Alicia Koplowitz reivindica su libertad y eclecticismo como coleccionista

Alicia Koplowitz sabe bien lo que es comprar una obra de arte. Por eso acudi¨® a ese sentimiento cuando este domingo pronunci¨® su discurso de entrada como miembro de honor en la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Lo titul¨® La emoci¨®n de una coleccionista y no se bas¨® solo en ese primer flechazo que te lleva a adquirir una pintura o una escultura. Tambi¨¦n en la evidencia de que se compra como se es. Y en ese aspecto, Koplowitz se reivindic¨® libre, ecl¨¦ctica y con una especial atenci¨®n a las mujeres. ¡°En mi colecci¨®n no hay pasos ni directrices, sino la libertad en cada elecci¨®n. Cada pieza ir¨¢ encontrando su sitio en algo que fluye buscando un espacio abierto¡±, confes¨®. As¨ª es como la empresaria ha ido conformando un cat¨¢logo con piezas que datan de tres siglos antes de Cristo hasta la actualidad, con obras de Zurbar¨¢n, Tiepolo, Canaletto, Goya, Picasso, Van Gogh, Schiele, Modigliani, Rothko, Ai Weiwei, Anselm Kiefer, Barcel¨® o Chillida.

¡°En mi colecci¨®n no hay pasos ni directrices, sino la libertad en cada elecci¨®n. Cada pieza ir¨¢ encontrando su sitio en algo que fluye buscando un espacio abierto¡±, confes¨® Koplowitz

Record¨® la primera vez que visit¨® el Museo del Prado. As¨ª comenz¨® el idilio, que personific¨® en La meninas, de Vel¨¢zquez. Tambi¨¦n en Goya. De hecho, por tanto donde poder escoger, deb¨ªa centrarse en un artista especial de su colecci¨®n. Alguien con quien se identifica, precisamente, ¡°por ser abogado de las mujeres¡±, dijo Koplowitz y del que mostr¨® obras propias como Maja y celestina al balc¨®n, H¨¦rcules y Onfala o La condesa-duquesa de Benavente, duquesa de Osuna.

Su discurso fue una memoria personal atada al arte. Primero como aspirante a pintora. Despu¨¦s, como una de las grandes coleccionistas mundiales. Comenz¨® hace alrededor de 30 a?os, fiel quiz¨¢s a ese impulso que vivi¨® esa vertiente en las Espa?a de los a?os ochenta, avivada por algunos presentes en el acto del domingo, como Pl¨¢cido Arango. As¨ª lo coment¨® Carmen Gim¨¦nez en la r¨¦plica al discurso de la nueva acad¨¦mica, que tambi¨¦n vio en la huella de aquella primera visita al Prado la influencia cosmopolita de la pinacoteca en su trayectoria.

La empresaria y due?a de Omega Capital ingresa en la Academia como mecenas. Seg¨²n la instituci¨®n, su entrada responde al perfil de las personas a las que se destina la categor¨ªa de acad¨¦mico honorario: ¡°De gran reputaci¨®n art¨ªstica, intelectual o en el campo del mecenazgo, con una intensa y continuada acci¨®n filantr¨®pica en los ¨¢mbitos social, m¨¦dico y cultural¡±.

Koplowitz fue aceptada en diciembre tras ser propuesta por el arquitecto Rafael Moneo, el cr¨ªtico de EL PA?S, experto en arte y exdirector del Museo del Prado Francisco Calvo Serraller ¨Cfallecido el pasado noviembre-, Gregorio Mara?¨®n, la artista Carmen Laff¨®n y la propia Gim¨¦nez. Ella piensa acudir los lunes a cada sesi¨®n semanal. Su ingreso fue aprobado por los acad¨¦micos el pasado diciembre en votaci¨®n, y su prioridad ser¨¢, como ha confesado a este peri¨®dico, ¡°escuchar para aportar¡±.