Planeta se al¨ªa con Netflix para hacer libros de sus series

Unos buscan nuevos lectores¡­ y a los de siempre, pero en otros lugares; los otros, mantener por una v¨ªa distinta la fidelidad de una audiencia y que, adem¨¢s, les aporte un barniz m¨¢s cultural. Bajo esas coordenadas debe leerse el medi¨¢tico acuerdo que el Grupo Planeta ha cerrado con Netflix por el cual el s¨¦ptimo grupo editorial mundial y l¨ªder de la edici¨®n en espa?ol publicar¨¢ libros basados en las series del gigante de la plataforma audiovisual, que cuenta con 148 millones de abonados, tres millones de ellos en Espa?a.

El acuerdo, para nada ajeno a los ¨²ltimos movimientos de confluencia mundial entre el sector audiovisual y las plataformas digitales con el editorial, permitir¨¢ a Planeta publicar en castellano para Espa?a y Am¨¦rica Latina esos t¨ªtulos, am¨¦n de gestionar los derechos internacionales de edici¨®n. Vol¨²menes de las celebradas series La casa de papel (la producci¨®n de habla no inglesa m¨¢s vista de Netflix y primera serie espa?ola premiada con un Emmy al mejor drama), ?lite (20 millones de espectadores en su primer mes) y La casa de las flores (fen¨®meno social en Am¨¦rica Latina) ser¨¢n los primeros proyectos que llegar¨¢n a librer¨ªas este mismo oto?o, para la campa?a de Navidad.

¡°No dejamos de ser dos empresas especializadas en contar historias¡±, argumenta Jes¨²s Badenes, director general de la Divisi¨®n de Libros de Grupo Planeta, para explicar un acuerdo inicialmente para cinco a?os y que comportar¨¢ la salida de una decena de t¨ªtulos que ¡°se explorar¨¢n¡± en todos los formatos posibles, desde el libro electr¨®nico y los emergentes audiobooks a c¨®mics y novela gr¨¢fica (a los que es m¨¢s candidato ?lite), pasando por novelas y hasta ensayos. Y tampoco se descartan los juegos (gammification), si bien no est¨¢ ahora mismo previsto.

Los libros no reproducir¨¢n tanto las series tal cual se emiten como desarrollar¨¢n precuelas o secuelas, spin off literarios de los personajes a partir de la biblia (libro-cofre fundacional con las esencias de la historia y los protagonistas). Ello conllevar¨¢ que, mayoritariamente, los textos est¨¦n al cargo m¨¢s de guionistas que de escritores del cat¨¢logo de Planeta. ¡°Todo es posible, pero lo m¨¢s frecuente ser¨¢ que los desarrollen guionistas porque los libros proceden del mundo que han creado ellos¡±, sostiene Badenes. ¡°Es mejor ser m¨¢s fiel a los personajes que a los episodios y ampliar campos. Buena parte del ¨¦xito de La casa de papel, por ejemplo, proviene de la ¨¦pica y la moral que desarrolla; lo potente son esos n¨²cleos familiares que se crea uno para resistir los embates de la vida. Si no funcionan esos v¨ªnculos humanos nada funciona, de ah¨ª que eso d¨¦ mucho campo para desarrollar argumentos e historias¡±, apunta por su parte Paco Ramos, vicepresidente de contenido original de Netflix para Espa?a y Am¨¦rica Latina.

