El videojuego y la mano izquierda del arte

El videojuego sigue su (?imparable?) camino de consolidaci¨®n como un elemento m¨¢s en el ecosistema cultural, y buena muestra de ello es la presencia que ocup¨® la pasada semana en el festival Celsius (en Avil¨¦s), dedicado a la fantas¨ªa y a la ciencia ficci¨®n en todas sus vertientes.

Conrad Roset, dise?ador de Gris; Adolf Lachman, de Machinarium; y Johan Lun, que hizo lo propio con Monster Boy and the Cursed Kingdom. Tres dise?adores, tres ilustradores, tres artistas visuales. Moderados por ?ngel Luis Sucasas (coautor este blog) y organizada por Nintendo (que invit¨® a asistir a EL PA?S), la charla en el abarrotado auditorio de Avil¨¦s gir¨® en torno a los entresijos del matrimonio que cada vez con m¨¢s frecuencia conforman el arte y el ocio interactivo.

¡°En nuestro trabajo hay referentes del mundo de los juegos como Journey o Ori, pero tambi¨¦n del mundo del cine, como las pel¨ªculas del estudio Ghibli o Disney¡±, explic¨® Roset, de formaci¨®n ilustrador y culpable de esa maravilla visual que el a?o pasado arras¨® el mundo del videojuego espa?ol, Gris, una historia personal¨ªsima que aborda temas como la depresi¨®n y el vac¨ªo, en la que una joven recorre un mundo hecho de acuarelas en busca de los colores perdidos al principio de la aventura.

Lachman, que en 2008 cre¨® un hito visual con Machinarium, revel¨® su fascinaci¨®n con las cosas antiguas. Trabaja con l¨¢piz, y le gusta destruir los mundos que dise?a. ¡°Hice algo curioso. Como buscaba el aspecto de los dibujos hechos por un ni?o, entonces dibuj¨¦ con la mano izquierda". Adem¨¢s,? us¨® un esc¨¢ner de los a?os ochenta para conseguir esa p¨¢tina antigua que impregna el mundo entre mec¨¢nico y ajado de su obra maestra. ¡°Yo tambi¨¦n prob¨¦ el dibujo con la mano izquierda¡± intervino Roset, que confes¨® que ese hecho aparentemente tan trivial le abri¨® todo un mundo de posibilidades.

¡°El caso de Monster Boy es distinto¡±, relat¨® Lun. ¡°No se puede decir que tuviera un desarrollo art¨ªstico al principio, y en esos primeros compases nos dec¨ªan que parec¨ªa creado en Flash¡±. Fue solo un a?o antes de que saliera al mercado (de un desarrollo que dur¨® cinco) cuando el equipo fij¨® el estilo art¨ªstico final. ¡°No voy a mentir, mucha gente perdi¨® pelo cuando tomamos esa decisi¨®n¡±, confes¨® Lun entre risas, a la vez que se?alaba como referentes al anime japon¨¦s y al manga. ¡°Hubo que volver a trabajar y rehacer cosas. Pero vali¨® la pena¡±. ¡°Quer¨ªamos retransmitir la sensaci¨®n de jugar al Zelda, al Final Fantasy 7 o al 9. O sea, crear personajes monos pero que pudieran moverse en paisajes detallados. Recrear las emociones que tuvimos al jugar a estos juegos quienes nacimos en los ochenta¡±. Si algo no se le puede negar al ¨²ltimo Monster Boy es que es un juego bonito, si bien en esa aventura la ilustraci¨®n no juega un papel tan importante como en las otras dos.

Y es que cuando hablamos de la importancia del estilo visual no hablamos solo del envoltorio. Hablamos (al menos, en el mundo del videojuego) de algo que afecta a la ra¨ªz misma de los que se quiere transmitir y que afecta al resto de mec¨¢nicas de la construcci¨®n.

Desde hace unos pocos a?os, lo que antes eran los guionistas de los videojuegos han pasado a ser los dise?adores narrativos. El cambio nominativo viene precedido de un cambio de concepto: hoy la narraci¨®n se integra con el dise?o y lo modifica. ?Deber¨ªa el artista tener la misma consideraci¨®n que el dise?ador narrativo? En otras palabras: ?el artista est¨¢ para dibujar lo que les mandan? ?O debe tener un papel m¨¢s activo, esto es, cuestionar, perfeccionar ¡ªen la medida de lo posible¡ª todo el engranaje de la m¨¢quina?

¡°Depende del proyecto¡±, dice Roset. ¡°Hay que adaptarse al lenguaje que propone el propio videojuego¡±. ¡°Cada componente del juego es un artista y debe tener su palabra propia. Pero dicho esto, cada uno puede inmiscuirse en lo que hacen otros¡±, asegura Lanchman. ?l, de hecho, es m¨²sico, por lo que interviene tambi¨¦n en la parte musical aunque no sea estrictamente su trabajo.

Cambiado el tercio, sobre la posibilidad de agregar emoci¨®n con las actuales herramientas, Lun explic¨®: ¡°En el pasado las expresiones eran limitadas. Pero hoy la animaci¨®n nos permite que se conozca el car¨¢cter del personaje solo vi¨¦ndolo moverse". Y record¨® el cerdo en el que se convierte el protagonista de Monster Boy, que solo con su forma de moverse transmite su forma de ser. Un panorama creativo nuevo que, como en tantas ocasiones cuando hablamos de arte puro, prolifera sobremanera en el ecosistema de los juegos indies. ¡°Los juegos art¨ªsticos viven una explosi¨®n en nuestro sector", dice Roset. "No podemos competir con Uncharted, pero podemos hacer algo art¨ªstico, algo personal. Podemos crear una visi¨®n ¨²nica e intransferible de la realidad. Esa, al final, es la misi¨®n del arte¡±.

Y cabe a?adir: Tambi¨¦n la de los videojuegos.