Peligro en la planta 420?

Con Tortugues: la desacceleraci¨® de les part¨ªcules (2015) ya se ve¨ªa venir que la debutante Cl¨¤udia Ced¨® dar¨ªa la campanada. Un a?o antes hab¨ªa llegado la desgarradora Llibert, de Gemma Bri¨® y Norbert Mart¨ªnez, donde una joven pareja hab¨ªa tenido a un beb¨¦ condenado a ser un muerto en vida. Una gossa en un descampat, la obra de Ced¨® estrenada el pasado a?o en la sala Beckett de Barcelona, aborda una decisi¨®n igualmente terrible: la muerte perinatal. Ambas piezas han llegado al coraz¨®n del p¨²blico por el dif¨ªcil equilibrio entre la valent¨ªa del asunto y la combinaci¨®n entre la delicadeza y la intensidad del tratamiento. Presentado en el Grec 2018 y dirigido por Sergi Belbel, el drama de Cl¨¤udia Ced¨® (con sorprendentes destellos de humor) se llev¨® no pocos premios de la cr¨ªtica, y acaba de llenar de nuevo la Beckett abriendo temporada. Max Glaenzel firma un espacio dramat¨²rgico a cuatro bandas, mezclando realidad y fantas¨ªa en una clave sencilla y compleja. El descampado que da t¨ªtulo a la obra busca plasmar un no man¡¯s land, un desierto rodeado de desechos y viejos neum¨¢ticos en el que laten dolor, miedo y recuerdo.

J¨²lia (Maria Rodr¨ªguez) es la maestra embarazada de la que sabemos, desde el comienzo, que perdi¨® a su criatura. Desde que vi a Maria Rodr¨ªguez haciendo Ofelia en el Lliure, me pareci¨® haber descubierto a una actriz con una voz preciosa, una mirada que atraviesa y una poderosa capacidad emotiva. Tambi¨¦n sigue saltando a la vista su capacidad para habitar la tragedia (el descampado), y lo bien que combina fragilidad y fuerza. ¡°Desdoblamiento¡± bien podr¨ªa ser uno de los nombres de este juego que comienza con dos Julias: la Primera (Maria Rodr¨ªguez) y la Segunda (M¨ªriam Monlle¨®), algo as¨ª como la mezcla entre amiga invisible y voz interior de la muchacha embarazada. Quiz¨¢s a la segunda le falte un poco de claridad (o yo no se la acabo de pillar), pero se perciben bien sus intentos de azuzar su conciencia y ayudarla a recuperarse de la p¨¦rdida.

El desdoblamiento se expande tambi¨¦n en multiplicidad de tonos y formas, desde el valor que supone alternar dolor y risa, en escenas como la de Ester, la enfermera en pr¨¢cticas, que debuta en el hospital poni¨¦ndole con enorme torpeza una v¨ªa a la doliente J¨²lia. Ester es Queralt Casasayas, que encarna tambi¨¦n a Irene, hermana de J¨²lia, a una anestesista sin nombre, a una panadera en EE?UU y a Martina (que trabaja con J¨²lia en la escuela). M¨¢s desdoblamientos: Pep Ambr¨°s es Pau (pareja de J¨²lia) y, sorpresa, Ombra, encarnaci¨®n del hijo muerto. Xavi Ricart es Josep (pomposo veterinario, padre de J¨²lia) y Ricard Gaus¨¤, director de teatro, donde trabajaba Pau como iluminador. Todo esto es lujo actoral, pero para despliegue apabullante que brota con pasmosa naturalidad, el de la gran Anna Barrachina, una actriz crecida en la calle, en la comedia melodram¨¢tica, en la verdad clara. Borda seis personajes, que me limito a enumerar, para mostrar la variada gama: la abuela y la madre de J¨²lia, la doctora Prat (ginec¨®loga), Gloria (actriz reputada), Carmen (psic¨®loga) y la Mari (enfermera).

El riesgo de jugar a ¡°teatro dentro del teatro¡± o apoyarse excesivamente en el humor como contrapunto puede rozar el artificio o la gratuidad, o desdibujar el tono, apoy¨¢ndose demasiado en el ¡°respiro c¨®mico¡±, pero quienes piensen eso no conocen a la Barrachina, una actriz que, en profundidad y gracia, me recuerda a Carmen Machi: como ella, puede ser monarca y mendiga en el mismo vuelo. Y no hay que olvidar, desde luego, la riqueza de historias desplegada por Cl¨¤udia Ced¨® y tejidas por un Sergi Belbel en su mejor forma: un material muy bien modulado, muy rea?lista y a la vez muy leve, con un aire que entremezcla realismo y comedia francesa, con equilibrio ajustado tanto en el humor como en el drama. Algunos momentos preciosos: el latido del coraz¨®n del ni?o antes de despedirse; el encuentro de J¨²lia con la Sombra, mostrando lo que hubiera sido su vida. Dos pasajes de Anna Barrachina: como Gloria, recitando ¡°los cad¨¢veres de nuestros hijos nos preceder¨¢n¡±, y cantando (?en un club de Nevada!) el I¡¯m Thru with Love de Marilyn. Y el un poco obvio pero siempre conmovedor Heroes de Bowie a guisa de himno final. Muy buen trabajo sonoro de Jordi Bonet. Por cierto, hablando de desdoblamientos (o duplicidades). Belbel riz¨® el rizo el pasado verano (del 25/6 al 29/7) haciendo que Maria Rodr¨ªguez y Vicky Luengo (ahora sustituida por M¨ªriam Montlle¨®, sin variar roles) alternasen ¡°sus¡± J¨²lias en funciones respectivas. En el teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid, Vicky Luengo y Maria Rodr¨ªguez retomar¨¢n en enero sus personajes en castellano bajo el t¨ªtulo de Como una perra en un descampado. El resto del reparto permanecer¨¢ igual que en verano.

Una gossa en un descampat. Texto: Cl¨¤udia Ced¨®. Direcci¨®n: Sergi Belbel. Sala Beckett (Barcelona), hasta el 13 de octubre. Teatro Valle-Incl¨¢n (Madrid), 31 de enero a 16 de febrero de 2020.