La vida es sue?o

Si despu¨¦s de escuchar el nuevo disco del cantante de Radiohead, hace lo propio con el primero que edit¨® en solitario, The Eraser (2006), ver¨¢ las similitudes. Se parecen en el sonido y en el arte. Thom Yorke vuelve a trabajar con su amigo y productor, Nigel Godrich, y el mismo portadista, Stanley Donwood, dos colaboradores habituales del grupo madre. En realidad, si exceptuamos la banda sonora del remake de Suspiria que public¨® el a?o pasado ¡ªen su mayor parte un score¡ª, el resto de los trabajos de Thom Yorke ajenos a su grupo, (The Eraser, Tomorrow Modern Boxes, de 2014 y este Anima) comparten muchas cosas. Para empezar todos suenan a discos de Radiohead en los que sus compa?eros de grupo han sido sustituidos por cacharrer¨ªa electr¨®nica. El m¨²sico ingl¨¦s explica siempre que puede que estas producciones en solitario le resulten terap¨¦uticas. Que, al contrario de lo que le pasa con Radiohead, el proceso de grabaci¨®n es f¨¢cil y relajado. Aun as¨ª tienden a salirle atormentados. Transmiten esa visi¨®n catastrofista del mundo en la que parece que todo va a colapsar el martes que viene.

En The Eraser, publicado en los meses finales de la era Blair, Yorke estaba extremadamente enfadado con la clase dirigente de su pa¨ªs, que les hab¨ªa metido en la guerra de Irak, y teorizaba sobre la tiran¨ªa. Tomorrow¡­ parec¨ªa girar sobre la confusi¨®n creada por la implantaci¨®n de Internet y las nuevas tecnolog¨ªas. Este Anima se anuncia como un complemento de un corto que ha filmado a medias para Netflix con otro colaborador de Radiohead, el realizador Paul Thomas Anderson. Al parecer (se estrena este jueves, al mismo tiempo que el ¨¢lbum llega a las plataformas digitales. Mientras que el disco f¨ªsico se publicar¨¢ el 19 de julio) el corto es una distop¨ªa que gira sobre el sue?o y su ausencia, una de las obsesiones recientes del cantante. Yorke contaba este jueves que dio tres conciertos seguidos el a?o pasado sin dormir y que no deja de leer Why we Sleep, del neur¨®logo Matthew Walker.

Musicalmente m¨¢s liviano que sus predecesores, Anima, en el que Yorke ha incluido varias canciones que lleva a?os tocando en directo, es un compendio de muchas de las cosas que se llevan haciendo al menos una d¨¦cada en la electr¨®nica adulta. Esa en la que la melod¨ªa manda sobre el ritmo, lo abstracto queda supeditado a estructuras cerradas, se puede tambi¨¦n bailar bajito cerrando los ojos y gusta m¨¢s a los mayores de 30 a?os. Muchas atm¨®sferas, algunas ¨¦picas en exceso, muchos loops vocales, un poquito de dub, ambient c¨®smico a lo Jon Hopkins, ritmos a lo Four Tet, arreglos jazz¨ªsticos a lo Floating Points y estribillos que no lo parecen como los de Jamie XX o Caribou. Nada muy oscuro ni muy r¨ªtmico y con un Yorke muy contenido vocalmente. Es un disco que parece m¨¢s pensado para el directo (l¨¦ase festivales) que sus anteriores, y que entra f¨¢cil a no ser que uno sea un integrista de las guitarras.