Seg¨²n ambos directivos, hay incluso un p¨²blico com¨²n para los formatos que representan. ¡°Es evidente que buena parte de los compradores de estos libros no son lectores habituales, pero aqu¨ª puede pasar como lo que ya hemos visto con los youtubers, que generan t¨ªtulos con muchos compradores¡±, apunta Badenes, citando el fen¨®meno del fan-fiction. Si a los editores las series les permiten mantener a parte de unos lectores m¨¢s asiduos y ampliarlos con otros nuevos, ajenos a las librer¨ªas, rompiendo as¨ª el techo de cristal, para las plataformas es tambi¨¦n importante tener material que permita a los aficionados a la serie mantener su v¨ªnculo en las pausas de emisi¨®n por producci¨®n de nuevas temporadas o como refuerzo de marca. ¡°Son sectores que nos retroalimentamos y eso se nota en el universo masivo de las redes sociales: los actores son m¨¢s conocidos, los foros crecen...¡±, recita el productor mexicano, art¨ªfice del ¨¦xito de ?lite. Algo parejo ha ocurrido con Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n a partir de la adaptaci¨®n en serie de su novela El d¨ªa de ma?ana: si bien las ventas tras la emisi¨®n (en Movistar+) no fueron espectaculares (¡°Nunca salen mal¡±, admiten en Planeta), s¨ª ¡°ha sido muy interesante desde la pol¨ªtica de autor, ha subido un escal¨®n de popularidad¡±, admiten.

El acuerdo entre Planeta (cuyo grupo ya cuenta con una rama audiovisual, Atresmedia) y Netflix llega en plena carrera desaforada de las grandes plataformas audiovisuales para adquirir derechos de libros y contenidos, en lo que se vislumbra una v¨ªa de crecimiento para el sector editorial. ¡°Los equipos de desarrollo se pasan leyendo libros todas las noches y fines de semana¡±, admiti¨® hace apenas tres meses Kelly Luegenbiehl, vicepresidenta de contenidos originales internacionales de Netflix. ¡°Cada vez m¨¢s nos gusta todo a todos y luego est¨¢ que se ha roto la hegemon¨ªa que parec¨ªa tener el ingl¨¦s y la econom¨ªa de EEUU de ser los ¨²nicos que pod¨ªan imponer la cultura global por su lengua y su potencial econ¨®mico. El mundo hoy es uno solo; en Netflix tienen la misma oportunidad Stranger Things que La casa de papel¡±, lanza Ramos. ¡°Netflix ha democratizado el acceso a la cultura; el poder ahora est¨¢ en el individuo, nadie elige por ti en un mundo con una cultura m¨¢s compleja, diversa y contradictoria¡±, centra Badenes.

En esa l¨ªnea, s¨®lo Netflix compr¨® en 2018 derechos de medio centenar de libros que est¨¢ convirtiendo en proyectos de serie. Calcula Ramos que un 10% son adaptaciones de obras en castellano. Entre ellas, Memorias de Idh¨²n, de Laura Gallego (en anime), El desorden que dejas, de Carlos Montero, o Cien a?os de soledad, de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Tambi¨¦n desde Espa?a se pilota la adaptaci¨®n de El inocente, del superventas de novela negra Harlan Coben, con quien Netflix ha firmado un contrato exclusivo para desarrollar 14 de sus proyectos, estrategia que no inquieta a un editor como Badenes: ¡°El libro siempre ser¨¢ el I+D de la industria audiovisual: por cuestiones de costes, es m¨¢s eficiente que salga primero un libro y ver luego qu¨¦ pasa¡±. ¡°El ADN de Netflix es colaborar; no es aconsejable para los autores venir directo a nosotros porque los intereses morales y creativos siempre se los defender¨¢ mejor un editor; un productor es experto en producir, no en comprar derechos¡±, remacha el productor.

Que sean dos mundos que se disputan lo mismo, el tiempo de ocio del consumidor, tampoco parece obst¨¢culo para su alianza. ¡°Cuanto mejores series hagamos, m¨¢s libros se leer¨¢n; nuestra experiencia nos dice que creamos caldos de cultivo para la lectura: los j¨®venes hoy no tienen nuestros h¨¢bitos de lectura y les llevamos de un mundo al otro; tras emitir una pel¨ªcula como El fot¨®grafo de Mauthausen se dispararon las ventas de novelas sobre nazis publicadas a?os antes¡±. Badenes lo ratifica con cifras: ¡°La serie El tiempo entre costuras provoc¨® que se vendieran 300.000 ejemplares m¨¢s de un t¨ªtulo que ya hab¨ªa sido un blockbuster; incluso se movieron otros libros de Mar¨ªa Due?as y de otros autores con temas afines¡±. Y apostilla Ramos: ¡°Yo soy de esos: con series o filmes descubro escritores¡±.