Met¨¢foras del presente
Todo lo que expresa la nueva novela de Juan Carlos Chirinos es apasionante, descripciones hermosas, di¨¢logos activos, comparaciones y met¨¢foras
En la nueva novela de Juan Carlos Chirinos (Valera, Venezuela, 1967), los sucesos aterradores y los presentimientos funestos permiten considerarla una met¨¢fora de los desdichados tiempos actuales de su pa¨ªs, aunque la acci¨®n se sit¨²e a?os antes. Como conviene a su naturaleza, hay en ella unos sujetos que representan al Gobierno (el presidente, el canciller y un coronel) trazados con rasgos caricaturescos. Frente a ellos, los protagonistas cumplen sus tareas hasta que se re¨²nen al final en una infausta noche.
Todo lo que expresa la novela es apasionante, descripciones hermosas, di¨¢logos activos, comparaciones y met¨¢foras, y un texto equilibrado; Chirinos es ya uno de los grandes autores latinoamericanos. La voz del narrador, omnisciente y poderoso, poseedor de una visi¨®n total del tiempo y del espacio, preside todo el acontecer. Se dirige a los personajes y los observa hasta poseerlos de una forma casi obscena e impone su visi¨®n fatalista de los acontecimientos. La otra gran presencia es la que el t¨ªtulo indica, los curumos, nombrados en el relato con una palabra m¨¢s tenebrosa, zamuros (seg¨²n una nota se trata del buitre negro americano). Estos bichos planean amenazantes por el cielo de Caracas y tambi¨¦n invaden las terrazas de los edificios. Son ¡°p¨¢jaros hediondos¡±, ¡°heraldos negros¡± que con su ¡°visi¨®n ol¨ªmpica¡± lo saben todo, incluso si los habitantes de la ciudad est¨¢n muertos o vivos.
Queda claro que Chirinos lo cuenta todo con un lenguaje adecuado para cada momento, pero hay tambi¨¦n momentos extraordinarios o, para decirlo con Joyce, de epifan¨ªas. Por ejemplo, el retrato de Caracas aplastada por la tormenta como una vestal dispuesta al sacrificio. En un pasaje un hombre recorre la ¡°espalda negra¡± de una mujer y la confronta con ¡°laderas nevadas¡± y al hombre con ¡°soldados finlandeses¡±; en otro las gotas de lluvia son ¡°paracaidistas¡± que, naturalmente, nos invaden. En un momento dado el coronel ve desde una terraza los edificios de la ciudad ¡°iluminados como un pesebre navide?o¡±. Efectivamente solo esperan un manotazo para destruirlos.
Los cielos de curumo. Juan Carlos Chirinos. La Huerta Grande, 2019. 183 p¨¢ginas. 19 euros.
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