No es feria para libros de arte
De repente, se hizo el milagro: Eva Lootz, Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas, firmaba su ¨²ltima publicaci¨®n
Hay una mujer joven que vive estas semanas en el Retiro. Va a pasar all¨ª 17 d¨ªas, los que dura la Feria del Libro, con sus 17 noches y es posible que alguno m¨¢s de montaje y desmontaje. Se la puede ver en las casetas, acompa?ando a alg¨²n visitante, en el Paseo de Coches o, incluso, en alguna entrada del parque. Lleva una camiseta con La gran ola de Hokusai, podr¨ªa gustarle el arte, alucinar con los ukiyo-e (estampas japonesas), o simplemente la lleva como quien lleva un retrato de Frida Kahlo o el emoticono basado en El grito de Munch, im¨¢genes sobreutilizadas objeto de la cultura de masas.
?Estar¨¢ la joven interesada en libros de arte?, ?qu¨¦ le ofrece la feria al respecto? De un primer vistazo, no mucho. La novela, el ensayo y los espacios dedicados a publicaciones infantiles o juveniles son mayor¨ªa. ?Ah! y el noveno arte, los c¨®mics y las novelas ilustradas cada vez conquistan m¨¢s espacio y a m¨¢s lectores o, m¨¢s bien, compradores. Lo de la lectura ya se ver¨¢, que es un g¨¦nero que queda muy vistoso en las estanter¨ªas y es muy apto para esa pulsi¨®n de acumular libros que luego no se van a leer, lo que los japoneses llaman tsundoku.
Y las artes pl¨¢sticas, ?d¨®nde quedan? Cualquier paseante que entre a la feria por el extremo de la calle de O¡¯Donnell se puede ilusionar al ser recibido, adem¨¢s de por la joven de la camiseta, por una serie de fotograf¨ªas del pa¨ªs invitado esta 78? edici¨®n, Rep¨²blica Dominicana: el museo de las Casas Reales, en Santo Domingo; lo que queda de la iglesia y el monasterio de San Francisco; la catedral m¨¢s antigua de Am¨¦rica, finalizada alrededor de 1540; el alc¨¢zar de Col¨®n¡ Y aunque el dicho popular sea: ¡°Una imagen vale m¨¢s que mil palabras¡±, esta es una feria de palabras y faltan en cuanto al patrimonio art¨ªstico dominicano se refiere. Una l¨¢stima.
Oportunidad perdida que no palian dos ?soldados? romanos de dudoso rigor en cuanto a su atuendo y que intentan dar el pego como si estuvieran en los alrededores del Coliseo, pero solo est¨¢n en las inmediaciones de la caseta de la Librer¨ªa ?urea. Cl¨¢sicos de Grecia y Roma. ¡°?Tiene algo espec¨ªfico del Coliseo?¡±, pregunta una clienta. ¡°Solo un recortable para ni?os¡±, responden desde la caseta. Otro chasco. Si bien, Esther Fern¨¢ndez, la due?a, se justifica diciendo que los temas que m¨¢s le piden ¡ª¡°en feria, en tienda es diferente¡±¡ª son mitolog¨ªa y vida cotidiana.
¡°?Tiene algo de modernismo catal¨¢n?¡±, pregunta Juan Alberto, de Sabadell (Barcelona), afincado en Madrid desde hace 30 a?os, en la caseta de la Universidad de Barcelona. Otro bluf. Nada. Le interesa el tema pero confiesa que no ha buscado muy a fondo. Y eso es lo que hay que hacer si se quiere comprar alguna publicaci¨®n espec¨ªfica sobre arte: preparar la visita como si se fuera a un museo. Rastrear por Internet qu¨¦ librer¨ªa o editorial puede tener lo que se busca y rezar a cualquiera de los dioses representados a lo largo de la historia del arte (incluido Al¨¢, si se quiere, aunque no se le represente) para encontrarlo y no siempre es seguro.
Y entre rezos, una voz que llega del cielo anuncia las firmas de la tarde: Almudena Grandes, Luis Garc¨ªa Montero, Elvira Lindo, Antonio Mu?oz Molina, Christian G¨¢lvez, Almudena Cid (el arte de conciliar, eso s¨ª que es un arte; o ?la pareja que firma unida permanece unida?), Manuel Yabois (?por qu¨¦ pronuncia la jota de Jabois como si fuera una i griega?)... Y, ?milagro!: Eva Lootz, como un ¨¢ngel rubio con ojos claros en La F¨¢brica. Firma Tener el az¨²car bajo llave, una recopilaci¨®n de textos, apuntes, conferencias¡ publicado a finales de 2018 por Asim¨¦trica. La premio nacional de Artes Pl¨¢sticas en 1994 dice que han ido algunos amigos a verla. Ella tambi¨¦n compra en la feria: ¡°Sobre todo de ensayo¡±. Los libros de arte los suele intercambiar con los amigos. ¡°Hace nada con Luis Gordillo¡±, recuerda. Cuenta sus proyectos m¨¢s inmediatos ¡ªno son libros¡ª: La huella, una instalaci¨®n permanente en las Bodegas Mas Blanch i Jov¨¦, en La Pobla de C¨¦rvoles (Lleida), que inaugura el 6 de julio; y una exposici¨®n en la iglesia museo de Pollen?a (Mallorca) para el 20 de ese mes. ¡°Es simp¨¢tico venir a firmar¡±, dice mientras un se?or se acerca y la artista exclama: ¡°?Hombre, te has animado a venir!¡±. Otro conocido.
Para no generalizar, no se puede obviar que s¨ª se encuentran joyitas en algunos recovecos feriantes, como el cat¨¢logo de Matisse. Grabador, de la Fundaci¨®n Canal. Capsulitas de papel cuidadosamente encuadernadas que pueden provocar fascinaci¨®n.
Cuando acab¨® el horario de firmar para Lootz, esta rara avis en el ecosistema de la feria sali¨® del territorio de la joven de la camiseta de Hokusai. Se dirigi¨® al palacio de Vel¨¢zquez donde visit¨® la inquietante exposici¨®n de otro artista japon¨¦s, Tetsuya Ishida, Autorretrato de otro. Porque s¨ª hay lugar para el arte en el madrile?o parque del Retiro.
Babelia
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