Paranoia y sangre
Normalmente quien no quiere respuestas no hace preguntas
Antes de que yo me fuese de Sanxenxo me hice los an¨¢lisis del final del verano, unas fechas que muchos aprovechan para despedirse de las playas y los amigos, y a otros nos quitan sangre para que sepamos si nos tenemos que despedir de nuestros amigos hasta el pr¨®ximo verano o hasta siempre. Me acompa?¨® a ver a la doctora mi amigo Elisardo Bastiaga, que ya se hab¨ªa hecho los an¨¢lisis despu¨¦s de la investidura fallida de Pedro S¨¢nchez porque, dijo, su salud no va en consonancia con su estilo de vida, sino con la estabilidad democr¨¢tica del pa¨ªs. Repiti¨® ese d¨ªa.
Fue algo delicado porque normalmente quien no quiere respuestas no hace preguntas. Y sacarse sangre es hacerse bastantes preguntas, al menos fuera de la ba?era y sin un cuchillo. Bien es verdad que la doctora Trujillo que nos atendi¨® parec¨ªa tan d¨¦bil y cansada que estuvimos a punto de hacerle la prueba nosotros a ella. Los pinchazos transcurrieron con normalidad, salvo un alarido inoportuno de Bastiaga cuando le clavaron la aguja, que ya me dir¨¢s t¨² esos sustitos cuando en los a?os noventa las debi¨® de ver de todos los colores.
Ayer me llegaron a Madrid los an¨¢lisis con las consecuencias esperadas: la doctora me lo ha prohibido todo. Tanto me ha prohibido que tengo la sensaci¨®n de estar escribiendo a sus espaldas. Es impresionante: te sacan dos tubitos de sangre y no te dicen a qu¨¦ le puedes dar like y a qu¨¦ no de milagro.
Lo peor no fue eso, sino que se extraviasen los resultados de Bastiaga, quiz¨¢ tambi¨¦n como met¨¢fora de c¨®mo va Espa?a. Hay algo a¨²n peor que hacerte un chequeo m¨¦dico despu¨¦s de las vacaciones: que los m¨¦dicos pierdan los resultados. El paranoico, y Bastiaga lo era, cree al instante que lo que se ha abierto en el centro m¨¦dico de Sanxenxo es un comit¨¦ de crisis para tratar de explicarle al paciente la cantidad de enfermedades graves, muchas de ellas in¨¦ditas, que tiene.
¡ªMorir¨¦.
¡ªComo yo, respond¨ª al tel¨¦fono.
¡ªPero yo por querer saberlo.
Me cuenta que fue a la consulta a por sus papeles y la doctora le pregunt¨® los datos b¨¢sicos, si era al¨¦rgico a algo, si hab¨ªa sido operado (Bastiaga le dijo que se hab¨ªa puesto pelo antes del entierro de su t¨ªo, si bien no sab¨ªa que su t¨ªo se iba a morir, por lo que fue todo un foll¨®n) y, en caso de tener cuenta en redes sociales, cu¨¢ntos followers ten¨ªa. ¡°?Pero eso es importante?¡±, pregunt¨® Bastiaga. ¡°No¡±, respondi¨® ella con el gesto muy severo, gafas en la punta de la nariz, ¡°pero me acabo de abrir un Instagram y es por ver c¨®mo va¡±.
Bastiaga le cogi¨® el m¨®vil mientras ella miraba, le dio a seguir a su cuenta y le explic¨® cuatro conceptos b¨¢sicos. Cuando se march¨®, record¨® algo llev¨¢ndose la palmita a la frente, como el de los donettes. ¡°Pero doctora, ?me dice los resultados?, ?tengo algo?¡±. ¡°Por lo que veo en mi m¨®vil, el resultado es una follower m¨¢s y tener, tienes 99¡±, sonri¨®. ¡°Respecto a tu sangre, no ha llegado¡±. No le dijo a d¨®nde, aunque Bastiaga, por el tono, cree que se refer¨ªa a su cerebro.
Babelia
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