Un ¡®thriller¡¯ aceptable
'Quien a hierro mata' suena a encargo, se aleja del mundo al que nos ha habituado su director
No conozco personalmente al director Paco Plaza. Leo una entrevista que le hacen en la contraportada de este peri¨®dico en la que cuenta su antigua y leg¨ªtima batalla en las filas del MeToo, su mecenazgo creativo de la se?ora Leticia Dolera y su certidumbre de que discutir la genialidad de Julio Iglesias equivale a dudar del arte del cuadro Las meninas. No tengo constancia de que una alteraci¨®n de las neuronas cerebrales, o un desbarre de militancia en la modernez, conduzca a s¨ªmiles tan dada¨ªstas. Pero a lo peor, lo dice en serio. L¨¢stima que no exprese su opini¨®n sobre la negativa de una tal Lucrecia Martel, presidenta del jurado en el festival de cine de Venecia, a ver en p¨²blico la ¨²ltima pel¨ªcula del ancestral pecador Roman Polanski, que se presenta a concurso. Admito sus sagrados escr¨²pulos morales, pero no entiendo por qu¨¦ co?o acept¨® ser juez de un certamen en el que compet¨ªa el presunto Satan¨¢s.
QUIEN A HIERRO MATA
Direcci¨®n: Paco Plaza.
Int¨¦rpretes: Luis Tosar, Mar¨ªa V¨¢zquez, Xan Cejudo, Ismael Mart¨ªnez, Enric Auquer.
G¨¦nero: thriller. Espa?a, 2019.
Duraci¨®n: 107 minutos.
Tambi¨¦n cuentan en la entrevista que el se?or Paco Plaza tiene justificada fama de ser una de las personas m¨¢s educadas, calmadas y respetuosas del cine espa?ol. Son valores que admiro y que me parecen absolutamente necesarios, aunque yo est¨¦ negado para practicarlos en muchos casos. Pero lo que tengo claro es que sus caracter¨ªsticas como creador de cine tienen poco que ver con esas virtudes tan civilizadas y humanistas. Su vocaci¨®n es el g¨¦nero de terror, las tinieblas, los monstruos que acechan. Y lo hace muy bien, est¨¢ muy dotado para provocar el escalofr¨ªo en el receptor. Su anterior pel¨ªcula, titulada Ver¨®nica, que solo me atrev¨ª a ver estando acompa?ado, ya que a pesar de mi descreimiento me alteran los nervios las pel¨ªculas sobre gente pose¨ªda (adem¨¢s, acostumbran a ser muy malas, con gloriosas excepciones como La semilla del diablo, La profec¨ªa y El exorcista), pero la historia de esa adolescente de Vallecas, presuntamente pose¨ªda por el Maligno, aunque este tambi¨¦n podr¨ªa llamarse soledad, complejos, aislamiento intimo, era original, perturbadora, sombr¨ªamente atractiva, sin abusar del efectismo y los malditos sustos.
Quien a hierro mata suena a encargo, se aleja del mundo al que nos ha habituado su director. Imagino que despu¨¦s del ¨¦xito de la m¨¢s que digna serie Fari?a, hay l¨®gica y aviesa urgencia en las productoras por hacer pel¨ªculas y series protagonizadas por el narcotr¨¢fico. A ser posible, gallego. Con acento y ambientaci¨®n que no suenen a impostura. Paco Plaza hace un trabajo muy profesional, narrando la venganza del enfermero de una residencia de ancianos contra un capo anciano y devastado f¨ªsicamente, aunque intacto su siniestro cerebro. Hay razones inapelables para ese odio. Llovi¨® infinito jaco en una ¨¦poca sobre Galicia enganchando a mucha gente joven, o casi ni?os, en un callej¨®n sin salida para la inmensa mayor¨ªa de ellos. El difunto hermano peque?o del enfermero fue uno de ellos. Y permanece el tormento de aquel recuerdo; aunque se haya puesto relativamente de acuerdo con la vida a trav¨¦s de su mujer, su hijo y su trabajo. Y sigues con inter¨¦s su retorcido proceso, haci¨¦ndole probar la salvaje medicina al traficante que se enriqueci¨® con ella. Pero tambi¨¦n sobran cosas como esos in¨²tiles flash-backs que suenan a cine cutre. Y Luis Tosar est¨¢ sobrio y convincente en un personaje que se prestaba al exceso, a una intensidad molesta.
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