¡®As¨ª nos ven¡¯: Cinco m¨¢rtires en Central Park
La serie examina en Netflix el caso real de un juicio por violaci¨®n que culmin¨® con la prisi¨®n de cinco afroamericanos inocentes
La noche del 19 de abril de 1989 Trisha Meili, una ejecutiva bancaria de 28 a?os, fue salvajemente violada y golpeada en Central Park, a donde hab¨ªa salido a correr como tantas otras veces, mientras escuchaba m¨²sica en su walkman. La paliza fue tal que perdi¨® m¨¢s de la mitad de su sangre, pas¨® d¨ªas en coma y meses hospitalizada. Qued¨® con secuelas de visi¨®n, de movilidad, y jam¨¢s recuper¨® el sentido del olfato. La atrocidad del ataque tuvo la capacidad de conmocionar a un Nueva York que parec¨ªa curado de espanto, sumido como estaba en los a?os de plomo de la delincuencia.
La polic¨ªa arrest¨® a cinco chicos de Harlem, cuatro de ellos afroamericanos y uno latino, de entre 14 y 16 a?os, como sospechosos. Los someti¨® a interrogatorios interminables hasta que confesaron y se acusaron entre ellos. La v¨ªctima no recordaba nada de lo sucedido aquella tarde, ni siquiera cu¨¢ndo hab¨ªa salido de trabajar. No sirvi¨® de nada que en el juicio los chicos se declarasen inocentes, ni que denunciasen la presi¨®n o no hubiera una sola prueba forense, el jurado los declar¨® culpables.
Ya se les hab¨ªa empezado a conocer como La manada de lobos, Los cinco de Central Park. Un conocido constructor de Manhattan, Donald Trump, lleg¨® pagar anuncios a toda p¨¢gina en varios peri¨®dicos reclamando el retorno de la pena de muerte al Estado contra esos menores que casi matan a una joven blanca. Pasaron entre siete y 13 a?os en prisi¨®n, hasta que en 2002 un violador en serie confes¨® el crimen. El ADN lo corrobor¨®. La manada no era tal.
La cineasta Ava Duvernay ha recuperado ahora ese pedazo tr¨¢gico de la historia de Nueva York en una serie de cuatro cap¨ªtulos para Netflix. When they see us (As¨ª nos ven) relata los errores y pecados cometidos durante el caso. La historia de Korey Wise, Raymond Santana, Kevin Richardson, Antron McCray y Yusef Salaam sirve tambi¨¦n el retrato de las injusticias que el sistema judicial estadounidense ha causado durante d¨¦cadas a los afroamericanos, el sesgo contra las minor¨ªas.
La realidad, 30 a?os despu¨¦s, incluye giros que parecen propios del capricho de alg¨²n guionista. El yuppi inmobiliario que ped¨ªa la ejecuci¨®n de los chicos, Trump, acab¨® convirti¨¦ndose en el presidente de Estados Unidos, justo despu¨¦s de un afroamericano. Aquella victoria alent¨® la idea de que Am¨¦rica pod¨ªa estar entrando en una era posracial. No fue as¨ª. Casos de brutalidad policial contra los afroamericanos siguen emergiendo d¨ªa a d¨ªa. Y los negros siguen siendo el grupo m¨¢s numeroso en las c¨¢rceles, pese a suponer el 12% de la poblaci¨®n.
El racismo es una constante en la obra de Ava Duvernay, autora tambi¨¦n del filme Middle of Nowhere, Selma o el documental 13th, centrado precisamente en la encarcelaci¨®n desproporcionada de afroamericanos. En As¨ª nos ven, Duvernay lleva la potencia de la imagen y lo emocional de los personajes a alg¨²n extremo, sin embargo, desconcertante, como cuando al final de la serie, el verdadero violador le aparece en el patio de la c¨¢rcel a Korey, uno de los chicos.
Mat¨ªas Reyes cumpl¨ªa una cadena perpetua por varias violaciones y un asesinato, en concreto, el de Lourdes Gonz¨¢lez, una mujer de 24 a?os a la que viol¨® y apu?al¨® en su casa mientras sus hijos se encontraban en el cuarto de al lado. En esa escena del patio, con tono mesi¨¢nico y mirada bondadosa, dice al joven Korey: ¡°Tienes esperanza y fe en ti, te aferraste a ambas, bien hecho¡±. Reyes era tan violento que a los investigadores les cost¨® creer que algunas de sus palizas fueran obra de un solo hombre. Acercaba un cuchillo a los ojos de sus v¨ªctimas y les daba a elegir: ¡°Tu vida o tus ojos¡±. Escog¨ªan la vida, as¨ª que all¨ª les her¨ªa. A Trisha Meili la abord¨® golpe¨¢ndola con una rama de ¨¢rbol. Cuando acab¨® con ella, se march¨® escuchando m¨²sica con su walkman.
El caso ya fue abordado de forma soberbia en 2012 en un documental de Ken Burns, The Central Park Five, disponible en Amazon, que desmenuza los pormenores de aquella investigaci¨®n y el caldo de cultivo social que hizo posible el desprop¨®sito judicial. A?os antes, en 2003, la v¨ªctima decidi¨® salir del anonimato con un libro: Yo soy la corredora de Central Park: una historia de esperanza y posibilidad. En 2014 el Estado de Nueva York compens¨® a los cincos chicos inocentes, que salieron de la c¨¢rcel ya adultos, con 41 millones de d¨®lares. Hubo quien no se convenci¨®: Trump public¨® un art¨ªculo de opini¨®n en el que calificaba el acuerdo de ¡°verg¨¹enza¡± y advert¨ªa de que los chicos ¡°no eran ¨¢ngeles precisamente¡±.
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