Dinero
Desde Balzac, cuando en una novela o en una pel¨ªcula no aparece el dinero, desconfiamos
En mi ¨²ltimo viaje a Par¨ªs, me dediqu¨¦ a buscar las calles del barrio de Saint-Germain que aparecen en la extraordinaria novela Pap¨¢ Goriot de Honor¨¦ de Balzac. Antes he de decir que me compr¨¦ en Madrid, en una librer¨ªa de viejo, una traducci¨®n al espa?ol de dicha novela por 2,90 euros, fechada en 1969. No figura el nombre del traductor. Me encanta esta edici¨®n. No huele a humedad ni a rancio, como muchos libros viejos que me expulsaron de la noble religi¨®n de la bibliofilia. Ol¨ªa y huele bien. La traducci¨®n es excelente.
Me puse a buscar las calles de la novela y me di de bruces con dos placas sim¨¦tricas. Me encontraba en el n¨²mero 13 de la rue de Beaux Arts, en donde ahora hay un hotel de lujo. No un vulgar 5 estrellas, sino de lujo, m¨¢s all¨¢ de las 5 estrellas, pues existen dichos lugares. Las dos placas recuerdan dos acontecimientos literarios. Uno, la muerte de Oscar Wilde. El otro, las estancias francesas de Jorge Luis Borges.
No era un hotel para gente de muy alto poder adquisitivo cuando Wilde muri¨® all¨ª el 30 de noviembre de 1900. Era un hotel barato, para pobres, que se llamaba L?Alsace. Todos los escritores que escribimos en el mundo tenemos una deuda moral tanto con Wilde como con Balzac. Con Wilde porque nos ense?¨® dignidad en la pobreza. Con Balzac porque fue el primero en hablar obsesivamente en sus novelas del dinero.
Me apasiona Pap¨¢ Goriot porque es una gu¨ªa de precios del Par¨ªs de 1819. Han cambiado los nombres de las calles de la novela de Balzac, y me cuesta encontrar los lugares; sin embargo no ha cambiado lo esencial. Lo esencial es que la fuerza de la vida sigue siendo el dinero. Toda la novela avisa de que ha llegado al mundo una forma nueva de medir la vida. Todos los personajes de Pap¨¢ Goriot viven en la fiebre de la posesi¨®n de francos.
Desde Balzac, cuando en una novela o en una pel¨ªcula no aparece el dinero, desconfiamos. Yo desconf¨ªo. ?De qu¨¦ demonios nos puede hablar una novela si no tiene en cuenta el dinero? No de la vida, desde luego. Al lado de la placa de Wilde, hay otra id¨¦ntica que informa de que Borges vivi¨® en ese hotel entre 1977 y 1984. Entonces ya no se llamaba hotel de L?Alsace, porque en 1967 pas¨® a llamarse L?H?tel.
Imagino que Borges debi¨® de pedir la habitaci¨®n en la que muri¨® Wilde, que ahora se llama Oscar Wilde Suite y se ofrece al turista por mil euros la noche. Balzac hubiera sido meticuloso a la hora de narrarnos los diferentes precios de las habitaciones del hotel seg¨²n su categor¨ªa, como lo fue con la pensi¨®n de la se?ora Vauquer de Pap¨¢ Goriot. Entre Wilde y el protagonista de la novela de Balzac hay una profunda coincidencia: los dos mueren en una habitaci¨®n de pensi¨®n oscura, y en la miseria. Entro en L?H?tel, y respiro el lujo. Veo las escaleras que suben a las plantas. Por aqu¨ª, por estas escaleras, bajar¨ªan el humilde ata¨²d de Oscar Wilde, me digo a m¨ª mismo. Por esta puerta saldr¨ªa la ¨²ltima vez.
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