Buenamente
Elisardo Bastiaga narra su romance plat¨®nico con Rosal¨ªa
De camino al aeropuerto, Elisardo Bastiaga dice, mientras no deja de mirar el paisaje verde de los montes gallegos de la AP-9, que ¨¦l estuvo saliendo con Rosal¨ªa. ¡°Poco tiempo¡±, dice para que no piense que es un fantasma.
¡ªPero en El mal querer hay much¨ªsimo de nuestra relaci¨®n, comenta, y cambia rapid¨ªsimo de tema. ?Viste el Madrid-Valladolid?
¡ª?Qu¨¦ hay vuestro? ?Tra, tra?
En la radio se est¨¢ contando el ¨²ltimo ¨¦xito de Rosal¨ªa; si se estuviese hablando del ¨²ltimo ¨¦xito de Lenny Kravitz, Bastiaga habr¨ªa estado liado con ¨¦l tres a?os.
Me voy a Madrid, clausuro mis d¨ªas en Galicia y tambi¨¦n con Bastiaga, que se queda un par de d¨ªas m¨¢s en Sanxenxo, si bien ha creado un grupo de WhatsApp para estar en contacto: un grupo de dos, que hay que tener las neuronas ocupadas para hacer un grupo de dos, pero yo ya prefiero no preguntar. Me tiene en ¨®rbita.
Mientras conduce, habla de Malamente. No puedo asegurarlo pero tengo la sensaci¨®n de que se ha estudiado punto por punto el v¨ªdeo de Jaime Altozano sobre Rosal¨ªa; me impacta m¨¢s la imagen de Elisardo Bastiaga (50 a?os, 97 followers, uno desapareci¨® de madrugada, ¡°cuando yo dorm¨ªa¡±, dice: piensa que Instagram es un cobertizo donde tiene a todos los seguidores encerrados) viendo v¨ªdeos de Altozano que de la mano con Rosal¨ªa por la Alameda de Santiago de Compostela. Hay una colisi¨®n divertid¨ªsima del mundo Bastiaga con el mundo millennial que me tiene en vilo.
Pero fue as¨ª, seg¨²n ¨¦l. Por la Alameda, por el Franco, hasta hicieron la Par¨ªs-Dakar de la zona vieja. Pas¨® hace cinco a?os, dice. ¡°No hicimos nada¡±, matiza brutalmente. ¡°Com¨ªamos Doritos tex-mex, ve¨ªamos Los Soprano, escuch¨¢bamos canciones de Chuck Berry¡±. La relaci¨®n se enfri¨® cuando Rosal¨ªa conoci¨® a C. Tangana, pero para entonces la vida de los dos iba ya por derroteros muy distintos. ¡°?l adem¨¢s ten¨ªa ya much¨ªsimos followers, yo ni siquiera me hab¨ªa abierto una cuenta¡±, dice.
Lo miro porque no me creo que en esa cabeza extraordinaria quepan dos padres astronautas de la misi¨®n Apolo, un ¨¢rbitro frustrado, un negociador al m¨¢s alto nivel del Gobierno de Pedro S¨¢nchez y un exnovio de Rosal¨ªa sin ser capaz de llegar a 100 followers en Instagram.
¡ªNos empezamos a querer como amigos, y lo dejamos. No quiero responsabilizarla.
¡ª?Pero no dijiste que no hab¨ªais hecho nada?
¡ªPero ten¨ªamos ganas. Cuando hay ganas, no hay amistad. Las ganas lo ocupan todo.
Al llegar al aeropuerto vemos que no hay aparcamiento en bater¨ªa, la ¨²nica manera en la que sabe estacionar Bastiaga, as¨ª que lo aparca empotr¨¢ndose contra un hummer del que salen dos guardaespaldas que se identifican como miembros del equipo de seguridad de Alejandro Sanz. Bastiaga les hace una foto rapid¨ªsima que cuelga en Instagram con el comentario: ¡°Aqu¨ª, con los guardaespaldas de Alejandro Sanz¡± antes de sacarlo del coche por la camisa (ya en la foto colgada sus caras tampoco eran muy de estar posando). Sube dos followers, se queda en 99.
Babelia
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