Neil Armstrong contra el efecto placebo
La proliferaci¨®n de las pseudoterapias y de las teor¨ªas conspirativas ha dado lugar a todo un g¨¦nero ensay¨ªstico dedicado a combatirlas con argumentos cient¨ªficos
Los ensayos cient¨ªficos, como el resto, reflejan y explican el entorno cuando no son capaces de anticiparlo. Y nuestro entorno est¨¢ plagado de gur¨²es que igual curan el c¨¢ncer con lej¨ªa que el insomnio con agua y az¨²car, igual ofrecen la salud a cambio de oler ciertas fragancias o por mirar fijamente piedras, dibujos, manos o ilusiones. Por eso son casi un g¨¦nero en s¨ª mismo los ensayos que desmontan las llamadas terapias alternativas que, m¨¢s precisamente, deber¨ªan llamarse terapias fraudulentas.
?Truco o tratamiento? trata de ¡°buscar la verdad utilizando el m¨¦todo cient¨ªfico¡±, as¨ª que no es recomendable para quienes deciden estos asuntos sobre la base de la fe ciega. ¡°De hecho, si ya se ha decidido por la medicina alternativa, ?por qu¨¦ querr¨ªa conocer las conclusiones de miles de estudios de investigaci¨®n cuando ya tiene todas las repuestas?¡±. Escrito por Simon Singh, periodista cient¨ªfico, y Edzard Ernst, catedr¨¢tico de Medicina y especialista en el estudio de medicinas alternativas, el libro pasa revista a diversas modalidades de este tipo de propuestas, entre ellas la homeopat¨ªa, la fitoterapia, la terapia quiropr¨¢ctica y la acupuntura, adem¨¢s de ofrecer una gu¨ªa r¨¢pida de otras m¨¢s. As¨ª, el primer cap¨ªtulo se dedica a explicar c¨®mo se establece la verdad en medicina, es decir, qu¨¦ terapias han probado su eficacia m¨¢s all¨¢ de toda duda analizadas con el m¨¦todo cient¨ªfico. Diferenciar, en suma, si hay evidencias o si hay creencias. Por ejemplo, sobre la acupuntura, a la que dedica otro cap¨ªtulo en el que revisa su historia, las ¨¦pocas y las razones diversas por las que ha estado de moda algunas veces, as¨ª como los estudios cient¨ªficos y las, a juicio de los autores, equivocadas conclusiones de la OMS en un informe, publicado en 2003, que fue muy discutido y en el que propon¨ªa esta t¨¦cnica como terapia efectiva. Para Singh y Ernst, la acupuntura solo funciona si se tiene fe en el tratamiento, es efecto placebo.
De hecho, el desarrollo de la farmacolog¨ªa acab¨® con su primer boom en Europa. Introducida en Occidente en el siglo XVI, cuando llegaron los primeros informes sobre su uso gracias a los jesuitas que hab¨ªan estado de misioneros en Jap¨®n, se puso de moda en Europa a mediados del siglo XVIII y hasta el XIX, cuando el desarrollo de nuevos f¨¢rmacos contra el dolor la desplaz¨®. Frente al efecto placebo de las agujas, la farmacolog¨ªa tiene una efectividad real, as¨ª que esa moda pas¨®, aunque regresa de vez en cuando y se extiende entre las personas con m¨¢s capacidad para creer.
Los autores recalcan, y es el absurdo de la homeopat¨ªa, la imposibilidad que tiene de actuar como remedio un producto que, por definici¨®n, no contiene ning¨²n principio activo. De donde deducen que se trata de un lucrativo negocio mediante el cual ¡°un simple pato¡± proporciona ¡°20 millones de d¨®lares. Este debe ser el ejemplo definitivo de la charlataner¨ªa m¨¦dica". Hay un producto homeop¨¢tico que explica bien la afirmaci¨®n de los autores: el oscillococcinum, hecho con un coraz¨®n o h¨ªgado de pato diluido en una cantidad de agua dif¨ªcil de imaginar, 10 elevado a 400, es decir, un 1 seguido de 400 ceros. Un solo pato produce infinidad de dosis porque, en definitiva, no queda nada del coraz¨®n del pato en las pildoritas.
El ¡°a m¨ª me funciona¡± de algunos usuarios se explica con el efecto placebo o con el curso natural de muchos males que, si no empeoran, se curan solos. Estas pastillas homeop¨¢ticas que parecieran producidas por Celia Cruz ¡ª85% de sacarosa y 15 de lactosa, dos formas de az¨²car¡ª generan un mercado m¨¢s que notable en Europa, aunque menguante en Espa?a y, desde 2020, a¨²n m¨¢s menguante en Francia, donde la Comisi¨®n de Transparencia de la Alta Autoridad de la Salud acaba de recomendar que la sanidad p¨²blica francesa deje de financiar productos homeop¨¢ticos aduciendo que ¡°no han demostrado cient¨ªficamente una eficacia suficiente para justificar que sean reembolsados¡±.
