Identificado el misterioso comprador del ¡®caravaggio¡¯ de Toulouse
Varios medios se?alan al inversor y coleccionista J. Tomilson Hill, vinculado al Metropolitan Museum de Nueva York
El ¨²ltimo misterio del recomabolesco caso del caravaggio?de Toulouse parece aclarado. Ya se ha identificado a la persona que, 48 horas antes de una subasta que hab¨ªa despertado enormes expectativas, lo compr¨® directamente a los propietarios. Se trata del inversor y coleccionista neoyorquino J. Tomilson Hill, seg¨²n informan la publicaci¨®n especializada La Gazette Drouot?y el diario The New York Times.
El cuadro, Judit y Holofernes, fue descubierto en 2014 en un desv¨¢n cerca de la ciudad francesa de Toulouse. Despu¨¦s de a?os de an¨¢lisis, exposiciones internacionales y debates entre expertos sobre su autor¨ªa, deb¨ªa haberse puesto en venta este jueves en Toulouse. El martes, sin embargo, por sorpresa, se suspendi¨® la subasta. El lienzo, cuyo precio se estima entre 100 y 150 millones de euros, hab¨ªa encontrado un comprador de ¨²ltima hora y los vendedores hab¨ªan aceptado la transacci¨®n.
Del comprador solo se sab¨ªa que no era franc¨¦s y que ten¨ªa una conexi¨®n con un gran museo. Nada m¨¢s. La venta estaba cubierta por un acuerdo de confidencialidad. J. Tomilson Hill, que no ha corroborado las informaciones que le se?alan, se acaba de retirar como vicepresidente del fondo de inversi¨®n Blackstone y es miembro de la junta del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Adem¨¢s es propietario, con su esposa, Janine, del museo privado Hill Art Foundation en el barrio de Chelsea, en Manhattan.?
The New York Times?explica que los Hill han cedido en tiempos recientes gran parte de su colecci¨®n a museos de renombre, entre ellos la Frick Collection, la Galer¨ªa de los Uffizi y el Palacio Pitti en Florencia, la Morgan Library & Museum y el museo Getty de Los ?ngeles. La Gazette Drouot?especula con la posibilidad de que el Judit y Holfernes?atribuido al pintor barroco italiano Caravaggio se exponga en la nueva galer¨ªa de pinturas europeas del Metropolitan Museum of Art.
En el desv¨¢n
El lienzo retrata la escena b¨ªblica de la viuda jud¨ªa Judith degollando al general asirio Holofernes para salvar a la ciudad de Betulia del asalto inminente. Es un motivo que se repite en varios cuadros de la ¨¦poca. Exist¨ªa un rastro documental del cuadro, que Caravaggio (1571-1610) pudo pintar en torno a 1607 en N¨¢poles, adonde hab¨ªa huido tras apu?alar a un hombre en Roma. Pero este rastro del cuadro se esfum¨® en 1617.
Nada m¨¢s se supo hasta que hace cinco a?os una familia de Toulouse subi¨® al desv¨¢n para arreglar una fuga de agua y encontr¨® el viejo cuadro. ?C¨®mo lleg¨® hasta ah¨ª? Este es otro de los misterios que rodea la obra. Un hip¨®tesis es que un antepasado de la familia, que hab¨ªa sido oficial de los ej¨¦rcitos napole¨®nicos, lo habr¨ªa encontrado y se lo habr¨ªa quedado tras una de las campa?as del emperador.
El debate sobre la autor¨ªa sigue abierto. ¡°La primera vez que vi el cuadro, en mayo de 2015, me convenc¨ª en seguida de su autenticidad, pero tambi¨¦n comprend¨ª que se trataba de una de estas obras que no lograr¨¢n el consenso entre los especialistas¡±, ha reconocido Keith Christiansen, conservador jefe de pinturas europeas del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Si, en efecto, es un caravaggio ser¨¢, como recuerda The New York Times, el sexto que se encuentra en manos privadas, de un total de 66.
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