¡°Cada vez parece m¨¢s dif¨ªcil subir de una clase social a otra¡±
Bong Joon-ho, el director asi¨¢tico que estalla los g¨¦neros, corona con la Palma de Oro en Cannes su escalada en la cinematograf¨ªa mundial
Con el tiempo, el coreano Bong Joon-ho (Daegu, 49 a?os) ha ido escalando posiciones en la cinematograf¨ªa mundial. ¡°Y agradezco al festival de San Sebasti¨¢n el apoyo en mis primeros pasos¡±, contaba a EL PA?S este viernes. All¨ª se proyect¨® su primera pel¨ªcula, Perro ladrador, poco mordedor (2000), y empez¨® la relaci¨®n de amor entre Bong y toda una generaci¨®n de cineastas espa?oles, fans de su estilo. ¡°A m¨ª me sale as¨ª¡±, confiesa. Se refiere a c¨®mo encara sus historias, siempre enclaustradas en un g¨¦nero, hasta que a mitad estallan para entrar en otros vericuetos. ¡°No soy consciente al escribir, aunque es obvio que acabadas las pel¨ªculas se nota mi manera de trabajar¡±, asegura.
Bong ha vuelto con Parasite, escogida por el jurado que presid¨ªa Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu para la Palma de Oro de la 72? edici¨®n de Cannes, a rodar en su idioma materno. ¡°No significa que a priori la historia sea m¨¢s cercana a m¨ª, pero me gustaba la idea de que se desarrollara en un paisaje que conozco, el urbano coreano¡±, cuenta. Sus dos anteriores filmes fueron Snowpiercer, con plantel hollywoodiense, y Okja, una f¨¢bula ecol¨®gica futurista en la que se escuchaban distintas lenguas. Fue, por cierto, la ¨²ltima pel¨ªcula de Netflix que se proyect¨® en el certamen, antes del enfrentamiento entre la plataforma digital y la asociaci¨®n francesa de due?os de salas de cine. ¡°Yo solo quiero que mis pel¨ªculas se vean cuanto m¨¢s, mejor. A ser posible, en pantalla grande¡±.
En Parasite, su s¨¦ptimo largo, Bong cuenta la relaci¨®n entre una familia pobre y otra de clase alta, una tragicomedia, seg¨²n sus palabras. ¡°Siempre pensamos que un par¨¢sito es un bicho o algo as¨ª, y que para contar esa historia necesitas efectos digitales. No, en la sociedad actual hay muchos casos de relaciones simbi¨®ticas como la de las familias que muestro, y que al no funcionar devienen en parasitarias¡±, reafirma. Bong ha desarrollado mensajes que ya se escond¨ªan en sus trabajos precedentes, como la necesidad de apoyo al colectivo y avisos sobre las maldades del capitalismo. O sobre c¨®mo a veces las familias no son tanto las de sangre como las que uno construye: ¡°Ya lo contaba en The Host, y he querido a lo largo de estos a?os desarrollar este tema. En cuanto al capitalismo¡ no hace falta nada m¨¢s que mirar los peri¨®dicos. Alguien podr¨ªa pensar que el humor negro est¨¢ exagerado en Parasite. Puede, pero tiene conexiones con lo que pasa en la vida real. Lo doloroso es que no conocemos una alternativa al capitalismo y que cada vez parece m¨¢s dif¨ªcil subir de una clase social a otra¡±.
?Y los cineastas son tambi¨¦n par¨¢sitos? ¡°Todo creador va buscando historias a su alrededor¡ como los periodistas, ?no?¡±, r¨ªe. ¡°Digamos que dentro de todo ser humano se esconde un posible par¨¢sito, y lo que hay que saber es controlarlo¡±.
Nieto de una famosa novelista, hijo de un dise?ador gr¨¢fico, Bong solo ha so?ado con hacer cine. Realiz¨® el habitual recorrido de escuela de cine, cortos premiados y trabajo como meritorio para otros directores antes de saltar al largo. Se consolid¨® con su segundo filme, Memories Of Murder. Con su descripci¨®n de la investigaci¨®n de dos periodistas de un caso real de asesinatos obtuvo el premio a la mejor direcci¨®n en San Sebasti¨¢n y un eco mundial. ¡°Me gusta mi relaci¨®n con Espa?a, y respeto mucho a los cineastas espa?oles¡±, cuenta. Su trabajo ha influido a directores como Paco Plaza, Alberto Rodr¨ªguez, David Trueba, Carlos Vermut o Rodrigo Cort¨¦s. Y sobre el futuro, Bong se define como ¡°extra?ado y triste¡±. ¡°Mi pa¨ªs no va bien. Como el resto del mundo. Hay un ambiente pesimista, tendremos que espabilar¡±, remata. Puede que la Palma de Oro le anime.
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