Adem¨¢s, el libro pasa revista a otras muchas variedades m¨¢s o menos terap¨¦uticas, como el d¨¦tox, que ¡°lo ¨²nico que elimina es el dinero del paciente¡±; velas para o¨ªdos, ¡°terapia a evitar¡±; shiatsu, que ¡°puede provocar da?os¡±; oxigenoterapia, ¡°potencialmente da?ina¡±; reflexolog¨ªa, ¡°cara y sin ninguna evidencia¡±, y otras, todas ellas pasadas a trav¨¦s del tamiz del m¨¦todo cient¨ªfico.
El uso de estos remedios no contrastados depende de muchos factores, pero entre ellos no est¨¢ la formaci¨®n de quien lo usa. Mario Bunge, fil¨®sofo de la ciencia y autor de Las pseudociencias ?vaya timo!, una colecci¨®n de art¨ªcu?los sobre estas cuestiones editados por Alfonso L¨®pez Borgo?oz, afirma que ¡°los cr¨¦dulos son m¨¢s que los esc¨¦pticos¡± y a?ade que ¡°la paradoja es que la educaci¨®n, tal y como est¨¢, en vez de hacer que la gente piense en forma cient¨ªfica hace que se vuelva m¨¢s supersticiosa¡±. Precisamente sobre este libro escribi¨® Fernando Savater: ¡°Da la impresi¨®n de que cada d¨ªa aparecen otras nuevas [pseudociencias]. Es una paradoja que nunca deja de darse en la modernidad, desde el Renacimiento: cuanto m¨¢s avanza la ciencia, m¨¢s prolifera la pseudociencia, como un remedo falsario o como el mono del Zaratustra nietzscheano parodiaba las elucubraciones del maestro¡±.
Desde otro punto de vista, Barbara Ehrenreich, bi¨®loga, experta en inmunolog¨ªa celular, nos coloca frente al espejo en Causas naturales. C¨®mo nos matamos por vivir m¨¢s, en el que se pregunta si ¡°?se puede confiar en la mente?¡±. Para esta autora, dotada de una afilada iron¨ªa, todas las pr¨¢cticas asociadas al mindfulness carecen de cualquier base cient¨ªfica y son, en realidad, una manera de gastar dinero. Pide sentido com¨²n, afrontar la muerte como algo natural y deja claro que cuidar mucho de uno mismo, hacerse ex¨¢menes m¨¦dicos constantemente y perder la cabeza con dietas y ejercicios no garantiza vivir m¨¢s si tus c¨¦lulas enferman.
Con este mismo esp¨ªritu, desmontar mitos sobre pr¨¢cticas m¨¦dicas, el profesor de biotecnolog¨ªa de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia Jos¨¦ Miguel Mulet ha publicado Medicina sin enga?os, una gu¨ªa de carreteras en el pa¨ªs de las medicinas alternativas, muchas de las cuales son ¡°un negocio que puede poner en riesgo la salud¡±, as¨ª que escribi¨® un libro ¡°no sobre medicina, sino sobre los peligros de la pseudomedicina¡±.
Adem¨¢s de estos t¨ªtulos, hay muchos m¨¢s, aunque quiz¨¢ no tantos como terapias novedosas, muchas de las cuales no son sino nuevas formas de estafas econ¨®micas o, m¨¢s peligrosas, estafas a la salud, a la esperanza de quienes no encuentran en la medicina basada en la evidencia remedio para sus males. Porque si la medicina de verdad no ofrece curas, no siempre es f¨¢cil aceptar que es que a¨²n no la tenemos.
Y, adem¨¢s de contra las falsas ciencias en salud, hay muchos libros dedicados a desmontar todo tipo de conspiraciones fantasiosas. Justo ahora que se cumplen 50 a?os del primer paseo lunar de Armstrong y Aldrin, han regresado algunas de las tontunas repetidas por quienes piensan que son m¨¢s listos que el resto y que a ellos nadie se las da con queso. Que, aunque los rusos se lo tragaran, lo del Apollo 11 fue una patra?a. De entre los libros que explican esa necedad, Eugenio Fern¨¢ndez Aguilar, f¨ªsico, divulgador cient¨ªfico y profesor de secundaria, ha escrito La conspiraci¨®n lunar ?vaya timo!, uno de los m¨¢s claros y entretenidos. Fern¨¢ndez, que public¨® hace 10 a?os el libro que acaba de reeditarse, analiza las 50 razones que afirman, m¨¢s all¨¢ de toda duda razonable, que el 21 de julio de 1969, la humanidad lleg¨® a la Luna por primera vez, con permiso de Tint¨ªn.
?Truco o tratamiento? Simon Singh y Edzard Ernst. Traducci¨®n de Paula Rubio Marqu¨¦s y M¨¢ximo A. Chicano D¨ªaz. Capit¨¢n Swing.
Las pseudociencias ?vaya timo! Mario Bunge. Laetoli.
Causas naturales. C¨®mo nos matamos por vivir m¨¢s. Barbara Ehrenreich. Traducci¨®n de Laura Vidal. Turner.
Medicina sin enga?os. Jos¨¦ Miguel Mulet. Destino.
La conspiraci¨®n lunar ?vaya timo! Manuel Fern¨¢ndez Aguilar. Laetoli.
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