Una fiesta de la imaginaci¨®n
Irene Sol¨¤ basa en algunas leyendas catalanas esta novela, en la que reivindica el di¨¢logo de mujeres y hombres con la naturaleza
En una novela titulada El clamor de los bosques (Alianza), del escritor norteamericano Richard Powers, publicada este a?o, se plantea como asunto angular la vinculaci¨®n entre humanidad y naturaleza. No se trata de un canto pastoril, se trata de un recordatorio transfigurado en ficci¨®n, dado los d¨ªas de desprecio hacia nuestro entorno, vivido como si la naturaleza no fuese nuestra hermana inseparable. La narrativa sobre esta vinculaci¨®n (o sobre su contrario, la enajenaci¨®n de ella) es abundante, desde Hes¨ªodo hasta Jean Giono. Me parece pertinente este comentario a prop¨®sito de mi lectura de Canto yo y la monta?a baila (Canto jo i la muntanya balla), de la escritora catalana Irene Sol¨¤ (Barcelona, 1990).
Irene Sol¨¤, ya nos lo dice en una nota al final de su libro, basa su novela en algunas leyendas catalanas. El resto es obra de su imaginaci¨®n. Y de su prop¨®sito de reivindicar el di¨¢logo de mujeres y hombres con la naturaleza que les cay¨® en suerte. O que fueron a buscar o de la que quisieron un d¨ªa escapar. El per¨ªmetro de los hechos relatados ocupa una zona de los Pirineos (cuyo nombre emerge del dios griego Pirene), entre Camprodom y Prats de Moll¨®. Sus protagonistas distribuyen sus existencias, m¨¢s felices, m¨¢s desgraciadas o m¨¢s resignadas a trav¨¦s de cap¨ªtulos donde todos los actores de la novela tienen voz. Los rayos tienen voz y saben el mal que hacen cuando lo hacen. Las leyendas participan de la fiesta de la imaginaci¨®n, y lo hacen de tal manera que resulta indiferente si lo que leemos es verdad o ficci¨®n: siempre terminan conmoviendo. O interrog¨¢ndonos.
En la secci¨®n de Sucesos de los diarios, siempre hay alguien que muere de un disparo equivocado. La presa a veces es un ser humano, como si la naturaleza mezclara los t¨¦rminos de la vida y todo terminara un d¨ªa en el d¨ªa m¨¢s aciago de alguien. Esto ocurre en esta novela. El desconsuelo y el af¨¢n de redenci¨®n son devastadores, cuando alguien equivoca el disparo que nunca dejar¨¢ de sonar en su memoria.
Las historias (como si fueran relatos independientes) que se cuentan en este bell¨ªsimo libro contrar¨ªan toda euforia buc¨®lica. La naturaleza, nuestra semejante, est¨¢ ah¨ª, esper¨¢ndonos.
Canto yo y la monta?a baila. Irene Sol¨¤. Traducci¨®n de Concha Carde?oso S¨¢enz de Miera. Anagrama, 2019. 168 p¨¢ginas. 16,90 euros.
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