Lecciones del ¡®caso Alc¨¤sser¡¯
El sensacionalismo extremo y el morbo han marcado coberturas como la desaparici¨®n de Marta del Castillo o la b¨²squeda del ni?o Gabriel Cruz
El hallazgo, el 27 de enero de 1993, de los cuerpos de Miriam Garc¨ªa, To?i G¨®mez y Desir¨¦e Hern¨¢ndez convirti¨® la localidad valenciana de Alc¨¤sser en un plat¨®. Esa noche, en el horario de m¨¢xima audiencia rivalizaron dos programas: Qui¨¦n sabe d¨®nde, presentado por Paco Lobat¨®n en TVE, y De t¨² a t¨², conducido por Nieves Herrero en Antena 3. En directo, y en plena conmoci¨®n, desfilaron ante las c¨¢maras familiares de las ni?as, compa?eros de colegio, vecinos. Todos hundidos por la tragedia.
Aquella cobertura ¡ªque ha recuperado la serie documental de Netflix El caso Alc¨¤sser¡ª pas¨® a la historia como el paradigma del amarillismo televisivo. Pero el tratamiento de otros sucesos m¨¢s recientes ha perpetuado, e incluso superado, los mismos desatinos. ¡°No hemos aprendido nada¡±, afirma la presidenta del Consejo Audiovisual de Andaluc¨ªa (CAA), Emelina Fern¨¢ndez, que recuerda con verdadero pesar el tratamiento de la desaparici¨®n y muerte del ni?o Gabriel Cruz en Las Hortichuelas (Almer¨ªa). Fue ¡°lo peor¡± con lo que se ha encontrado el CAA desde su creaci¨®n, en 2005.
De la cobertura del caso Alc¨¤sser se ha dicho que fue morboso, que hurg¨® en el inmenso dolor e hizo espect¨¢culo de la tragedia. Del caso Gabriel, el consejo percibi¨® ¡°un abuso del sensacionalismo y morbo¡± en detrimento del rigor, la precisi¨®n, la moderaci¨®n y la responsabilidad informativa que exige la desaparici¨®n y muerte de un menor. Reproch¨® el uso de recursos para llenar horas de programaci¨®n y captar audiencia obviando con absoluta impunidad derechos como ¡°la veracidad informativa, el honor, la intimidad y la imagen de las personas¡±.
A menudo se ha tachado la informaci¨®n sobre el drama de Alc¨¤sser como arquetipo del amarillismo televisivo. Sobre la desaparici¨®n del peque?o Gabriel, el CAA verific¨® un desequilibrio entre el tiempo destinado a difundir informaci¨®n contrastada frente a la divulgaci¨®n de elucubraciones y especulaciones. Desde la pantalla se cuestionaron las conclusiones de la investigaci¨®n oficial para alimentar otras tesis asentadas en meros rumores y suposiciones sin fundamento. Y hubo un ¡°linchamiento medi¨¢tico¡± al hombre detenido por quebrantar una orden de alejamiento.
En los ¨²ltimos 25 a?os se han realizado gigantescos despliegues televisivos ante sucesos de gran impacto social. Errores similares a los cometidos en Alc¨¤sser se han reproducido en otras tragedias, como las de Marta del Castillo o Diana Quer. El rescate del peque?o Julen, que cay¨® a un pozo en Total¨¢n (M¨¢laga), se retransmiti¨® en directo durante d¨ªas.
En los especiales de Alc¨¤sser se escucharon en De t¨² a t¨² preguntas como estas: ¡°Compartimos tu dolor, ?alguna vez lo vas a superar? ?C¨®mo valoras que se hagan estas atrocidades?¡±. ¡°Tras los resultados de la autopsia ?se puede decir si fueron maltratadas?¡±. Pocas diferencias con la narraci¨®n sobre Marta del Castillo: ¡°Estamos en directo viendo c¨®mo buscan, rastrean palmo a palmo¡±. ¡°?C¨®mo recibe la noticia de que ha sido asesinada Marta su madre?¡±, le preguntan al abuelo. ¡°Tenemos unas declaraciones exclusivas que Samuel ofreci¨® en este programa... No se lo pierdan porque no tiene desperdicio. Volvemos en dos minutos¡±.
La presidenta del CAC considera que las cadenas han de establecer l¨ªmites claros: ¡°Los sucesos no son un espect¨¢culo o un entretenimiento. Son hechos luctuosos, situaciones tr¨¢gicas que han de ser respetadas. A base de morbo y espectacularizaci¨®n se banaliza la tragedia¡±. Fern¨¢ndez a?ade que ¡°la especulaci¨®n, las noticias falsas y los juicios paralelos¡± contribuyen a frivolizar el inmenso drama que suponen estos sucesos, y enfatiza que las redes sociales ayudan a la alarma y a que muchos programas den rienda suelta a la f¨¢bula, el morbo y el espect¨¢culo. ¡°La sociedad tiene que hacer una reflexi¨®n y tomar conciencia de que hacen falta instrumentos con fuerza moral y capacidad normativa y sancionadora¡±, sostiene.
Ese instrumento, un consejo audiovisual estatal, existe en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. En Espa?a las competencias las desempe?a la CNMC (Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia). El catedr¨¢tico de Comunicaci¨®n Audiovisual Enrique Bustamante se muestra cr¨ªtico: ¡°La CNMC no es experta en materia audiovisual ni tiene sensibilidad hacia los contenidos. Analiza la televisi¨®n como si fuera un mercado m¨¢s de la competencia¡±. Para Bustamante es preciso un organismo capaz de asumir una labor de orientaci¨®n, de respeto a principios ¨¦ticos y salvaguarda del pluralismo y libertad de expresi¨®n. Y, adem¨¢s, con poder sancionador. Quiz¨¢ as¨ª se evitar¨ªa la ¡°serializaci¨®n¡± de los sucesos, exprimiendo los dramas con emisiones eternas para fidelizar a la audiencia. ¡°Es una f¨®rmula rentable y barata¡±, concluye.
Teor¨ªas fantasmag¨®ricas
El crimen de Alc¨¤sser tuvo su gran altavoz medi¨¢tico en el programa de Telecinco Esta noche cruzamos el Mississippi, donde Fernando Garc¨ªa, padre de una de las ni?as asesinadas, y el periodista y crimin¨®logo Juan Ignacio Blanco desgranaron sin descanso todo tipo de teor¨ªas fantasmag¨®ricas y delirantes conspiraciones. Manten¨ªan que fueron raptadas para "una extra?a org¨ªa", que en la autopsia hab¨ªa "cosas muy raras" y que el juicio fue "una pantomima".
Blanco tambi¨¦n habla de la existencia de un supuesto v¨ªdeo que dar¨ªa un vuelco a la investigaci¨®n, y que nunca lleg¨® a mostrar. La situaci¨®n lleg¨® a un extremo tal que Blanco cit¨® en antena los nombres de personalidades relevantes de la sociedad valenciana, insinuando su participaci¨®n en los cr¨ªmenes. Finalmente tuvieron que retractarse y pedir disculpas en el mismo programa.
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