Las mejores traves¨ªas

Tiempo otra vez de maletas y de movimiento. Y de nuevo una buena ocasi¨®n para llevar con nosotros alg¨²n libro de literatura de viajes, ese g¨¦nero mestizo que se mueve entre fronteras (?claro!) tomando de aqu¨ª y de all¨¢, del ensayo, de la narrativa, de las memorias, de la cr¨®nica, y que ha producido y produce obras de tan distinto signo, entre ellas indiscutibles creaciones maestras. Cada temporada hay estupendas novedades en este campo, porque el g¨¦nero muestra una vitalidad asombrosa; entre los libros recientes que est¨¢n pidiendo un lugar en nuestro equipaje figuran ¨Csi nos cabe- el monumental El tren lun¨¢tico (Ediciones del Viento), el gran cl¨¢sico de 1971 de Charles Miller, un libro fundamental sobre la exploraci¨®n del ?frica Oriental que ha inspirado a toda una generaci¨®n de escritores de viajes (y viajeros) y que tiene como hilo conductor la construcci¨®n del ferrocarril de Mombasa a Nairobi y el lago Victoria (yo lo tom¨¦ hace m¨¢s de treinta a?os, ve¨ªas jirafas desde las ventanas, el revisor llevaba guantes blancos y una noche inolvidable, el tren par¨® en medio de la nada, descendimos en una remota y abandonada estaci¨®n y en el viejo letrero pon¨ªa una sola palabra: ¡°Tsavo¡±; por supuesto volvimos a subir a toda prisa antes de que nos olfatearan en aquella atm¨®sfera espectral los fantasmas de los c¨¦lebres leones devoradores de hombres cazados in extremis por el coronel Patterson).

El libro explica esa aventura de las fieras que, comi¨¦ndose a los obreros, paralizaron durante un tiempo la construcci¨®n de la v¨ªa f¨¦rrea y much¨ªsimas m¨¢s: la magna obra de ingenier¨ªa, de m¨¢s de mil kil¨®metros, realizada en un ?frica todav¨ªa muy ignota, cost¨® seis a?os de azares y peligros, incluidas muchas muertes, descarrilamientos, guerras, ataques de animales salvajes y enfermedades. La obra, que se traduce al espa?ol por primera vez, se publica por el empecinamiento del editor Eduardo Riestra, un hombre del que uno piensa que si hubiera estado con Patterson, el asunto de los leones se hubiera solucionado mucho antes.

Otro de los libros notables que les dec¨ªa es tambi¨¦n sobre ?frica, Congo (Taurus), de David Van Reybrouck, una obra que recorre la historia del tan exuberante como desdichado pa¨ªs desde la prehistoria hasta la actualidad, pasando por el comercio de esclavos, la tenebrosa colonizaci¨®n belga, la descolonizaci¨®n y las terribles guerras. La aportaci¨®n principal del libro es que el autor ofrece la perspectiva de los congoleses, de dictadores a ni?os soldado, ancianos, campesinos, comerciantes o artistas, un fresco que mezcla la historia, el periodismo, la literatura y, por supuesto, el viaje.

Un tercer libro es el viaje a Homero que propone Sylvain Tesson en Un verano con Homero (Taurus), en el que, instalado en un palomar veneciano en la isla de Tinos, en las C¨ªcladas, sobre el Egeo, que ya es lugar estupendo para ponerte a escribir, el autor bucea en la obra del bardo y nos invita a encontrarle un sentido para nuestras propias vidas. De nuevo, ensayo, historia, literatura, viaje.

Son solo algunas propuestas de novedades. Est¨¢ tambi¨¦n ah¨ª El r¨ªo de la m¨²sica, el trayecto mit¨®mano por el bajo Misisip¨ª, de Memphis a Nueva Orleans, del cr¨ªtico musical Miquel Jurado. Pero para confeccionar una lista definitiva de libros de viajes, Babelia ha pedido a una decena de especialistas en el g¨¦nero, que elijan su obra favorita de todos los tiempos para recomend¨¢rsela a ustedes, los lectores, y que justifiquen de su propio pu?o y letra la elecci¨®n. Entre esos especialistas est¨¢n autores y tambi¨¦n editores, y todos han empezado por decir lo mismo: ?un solo t¨ªtulo, imposible!, aunque luego se han ce?ido a rega?adientes ¨Ccon alguna trampa- al juego.

