La mejor isidrada del siglo XXI

La feria de San Isidro no se ha hecho corta porque se ha prolongado 34 tardes consecutivas, pero se ha resuelto con mucha m¨¢s brillantez, repercusi¨®n y acontecimientos de cuanto auguraban sus presupuestos iniciales. M¨¦rito de Sim¨®n Casas, el productor en jefe de la isidrada, y de una dichosa ¡°conspiraci¨®n¡± que ha reunido toreros en estado e gracia -Ure?a, Ferrera, Aguado, Roca Rey-, sorpresas inesperadas -David de Miranda-, una gran afluencia de p¨²blico -641.000 espectadores, 22.000 m¨¢s que en 2018- y un elocuente rendimiento ganadero, tanto por los toros sueltos de gran calidad -Juan Pedro, Montalvo, Garcigrande, Valdell¨¢n, Victorino, Zalduendo- como por las corridas completas que lidiaron Adolfo Mart¨ªn y Santiago Domecq.

Ha sido la mejor feria del siglo XXI. O sea, la m¨¢s interesante de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Y no solo por las puertas grandes -ocho-, las orejas -36, todas las categor¨ªas incluidas- la contribuci¨®n triunfal de los rejoneadores -Hermoso de Mendoza en cabeza-, o el hiperb¨®lico tributo de sangre, sino porque la edici¨®n de 2019, ni una gota de agua, demasiado viento, ha estimulado el inter¨¦s de la tauromaquia fuera de los muros de Las Ventas. Ha trascendido la feria de Madrid. Se ha movilizado m¨¢s que nunca el p¨²blico joven. Y hasta se han roto los tab¨²es pol¨ªticos o los complejos: Felipe VI presid¨ªa la corrida de Beneficencia a la vera del ministro socialista Jos¨¦ Luis ?balos. Normalizaban ambos la tauromaquia en su noci¨®n reconocida y homologada de bien de inter¨¦s cultural.

Corresponde a Francisco Ure?a el t¨ªtulo de triunfador, tanto por el delirio de su actuaci¨®n el 15 de junio como porque el diestro murciano tambi¨¦n hab¨ªa tocado pelo en sus dos compromisos anteriores. Cuatro orejas le permiten ocupar el trono de ¡°torero de Madrid¡± sin necesidad de compartirlo, aunque la galer¨ªa de la fama de 2019 reserva un lugar de honor a la genialidad de Antonio Ferrera en la tarde del 1 de junio, a las faenas macizas de Roca Rey con un juampedro y un adolfo, a la reivindicaci¨®n de Miguel ?ngel Perera -puerta grande en la segunda de feria-, a la sobriedad de Emilio de Justo, a la recuperaci¨®n de Eugenio de Mora, a la calidad de Gin¨¦s Mar¨ªn y al desmayo de Pablo Aguado, cuya grave cornada en la ¨²ltima tarde redunda en un sanisidro particularmente cruento.

Ha habido el doble de cornadas en la feria de 2019 que en las dos ferias anteriores juntas. Una estad¨ªstica estremecedora que se resume en la hemorragia y en la conmoci¨®n de Rom¨¢n. Lo revent¨® un toro de Ib¨¢n el 8 de junio y sinti¨® que se mor¨ªa, aunque la enfermer¨ªa de Las Ventas tambi¨¦n tuvo que pluriemplearse para reanimar a Manuel Escribano, Juan Leal, Gonzalo Caballero, Ure?a, Roca, Luis David, David Mora y Sebasti¨¢n Ritter.

Puede atribuirse a la fatalidad del viento la crudeza del parte de guerra, pero tambi¨¦n a la gallard¨ªa con que muchos toreros de la isidrada -desde los m¨¢s inexpertos a los m¨¢s consolidados- han interpretado la oportunidad o la desesperaci¨®n. Se dir¨ªa que Roca Rey ha puesto a cavilar al escalaf¨®n en su tauromaquia sin l¨ªmites. Y que no ha habido cordones sanitarios ni l¨ªneas rojas entre los matadores. Ha sido una competici¨®n descarada y descarnada.

Se marchan con nota Curro D¨ªaz, L¨®pez Chaves, Fernando Roble?o y Rom¨¢n. Pierden peso las cotizaciones de Urdiales, Castella, L¨®pez Sim¨®n, Octavio Chac¨®n, Pepe Moral, El Cid. Resiste El Juli. Y se convierte el onubense David de Miranda en la gran revelaci¨®n de la isidrada.

Dos orejas la arranc¨® al sexto ejemplar de Juan Pedro Domecq. Uno de los m¨¢s bravos de la feria. Y expresi¨®n del equilibrio entre la casta, la nobleza, el trap¨ªo y la emoci¨®n. Ha habido variedad de encastes -albaserradas, santacolomas, n¨²?ez...- y un punto de encuentro entre el llamado toro comercial y el toro-toro, aunque el buen tono ganadero de la isidrada no contradice ni las decepciones de Alcurruc¨¦n (dos corridas), Fuente Ymbro (18 reses) y Jandilla, ni los contratiempos toristas de los cuadris y los ibanes o los ejemplares de Pedraza de Yeltes.

El balance negativo tambi¨¦n concierne a la extinci¨®n del toreo de capote -Ure?a, De Justo y Gin¨¦s Mar¨ªn son las excecpiones- y a la arbitrariedad del palco en el uso y abuso del pa?uelo blanco.O el azul, que no lleg¨® a asomarse ni una sola vez en reconocimiento a la bravura de las reses. Han proliferado los toracos de b¨¢scula y arboladura. Y han conseguido el tendido siete y sus aliados someter muchas tardes la plaza al dogmatismo y a la sublevaci¨®n, pero no hasta el extremo de sabotear una feria que ha dado la raz¨®n al planteamiento visionario de Sim¨®n Casas.