Un culebr¨®n latino llamado ¡®Grand Hotel¡¯

Una camarera de un hotel desaparece sin dejar rastro durante una noche de tormenta. Unos meses despu¨¦s, su hermano se une a la plantilla para intentar averiguar, desde dentro, qu¨¦ le ocurri¨®. La familia propietaria del lujoso alojamiento atraviesa problemas econ¨®micos y se plantea su venta. Y, mientras, una de las hijas del due?o entabla relaci¨®n con ese nuevo camarero.?El argumento les suena? Tiene una explicaci¨®n.

El pasado lunes, la cadena estadounidense ABC estren¨® su propia versi¨®n de la serie espa?ola Gran Hotel (en Espa?a se puede ver HBO). La ficci¨®n de Antena 3 (2011-2013) se hizo popular hace unos a?os en Estados Unidos cuando la empez¨® a difundir Netflix, y era comprensible ese inter¨¦s por contar con una adaptaci¨®n propia. Fue Eva Longoria la que finalmente se anim¨® a producirla. Ahora, siguiendo la estela de otras ficciones televisivas espa?olas que tuvieron una segunda vida en forma de adaptaci¨®n made in USA (como Los misterios de Laura o Pulseras rojas ¡ª"la serie que emocion¨® a Spielberg"¡ª), ha llegado el turno de su estreno con la vista puesta en refrescar el verano de los espectadores.

Aunque el punto de partida argumental es bastante parecido y muchos de los personajes tienen caracter¨ªsticas y relaciones similares, la propuesta de esta nueva versi¨®n, convenientemente titulada Grand Hotel, tiene tantas diferencias con la original que casi est¨¢ m¨¢s pr¨®xima al culebr¨®n lujoso que era Revenge o a la telenovela latina Jane the Virgin (sin la parte par¨®dica y humor¨ªstica) que a la historia que protagonizaron Amaia Salamanca y Yon Gonz¨¢lez. La trama, antes situada a principios del siglo XX, se ha trasladado al presente. La localizaci¨®n ha cambiado la verde Santander por la soleada Miami. Y ha puesto en el lugar protagonista a personajes latinos. Tambi¨¦n se aleja (por lo menos en su inicio) del aire a lo Downton Abbey o Arriba y abajo que ten¨ªa Gran Hotel con la diferenciaci¨®n de los mundos de los criados y los se?ores.

La apuesta culebronesca, que ya en la original ten¨ªa mucha fuerza, gana peso en una historia que no est¨¢ dispuesta a exigirle mucho trabajo al espectador: cuanto m¨¢s mascado est¨¦ todo y m¨¢s ligerita entre la historia, mejor. Se echa en falta tambi¨¦n el cuidado en la producci¨®n que luc¨ªa la espa?ola. Lo que s¨ª tiene a montones Grand Hotel son comentarios malintencionados, j¨®venes ligeritos de ropa y pistas sobre los secretos que ocultan los personajes.

Un solo cap¨ªtulo es poco para sentenciar, pero en el arranque se echa de menos consistencia en la trama y crear inter¨¦s por los personajes m¨¢s all¨¢ de lo superficial. Llama la atenci¨®n la poca publicidad y relevancia que se ha dado al estreno de la serie en Espa?a trat¨¢ndose de una adaptaci¨®n de una ficci¨®n bastante popular. Pero el resultado explica por qu¨¦ ha pasado sin pena ni gloria.