De manera muy bonita, como un g¨¦nero que se honra a s¨ª mismo, la lista se abre con uno de los grandes representantes del mismo (y gran novelista tambi¨¦n, por cierto), Colin Thubron, el autor de En Siberia y otros t¨ªtulos se?eros de la literatura n¨®mada, que recomienda El tiempo de los regalos de Patrick Leigh Fermor (?c¨®mo discut¨ªrselo!), y se cierra con la editora Anik Lapointe, a la que debemos la publicaci¨®n en Espa?a de grandes t¨ªtulos de la narrativa de viajes como los del propio Paddy, Wilfred Thesiger o el mismo Thubron. Lapointe elige, cerrando el c¨ªrculo, una obra de este, El coraz¨®n perdido de Asia, sobre su viaje por las rep¨²blicas de la ex URSS -a?ade En Siberia (voil¨¤ la tricherie!)-. En la selecci¨®n, mucho que era cantado: c¨®mo no iba Patria Almarcegui, una de nuestras m¨¢s sensibles escritoras viajeras (y novelista), autora de Una viajera por Asia central y Escuchar Ir¨¢n, a elegir un libro de esa voz que resuena tanto en la suya que es la de la conmovedora, desgarradora Annemarie Scwarzenbach (el ¡°¨¢ngel devastado¡± de Thomas Mann); y escoge nada menos que Muerte en Persia, un verdadero tesoro de poes¨ªa y melancol¨ªa.

Que otra buen¨ªsima escritora, Mar¨ªa Belmonte, autora de Peregrinos de la belleza y Los senderos del mar, recomiende Desde el Monte Santo era tambi¨¦n bastante predecible, la escritura de Mar¨ªa, viajera culta y apasionada, se aviene estupendamente con la de William Dalrymple. Pilar Rubio, editora de La l¨ªnea del horizonte, que publica y recupera t¨ªtulos espl¨¦ndidos del g¨¦nero (el diario ¨¢rtico de la mujer de Peary o la Cr¨®nica japonesa de Nicolas Bouvier, uno de los grandes autores del g¨¦nero, aunque nadie, ay, lo ha seleccionado) escoge asimismo un gran cl¨¢sico indiscutible, El leopardo de las nieves, de Peter Matthiessen.

Xavier Moret, que nos ha contado medio mundo y que est¨¢ triunfando en catal¨¢n con su novela Formentera Blues, un caso de asesinato en la isla con, precisamente, mucho de libro de viajes, recomienda uno de los cl¨¢sicos m¨¢s divertidos y gamberros, aunque terrible en el fondo, El peor viaje del mundo, de Apsley Cherry-Garrad, uno de los hombres del capit¨¢n Scott. Jordi Esteva, fot¨®grafo, cineasta y escritor, autor de Socotra, la isla de los genios y Los ¨¢rabes del mar, escoge otro t¨ªtulo famoso, El Nilo azul, de Alan Moorehead (que hace pareja con El Nilo blanco, del mismo autor), libro que considera inici¨¢tico. Pep Bernadas, fundador de Alta?r y apasionado viajero, se inclina por una delicatesen, El otro Kioto. El decano Javier Reverte, que nos ha llevado a recorrer el mundo y prepara ahora un libro de viaje literario sobre Sicilia, Venecia y Trieste, sorprende escogiendo un t¨ªtulo de Mark Twain, Inocentes en el extranjero.

Pero las verdaderas sorpresas vienen de la mano de Gabi Mart¨ªnez y Phlip Hoare. El primero, uno de nuestros viajeros m¨¢s literarios (y arriesgados), elige ?Los siete pilares de la sabidur¨ªa! la opus magna de T. E. Lawrence, que, si bien se piensa, es adem¨¢s de todo (incluido un libro de poes¨ªa y un manual sobre c¨®mo volar locomotoras turcas), sin duda, un gran libro de viajes. Hoare, viajero empedernido, selecciona un t¨ªtulo no menos inesperado en este contexto, Moby Dick (que est¨¢ de aniversario: 200 a?os del nacimiento de su autor Herman Melville), aunque por supuesto esperable del autor de Leviat¨¢n y El mar interior.

En esta lista faltan, adem¨¢s de otros buenos autores y editores que hagan su selecci¨®n, por supuesto muchos grandes t¨ªtulos y nombres (a?adamos, venga, el ¨²ltimo libro de Jan Morris, a los 91, la gran madre de todos los viajes que no puede faltar: In my mind¡¯s eye, sus deliciosos pensamientos peripat¨¦ticos ¨Cincluido el de que tras hacer de cronista de la expedici¨®n que conquist¨® el Everest debi¨® ir tambi¨¦n con el Apolo XII: no podemos estar m¨¢s de acuerdo), pero la calidad de los que est¨¢n es indiscutible. As¨ª que tomen nota, y ?feliz maleta viajera!