Arte y memoria en una torre del siglo XV para recordar a dos pioneros
Los herederos de los editores Jes¨²s de Polanco y Pancho P¨¦rez Gonz¨¢lez reabren un espacio en Santillana del Mar como centro cultural en el que expondr¨¢n su legado
Algunos legados tienen su riqueza material y su valor inmaterial. Cuando ambos confluyen, dan idea de que han pertenecido a personas con amplia huella. Lo primero se dirime en bienes concretos. Lo segundo forma parte de un alma con poso y vocaci¨®n de perdurar. Jes¨²s de Polanco (Madrid 1929-2007) y Francisco P¨¦rez Gonz¨¢lez, Pancho (Buenos Aires, 1926-Madrid, 2010) dejaron ambas riquezas en herencia.
Adem¨¢s de amigos, socios y empresarios de ¨¦xito, fueron figuras que marcaron una ¨¦poca. Caminaron juntos durante siete d¨¦cadas. Primero, en la creaci¨®n de un imperio editorial como Santillana, entre Am¨¦rica y Espa?a; despu¨¦s, en la del Grupo PRISA, propietario de EL PA?S y de otros medios de comunicaci¨®n como la cadena SER y tambi¨¦n la firma audiovisual Sogecable, entre otras iniciativas. Nunca rompieron su lazo, pese a las tensiones que supieron superar, como prueba de una identidad com¨²n en torno a sue?os y valores compartidos.
Ambos hicieron de la torre de Don Borja, una joya arquitect¨®nica del siglo XV en Santillana del Mar (Cantabria), un lugar de encuentro para el arte, la literatura, el pensamiento y la comunicaci¨®n. Deb¨ªa ser ah¨ª: en la tierra de sus or¨ªgenes. Pese a que hab¨ªan nacido lejos de ella, supieron forjar su ra¨ªz. Durante a?os fue sede de la Fundaci¨®n Santillana, y hoy revive como un centro de reconocimiento a su labor, abierto ayer jueves al p¨²blico, con vocaci¨®n de volver a convertirse en referencia.
¡°Siempre acabamos llegando donde nos esperan¡±, dec¨ªa Jos¨¦ Saramago. Precisamente el escritor particip¨® en una de las ediciones de Lecciones y Maestros, ciclo de conferencias dedicadas a autores de primera fila que se celebr¨® all¨ª en varios a?os sucesivos a principios del siglo XXI. Aquella frase ha acabado como lema en la reapertura de la torre de Don Borja. La necesidad de una justa reivindicaci¨®n de sus protagonistas convierte las palabras del premio Nobel hispano-portugu¨¦s en algo atinado.
Ignacio Polanco, presidente del Grupo Tim¨®n, con capital de ambas familias, abri¨® el acto de inauguraci¨®n: ¡°Cuando ambos herederos pensamos en reivindicar el legado y la memoria de Pancho y Jes¨²s, no se nos ocurri¨® mejor lugar que este, donde se unieron a¨²n m¨¢s como c¨¢ntabros¡±, asegur¨® Polanco, en un acto de inauguraci¨®n en el que particip¨® Miguel ?ngel Revilla, presidente de Cantabria.
Pero la reapertura de puertas, con la remodelaci¨®n a cargo del arquitecto Luis Castillo reci¨¦n rematada, es solo el principio, en espera de una nueva vida que ir¨¢ defini¨¦ndose a cada paso en las actividades de la torre. Principalmente, con el compromiso firme de sus hijos, adem¨¢s de personas cercanas como el editor Emiliano Mart¨ªnez, y el trabajo de su director, el poeta y gestor cultural Marcos D¨ªez.
No es la primera vez que Castillo interviene sobre el edificio, esa torre del siglo XV. Fue el encargado de la primera remodelaci¨®n a finales de los a?os setenta del siglo pasado. Ahora ha querido rematarla con una obsesi¨®n: m¨¢s luz. Sobre todo, para que destaquen las obras de arte que formar¨¢n parte de exposiciones temporales y de la muestra permanente, entregada por la familia Polanco bas¨¢ndose en fondos de la Colecci¨®n Rucandio. Los herederos de Pancho han trasladado, por su parte, la enorme biblioteca de unos 20.000 vol¨²menes centrada en temas hispanoamericanos que su padre ten¨ªa en la Fundaci¨®n Barcenillas, con sede en la casa solariega del valle de Cabu¨¦rniga.
Santillana y otros sellos que formaron parte de ella, como Alfaguara, Aguilar o Taurus, cuentan en el centro con sus espacios. EL PA?S, la SER y Canal Plus tambi¨¦n alimentan lo expuesto: varias aventuras que los catapultaron a lo largo de la Transici¨®n y la consolidaci¨®n democr¨¢tica como actores influyentes. Medios con una identidad m¨²ltiple, liderada en gran parte por ellos, que sirvi¨® para construir empresas de educaci¨®n, editoriales y de comunicaci¨®n abiertas, plurales, modernas y l¨ªderes de audiencia absolutas desde cuando fueron creadas, caso de EL PA?S y Sogecable, o desde el momento en que pasaron a su dominio tras ser adquiridas, como la cadena de radio.
Miguel ?ngel Revilla conoci¨® a ambos. ¡°Me llenan hoy los recuerdos¡±, coment¨® el presidente de Cantabria. ¡°Pancho y Jes¨²s, trabajando por aqu¨ª en pro de la cultura. Cu¨¢nto Nobel ha pasado por esta torre. Por ellos, este lugar lo fue de encuentro y es de agradecer a la familia que sigan sus pasos, su amor por el arte, los libros, su amor por Cantabria. Gracias por rehabilitar esta joya con este fin¡±, se?al¨®.
Un fin que comienza este verano su andadura con exposiciones, como la reci¨¦n abierta, titulada Di¨¢logos, y con encuentros art¨ªsticos como el que protagonizar¨¢n este s¨¢bado el arquitecto y artista pl¨¢stico Juan Navarro Baldeweg y el pintor y escultor Guillermo P¨¦rez Villalta. O el que habr¨¢ en torno a la edici¨®n los d¨ªas 18 y 19 de julio, dentro de un foro organizado por el Gremio de Editores de Espa?a, muy inspirado en los encuentros que promov¨ªa P¨¦rez Gonz¨¢lez en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo.
Un trabajo que rescata en torno al debate y al placer de la cultura a dos pioneros de la edici¨®n global en espa?ol. Dos impulsores, adem¨¢s, de la configuraci¨®n de grupos de comunicaci¨®n libres, independientes y exigentes con la calidad democr¨¢tica, como condici¨®n inexcusable al progreso de pa¨ªses y sociedades abiertas. Algo que, si bien un buen d¨ªa parec¨ªa plenamente consolidado, hoy resiste rodea
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