtica ha definido m¨¢s de una vez como una ¡°novelista de ideas¡±, etiqueta que ella misma admite con agrado.
Feminismo, arte y ciencia son las tres probetas con las que ha ido conformando su obra, que arranc¨® en 1992 con la elogiada novela Los ojos vendados y que ha marcado el tono literario de esta admiradora de Dickens (a cuyo an¨¢lisis dedic¨® su tesis doctoral), en novelas que suelen ir y venir en sus hilos argumentales, que pueden armarse y desarmarse, mecidas por los vaivenes de la memoria de sus personajes, como puede comprobarse tambi¨¦n en Recuerdos del futuro, el ¨²ltimo t¨ªtulo publicado hasta la fecha y editado hace apenas tres meses en Espa?a (Seix Barral / Edicions 62, en catal¨¢n).
Muchos de los personajes que protagonizan sus novelas, como Todo cuanto am¨¦ (2003), El verano sin hombres (2011) o Un mundo deslumbrante (2014), dejan entrever claramente las tesis de esta mujer enjuta, alta, que usa la iron¨ªa para encajar, siempre con una sonrisa muy suya, ¡°ser la esposa de escritor famoso que ven siempre como el responsable de la educaci¨®n de su mujer¡±, como ella misma lo define.
Fina analista de la trastienda comunicativa del arte (como demuestra en Los misterios del rect¨¢ngulo, 2005), no es menos elegante al abordar su clara militancia feminista. Quiz¨¢ la mejor fusi¨®n de sus intereses est¨¦, hoy por hoy, en el ¨²ltimo de sus ensayos, La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres (2016), que acoge algunas de sus mejores reflexiones publicadas entre 2011 y 2015. Una de las conclusiones que se extraen de su lectura puede ser, como defiende ella misma, que ¡°todos somos un poco hombres y un poco mujeres¡±, algo que queda reflejado, dice, en la falsamente muy masculina elogiada obra de Karl Ove Knausgard.
Defiende su feminismo con una gran fuerza, la que proviene de la pura convicci¨®n: ¡°Como mujeres debemos ejercer el poder y la autoridad sin esperar el permiso de los hombres para hacerlo¡±, sostiene quien recauda dinero para organizar la ¡°resistencia¡± contra el presidente Trump, alguien que ¡°en la guerra civil contra las ideas que tiene lugar en Estados Unidos dispara racismo y misoginia; en realidad, su elecci¨®n fue fruto del miedo de los hombres a las mujeres; temen perder autonom¨ªa¡±. Una princesa, pues, muy de los tiempos.
Babelia
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