Steve Forbert, gran artesano de canciones, visita por primera vez Espa?a
Despu¨¦s de 40 a?os de carrera, el m¨²sico estadounidense, admirado por muchos colegas de profesi¨®n, toca hoy en el Americana Music Madrid
No todos est¨¢n llamados a alcanzar la gloria, pero tampoco no todos conocen el secreto para componer regularmente canciones con una eficacia emotiva a prueba de bombas. Tal vez Steve Forbert (Meridian, EE UU, 1954) podr¨ªa haber sido un m¨²sico que jugase en ligas m¨¢s grandes, pero el destino no siempre es justo. ¡°No me preocupa la fama. Hago canciones y discos de los que me siento orgulloso. Vivo de un oficio que no me ha dejado de gustar. Me siento afortunado¡±, reconoce al otro lado del tel¨¦fono desde Estados Unidos.
Certero y humilde, Forbert visita por primera vez Espa?a actuando esta noche en Madrid dentro del festival Americana Music Madrid, primera parada de una gira que le llevar¨¢ tambi¨¦n por Barcelona, Zaragoza y San Sebasti¨¢n. ¡°No s¨¦ por qu¨¦ nunca antes vine a Espa?a. Son cosas que a las que nunca tienes una respuesta para ellas, pero ahora estoy muy contento de ir y tocar¡±, se?ala. El cantante se ha hecho esperar en Espa?a despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas al pie del ca?¨®n con su folk candoroso, asentado en las ra¨ªces del country y blues, aunque sus or¨ªgenes vienen del fervor del Nueva York de mediados de los setenta, cuando el punk eclosion¨®.
¡°Voy a llevar unas cuantas copias de mis memorias a Espa?a y, aunque est¨¢n en ingl¨¦s, en ellas escribo todo lo que fueron mis comienzos en Nueva York¡±, avisa a modo de cu?a promocional. ¡°En el libro dedic¨® mucho espacio a explicar lo que signific¨® para m¨ª vivir en Greenwich Village entre 1976 y 1978. Toqu¨¦ en un par de clubes de folk, pero lo que pas¨® es que en el CBGB¡¯s ten¨ªas micr¨®fonos abiertos y ten¨ªas una audiencia deseando conocer nuevas propuestas. Yo solo tuve que llegar con mi guitarra y enchufarla¡±. Solo con su guitarra, en solitario, es como se le podr¨¢ ver estos d¨ªas en su gira espa?ola, aunque, seg¨²n apunta, espera volver a Espa?a en 2020 con banda, donde incluye guitarra ac¨²stica y mandolina, dos de los instrumentos m¨¢s caracter¨ªsticos de su amplia discograf¨ªa de casi 20 ¨¢lbumes en estudio.
Sus dos primeros discos, Alive on Arrival y Jackrabbit Slim, surgieron en mitad de esa efervescencia neoyorquina. Dos obras magn¨ªficas -aunque el segundo se termin¨® grabando en Nashville- de folk urbanita, bebiendo del legado de Bob Dylan pero tambi¨¦n desplegando un ropaje inquieto propio de la nueva ola setentera. ¡°Dylan fue el mayor explorador del Greenwich Village, por supuesto. Era una referencia para todos los que quer¨ªamos defender nuestra m¨²sica con una guitarra. Sin embargo, a mediados de los setenta, hab¨ªa una actividad fascinante en el Lower East de Nueva York. Vi a los Ramones cuando empezaron y firmaron su primer contrato discogr¨¢fico. Tambi¨¦n recuerdo el impacto de ver a Blondie. Lo llamaron generaci¨®n vac¨ªa, pero era una generaci¨®n fascinada en la creaci¨®n. Grandes creadores como Talking Heads, Heartbreakers o Television. Compon¨ªan canciones de una gran inteligencia. No creo que el t¨¦rmino vac¨ªo fuera el adecuado¡±, cuenta.
Cargado con la etiqueta del nuevo Dylan, que tanto afe¨® tambi¨¦n a otros compa?eros de generaci¨®n talentosos como Elliot Murphy, Forbert dice que Nueva York, siempre tan ca¨®tica, siempre tan bendita, fue su escuela. ¡°Nueva York era un lugar lleno de posibilidades entonces. Era como California pero sin tanta moralidad. Era la new wave y ten¨ªa algo de revolucionario tambi¨¦n¡±.
En los ochenta, decidi¨® irse a Nashville tras romper con su compa?¨ªa y para probar nuevos planteamientos en su m¨²sica. ¡°Dejar Nueva York por Nashville no fue una mala decisi¨®n. Aprend¨ª los rudimentos de la composici¨®n americana desde otra ¨®ptica¡±, confiesa. Se pone a citar nombres como Rosanne Cash, Nanci Griffith, Steve Earle, Mary Chapin Carpenter¡ ¡°La lista podr¨ªa seguir y seguir. Nashville est¨¢ llena de gente con talento¡±.
Forbert charla con una educaci¨®n exquisita y un tono relajado, usando un lenguaje conciso de ideas claras, como si su conversaci¨®n sirviera tambi¨¦n para ilustrar sus composiciones bien cosidas, como las que se recogen en otros bellos discos como Streets of This Town, publicado en 1988, o Mission of the Crossroad Palms, de 1995. Reconoce que uno de sus discos m¨¢s especiales es un tributo a Jimmie Rodgers, pionero del bluegrass norteamericano que naci¨® en Meridian, la misma localidad ubicada en Mississippi de la que proviene ¨¦l. Forbert le rescat¨® para audiencias m¨¢s j¨®venes con su particular voz sedosa y su estilo pulcro. ¡°Es extremadamente importante. Es el padre de la m¨²sica country. Pero adem¨¢s naci¨® en la misma localidad que yo. Es muy especial para m¨ª. O¨ª muchas cosas de ¨¦l durante muchos a?os. Y durante d¨¦cadas fue un nombre asociado al mejor country. Era primitivo, pero si prestas atenci¨®n muchas canciones tienen elementos muy potentes. Era un genio¡±.
Artesano de canciones, Forbert, quien super¨® hace unos a?os un c¨¢ncer, no ha dejado nunca de sacar albumes competentes, de un estilo muy personal, sin grandes aspavientos, pero gan¨¢ndose el respeto de los suyos, tanto de veteranos como Bruce Springsteen o Willie Nelson hasta m¨¢s j¨®venes como Ben Harper, quien colabor¨® en Over With You. ¡°Harper result¨® ser un tipo encantador. Apareci¨® por el estudio, estuvo cuatro d¨ªas escuchando mucho y tocando muy bien la guitarra pedal steel en varias canciones y se march¨®. A veces, no se trata m¨¢s que de eso¡±.
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