Dean Koontz ha vuelto y ahora lucha contra el heteropatriarcado
?Acaso se hab¨ªa ido el m¨¢ximo competidor de Stephen King a alguna parte? No, pero su giro hacia lo detectivesco, con una mujer a la cabeza, no hab¨ªa aterrizado en nuestro pa¨ªs hasta ahora
Les presento a Jane Hawk. Es agente del FBI. No le gustan los relojes porque no puede evitar o¨ªr el tic tac. Sabe que es cosa de su imaginaci¨®n, pero para Jane el tic tac de cualquier reloj es ensordecedor. Al menos, lo es desde que ocurri¨® lo que ocurri¨®. Aunque est¨¦ de permiso, a Jane le gusta llevar encima su pistola. Su pistola es una Heckler & Koch Combat Competition Mark 23. Antes ten¨ªa un marido, Nick, pero muri¨®. Eso fue lo que ocurri¨®. Se suicid¨®. Un d¨ªa era un hombre feliz, al d¨ªa siguiente le solt¨® que no pod¨ªa soportar estar vivo. Lo dej¨® escrito en una nota.
Desde entonces, Hawk ha estado investigando. Se ha recorrido Estados Unidos entrevistando a familiares de suicidas que fueron felices hasta que algo se cruz¨® en su vida. Porque Hawk est¨¢ convencida de que hubo algo. Que es una pandemia controlada. Una especie de nueva Guerra Fr¨ªa. Es por eso que Jane se comporta como una fugitiva pese a ser una agente del FBI. Jane tambi¨¦n es la manera en que Dean Koontz ha vuelto para intentar arrebatarle el trono a Stephen King, esta vez, a trav¨¦s del noir, el g¨¦nero al que King vive entregado desde que cre¨® a Bill Hodges y Holly Gibney.
Publicada originalmente en 2017 ¨C tres a?os despu¨¦s de que King lanzase Mr. Mercedes ¨C, La red oscura (reci¨¦n aterrizada en espa?ol v¨ªa RBA) es la primera de ya nada menos que cinco entregas ¨C tres de ellas publicadas en 2018, y la ¨²ltima, este mismo a?o ¨C de la serie con la que el de Pensilvania trata de no perder el fuelle y situarse a escasos metros, siempre pis¨¢ndole los talones, del Rey del Terror, ahora reconvertido ¨C quiz¨¢ solo por un tiempo ¨C en Rey del Noir Sobrenatural. S¨ª, contra aquello que lucha Jane Hawk es tambi¨¦n algo sobrenatural, y que va volvi¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s malvado a medida que la trama ¨C y la serie ¨C avanza.
Podr¨ªa decirse que a sus 73 a?os Koontz sigue en plena forma. Porque lo est¨¢. El Rey del Suspense no ha perdido un ¨¢pice de gusto por las persecuciones, el Mal como bomba que hace estallar el mundo aparentemente amable (y casi siempre, simple) de sus protagonistas, y, sobre todo, la conspiraci¨®n, porque s¨ª, Koontz ha sido amante desde el principio de la idea de que alguien miente, y esa mentira solo quiere destruirnos. La red oscura est¨¢ la altura de cl¨¢sicos de su bibliograf¨ªa como Luna de invierno y Fantasmas ¨C su versi¨®n, rocambolescamente salvaje, de It ¨C, porque sigue jugando Koontz con los ingredientes de siempre, solo que esta vez les da un hilo conductor: Jane.
?Pero cree Koontz estar escribiendo noirs? No, por m¨¢s que haya una agente del FBI al frente y un caso que investigar. ?Por qu¨¦? Porque ¨¦l no cree que haya escrito jam¨¢s en un solo g¨¦nero. ¡°Se ha dicho por ah¨ª que yo he inventado la novela h¨ªbrida, pero no es cierto. Yo escribo ficci¨®n mainstream a la que incorporo elementos de varios g¨¦neros. Solo hago lo que todos los escritores hac¨ªan antes de que apareciera el libro de bolsillo y los editores se volviesen locos colg¨¢ndonos etiquetas con fines mercadot¨¦cnicos. A veces olvidamos que Mark Twain escribi¨® una novela de viajes en el tiempo¡±, le contest¨® hace no demasiado a un periodista de The New York Times.
Bajo ese pelo de paje que nunca cambia, Dean Koontz se ha mostrado muy perspicaz a la hora de captar las mutaciones del terror en cada momento hist¨®rico Antonio Lozano, editor
El escritor, que preferir¨ªa ser fontanero a ser escritor si tuviese que escribir el mismo g¨¦nero todo el tiempo, ha coqueteado hasta con la novela rom¨¢ntica ¨C siempre de suspense ¨C en El marido, y es autor de sagas m¨¢s o menos fant¨¢sticas protagonizadas por un tipo llamado Odd Thomas ¨C bastar¨¢ un vistazo a la secci¨®n de Preguntas Frecuentes de su p¨¢gina web para acabar de ponerse al d¨ªa en su vasta colecci¨®n ¨C que luego se han convertido en mangas. Eso s¨ª, dice que lo aprendi¨® todo sobre el Mal en los Cuentos Completos de Flannery O'Connor, el libro que, cree, todo estadounidense deber¨ªa leer. Sus lecturas son de hecho, tan vastas como su producci¨®n: ¡°Durante mucho tiempo le¨ª alrededor de 150 libros al a?o¡±.
Se dir¨ªa, pues, que nadie se adapta como ¨¦l a un sistema cambiante. "Bajo ese pelo de paje que nunca cambia, Dean Koontz se ha mostrado muy perspicaz a la hora de captar las mutaciones del terror en cada momento hist¨®rico, es decir, la capacidad del ser humano por actualizar las formas de control y sometimiento del otro. Con la serie de Jane Hawk pone en circulaci¨®n las fuerzas m¨¢s siniestras del neocapitalismo, la alianza entre corporaciones y gobiernos para modelar al individuo, y se pregunta c¨®mo escapar a la asfixiante vigilancia tecnol¨®gica. Y en tiempos del #MeToo y Time's Up, qu¨¦ gozada tener a una hero¨ªna rebosante de m¨²sculo y astucia que va neutralizando cuantos obst¨¢culos masculinos (modelos patriarcales) salen a su encuentro", dice su editor en espa?ol, Antonio Lozano, de RBA.
Hoy, Koontz, que tuvo una infancia horrible ¨C su padre abus¨® de ¨¦l durante a?os ¨C en la que no hizo otra cosa que refugiarse en la biblioteca ¨C ten¨ªa tanta confianza con los bibliotecarios que pudo pasar a la secci¨®n de adultos siendo a¨²n un ni?o, aburrido como estaba de los libros de ni?os ¨C, vive con su mujer, Gerda, en la costa californiana, y a¨²n de vez en cuando tiene que desmentir haber escrito ciertas novelas. Al parecer, entre los 60 y los 70 hubo alguien firmando con su nombre novelas er¨®ticas. ?l, asegura, solo ha usado 10 seud¨®nimos en su vida, incluido el nombre de su perra, Trixie, bajo el que escribi¨® dos libros. Su vida tiende al absurdo, dice. Por eso, si alguna vez alguien piensa en escribir, o protagonizar, su biograf¨ªa, espera que sea alguien como Steve Martin.
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