¡°Los caf¨¦s ¡®hipsters¡¯ no son los culpables de que tengamos que dejar nuestros barrios¡±
Fredrik Gertten retrata en el documental ¡®Push¡¯ al monstruo invisible que est¨¢ arrebatando las casas a los ciudadanos. Son nuestros nuevos caseros: los fondos buitre
¡°En Estados Unidos hay una expresi¨®n muy curiosa: just green enough (suficientemente verde). La usan los vecinos cuando no quieren un nuevo parque o un carril bici en su barrio. Saben que lo siguiente en llegar son los estudios de yoga y luego los bancos a quedarse con sus casas. ?Es normal que deseemos que nuestro barrio no mejore?¡±, comenta el director de cine Fredrik Gertten (Malm?, 1956).
Su documental Push, proyectado en festivales como CPH:DOX de Copenhague y DocsBarcelona y que puede verse en Filmin, se encarga de que muchos espectadores de todo el mundo se pregunten qu¨¦ est¨¢ pasando realmente con la vivienda. Y lo que est¨¢ pasando no tiene forma de cupcake.
Imprescindible ver el documental Push. En @Filmin . Cuenta un fen¨®meno que est¨¢ transformando las ciudades de todo el mundo: Se especula criminalmente con las viviendas de rentas bajas, arrebatando a las personas un derecho universal. La vivienda es ahora un bien especulativo.
— Antonio de la torre (@atorrem) June 2, 2019
Aunque ya hab¨ªa abordado en Bicis contra coches (2015) c¨®mo el crecimiento de las ciudades se dise?a para el beneficio de los lobbies inmobiliarios y financieros, Gertten sent¨ªa que hab¨ªa algo que se escapaba a su entendimiento. En Push decidi¨® seguir los pasos de Leilani Farha, relatora especial de la ONU que recorre el mundo investigando si en los distintos pa¨ªses se cumple con el derecho a la vivienda.
La pel¨ªcula muestra a un vecino de Harlem (Nueva York) cuyo alquiler ha pasado a valer el 90% de sus ingresos y a Ahmed y su familia, los ¨²ltimos supervivientes de un edificio de Barcelona que ha quedado casi vac¨ªo. Cuando intenta mostrar las preocupantes conclusiones de su investigaci¨®n antes los miembros de la ONU, Farha apenas es escuchada.
¡°Culpar a los caf¨¦s hipsters de que tengamos que abandonar nuestros barrios es un an¨¢lisis rid¨ªculo. Son los fondos buitre, con ayuda de los pol¨ªticos que est¨¢n en el poder, los que nos est¨¢n robando nuestras casas. De hecho, aunque ocupan las zonas caras de las ciudades, sus presas favoritas est¨¢n en el sector m¨¢s precario de la sociedad. Les interesa especialmente arrebatar pisos devaluados¡±, defiende el cineasta sueco durante la presentaci¨®n de su pel¨ªcula en Copenhague.
La realidad espa?ola le da la raz¨®n. El Tribunal de Cuentas conden¨® en 2018 a Ana Botella y a otros siete excargos pol¨ªticos de Madrid a pagar 26 millones de euros por malvender pisos p¨²blicos a fondos buitre. Isabel y Dolores, dos v¨ªctimas de este desahucio orquestado, mostraban las consecuencias a las que se enfrentaban tras quedarse sin hogar en el documental La grieta.
Uno de los objetivos de Push es dar forma a la amenaza invisible del socio de Ana Botella y el nombre propio que Farha pronuncia en todos sus discursos de denuncia. Se trata del grupo Blackstone, fondo de inversi¨®n que este mismo lunes firmaba la mayor compra inmobiliaria de la historia. Ha desembolsado 16.725 millones de euros por almacenes industriales. Su poder econ¨®mico es muy superior al de las naciones m¨¢s potentes del mundo.
¡°Antes de la crisis financiera, Blackstone no pose¨ªa ni un solo apartamento. No empez¨® en este negocio hasta 2011 y ahora, ocho a?os despu¨¦s, es el m¨¢s grande del planeta¡±, apunta el director.
Este fondo buitre es, en definitiva, el mayor casero de Espa?a. Y de muchos otros pa¨ªses. ¡°Tiene formas de actuar a las que no estamos acostumbrados. Es un producto financiero, no un ser humano, que tiene f¨¢cil acceso al capital. Por eso puede reaccionar de forma tan r¨¢pida y causar tantos estragos. Los pol¨ªticos no han entendido c¨®mo funciona, y les cuesta hacerle frente incluso cuando tienen la voluntad de hacerlo¡±, explica el director del documental.
Entre esos ediles que han intentado ponerle freno a este monstruo virtual est¨¢n Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y su hom¨®logo de Berl¨ªn, Michael M¨¹ller. Adem¨¢s de encontrarse con la portavoz de la ONU Leilani Farha, buscan soluciones conjuntas.
Colau impuso multas relativamente millonarias a estos fondos por poseer pisos vac¨ªos (En el centro de Par¨ªs son m¨¢s del 25% las viviendas deshabitadas). Pero 2,8 millones de euros es calderilla para entidades que acumulan cientos de miles de millones de euros en propiedades.
El problema que plantea Push es todav¨ªa m¨¢s grave: si los ciudadanos pueden perder sus casas a manos de estos fondos que acumulan m¨¢s poder que los Estados, a pesar de que la Constituci¨®n les garantiza una vivienda digna, ?qu¨¦ sentido tiene la democracia? ¡°Esa es una de las grandes luchas de Leilani. Esperemos que alguien la escuche¡±, responde Gertten.
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