Mu?oz Molina: ¡°Un cuadro es para ser le¨ªdo, no mirado¡±
El escritor presenta la novena edici¨®n de la C¨¢tedra del Prado, en la que impartir¨¢ cuatro conferencias sobre arte en noviembre
La primera vez que el escritor Antonio Mu?oz Molina (?beda, Ja¨¦n, de 63 a?os) visit¨® el Museo del Prado, con 14 a?os, acompa?aba a su abuelo, un agricultor interesado en ver esos d¨ªas la feria del campo que se celebraba en Madrid. Aquel adolescente de ?beda se peg¨® un atrac¨®n cultural, El Escorial, la Feria del Libro, el Valle de los Ca¨ªdos y subi¨® las escalinatas de la Biblioteca Nacional con la esperanza de encontrar escritores. Su encuentro con Las meninas fue "poco atractivo" porque las vio muy oscuras, "en aquella ¨¦poca estaban as¨ª". De esta manera, lo ha rememorado el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Letras en 2013 en la presentaci¨®n este martes de la C¨¢tedra Museo del Prado 2019, que protagoniza en su novena edici¨®n -comenz¨® en 2009- con un conjunto de cuatro conferencias que impartir¨¢ los jueves de noviembre de este a?o. A las que seguir¨¢n, los viernes, unos seminarios con un grupo de 20 alumnos.
Casi medio siglo despu¨¦s de aquella primera experiencia en la gran pinacoteca espa?ola, Mu?oz Molina, que record¨® su formaci¨®n como historiador del arte, ha explicado c¨®mo ser¨¢ su c¨¢tedra, titulada Rondas de Prado: en el jard¨ªn de las im¨¢genes, en la que, siguiendo los consejos de Francisco Pacheco en El arte de la pintura (1638), optar¨¢ por "la moderaci¨®n" al hablar de los artistas y huir¨¢ de "la palabrer¨ªa" para describir sus obras. Mu?oz Molina, que suele escribir en sus columnas de Babelia sobre arte, eligi¨® esta vez hablar sentado delante de La recuperaci¨®n de Bah¨ªa de Todos los Santos, que Juan Bautista Ma¨ªno pint¨® en 1634 para conmemorar las primeras victorias de la corona espa?ola en la Guerra de los Treinta A?os, para ejemplificar "la paradoja de la creaci¨®n del Prado". Que fue "hacer accesibles para el p¨²blico unas obras provenientes de experiencias distintas" porque las hab¨ªan disfrutado unos pocos, la familia real y la nobleza.
El enorme lienzo de Ma¨ªno, de 309 cent¨ªmetros por 381, "formaba parte de un despliegue de cuadros de batallas, debemos saber su contexto porque admirando solo sus valores est¨¦ticos" se pierde lo que denomin¨® "el funcionamiento del cuadro". Ese conocimiento de una obra m¨¢s all¨¢ de lo que vemos le llev¨® a asegurar que "un cuadro es para ser le¨ªdo, no mirado, debe ser descifrado con los c¨®digos de quien lo encarg¨® y quien lo pint¨®", lo que supone "un esfuerzo placentero" por parte del espectador. Un proceso que describi¨® con claridad: "Es pasar de leer una palabra en un diccionario a leerla en una frase". A ese "saber leer un cuadro" ayudan las cartelas, de las que alab¨® las del Prado "por su talento".
Mu?oz Molina prosigui¨® con su resumen del programa de la c¨¢tedra para referirse "a la funci¨®n pr¨¢ctica y milagrosa" de las piezas de arte. En esta ocasi¨®n el modelo que tom¨® fue Rubens y sus desnudos "para ser vistos por los reyes para despertar en ellos la sensualidad y as¨ª tener herederos sanos", como se dec¨ªa en su ¨¦poca. El autor de El jinete polaco tambi¨¦n analizar¨¢ "las historias, expl¨ªcitas o impl¨ªcitas, que cuentas las obras de arte" y culminar¨¢ su zoom sobre el arte en el Prado hablando de "la materialidad del cuadro porque aunque los podamos ver en im¨¢genes digitales, hay que medirse f¨ªsicamente con los cuadros; tienen un tama?o".
Preguntado por sus obras favoritas del Prado, mencion¨®, entre otras, los paisajes de Nicolas Poussin, "cuanto m¨¢s los miras, m¨¢s cosas ves"; Las meninas, "nunca se acaban de mirar"; los bodegones de S¨¢nchez Cot¨¢n o el retrato de Jovellanos, de Goya, "en el que ves la desolaci¨®n de alguien reci¨¦n nombrado ministro porque sabe lo que se le viene encima".
Para finalizar su intervenci¨®n, Mu?oz Molina se acerc¨® hasta Ca¨ªda en el camino del Calvario (1516), ¨®leo de Rafael "que fue durante un tiempo el m¨¢s caro en el inventario de la colecci¨®n real". Una obra "que estaba en el altar mayor del Alc¨¢zar en Madrid" y de la que subray¨® su car¨¢cter "milagroso" porque, primero, "el barco que lo llevaba a un convento en Sicilia se hundi¨® con su tripulaci¨®n, pero el cuadro se salv¨®" y volvi¨® a obrarse el milagro "cuando se salv¨® de la quema del Alc¨¢zar".
C¨®mo apuntarse a la C¨¢tedra del Prado
Los interesados en escuchar las conferencias de Antonio Mu?oz Molina el 7, 14, 21 y 28 de noviembre de este a?o tienen que inscribirse, a partir del 14 de junio, en la web del Prado. El mismo procedimiento deben seguir los becarios que quieran formar parte de los seminarios. La novedad con respecto a ediciones anteriores es que esta vez la C¨¢tedra del Prado es gratuita por coincidir con el bicentenario del museo. Los t¨ªtulos de las charlas de Mu?oz Molina ser¨¢n: El lugar de la pintura, Historias visibles e invisibles, La contemplaci¨®n de lo real y La materia y el oficio. Esta iniciativa del Centro de Estudios del Prado cont¨® en ocasiones anteriores con expertos como Manuela Mena, sobre la vida y obra de Goya, o Philippe de Montebello, director em¨¦rito del Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.