¡°?Por qu¨¦ hacemos cosas para usarlas solamente una vez?¡±
La productora Jo Ruxton no quer¨ªa mostrar solo la belleza del mar como le ped¨ªa la BBC y film¨® el documental 'A Plastic Ocean'
Siempre le ped¨ªan que ense?ara los oc¨¦anos como algo precioso, lleno de vida. As¨ª que buce¨® por algunos de los fondos marinos m¨¢s bellos. Despu¨¦s, la productora Jo Ruxton los mostraba en los prestigiosos documentales de la BBC que se ve¨ªan en buena parte del mundo. Pero hace unos 10 a?os, estaba filmando calderones bajo las aguas de Gibraltar y vio un inmenso mant¨®n de pl¨¢stico que el fuerte viento del estrecho hab¨ªa arrastrado al mar desde los cercanos invernaderos. Desde luego, no era la primera vez que ve¨ªa luchar a los animales, como aquellos cet¨¢ceos, contra la contaminaci¨®n. Sin embargo, aquella vez pens¨® que ya estaba bien de que las c¨¢maras evitaran enfocar la basura de las playas donde desovaban las tortugas, que hab¨ªa que ense?ar lo que hab¨ªa. ¡°Si la gente sigue pensando que el mar es muy limpio, lo seguir¨¢ tratando como un basurero¡±, explica Jo Ruxton, de 64 a?os, en el Oceanogr¨¤fic de Valencia, antes de impartir una charla.
La productora plante¨® su idea a la BBC, pero la respuesta fue que ¡°que nadie est¨¢ interesado en los problemas del mar¡±. ¡°Yo insist¨ª en que hab¨ªa que darle la oportunidad al p¨²blico de escoger. Si est¨¢ informado puede decidir hacer algo o ignorarlo¡±, apunta. Mujer, madura y productora audiovisual, los responsables de recursos humanos de la cadena brit¨¢nica le intentaron convencer de que no iba a llegar m¨¢s alto. De eso hace unos diez a?os. "Cuando llegas a los 50 eres invisible. Cuando hay presentaciones, la gente evita a la mayores y en producci¨®n audiovisual todav¨ªa es peor", afirma.
Ruxton dej¨® la casa madre, moviliz¨® a sus conocidos, mont¨® la fundaci¨®n Plastic Ocean y empez¨® a preparar A Plastic Ocean. Estrenado en 2016, el documental se ha convertido en un hito en la concienciaci¨®n medioambiental y de los problemas de los oc¨¦anos, el mayor productor de oxigeno del mundo. Se ha visto en m¨¢s de 60 pa¨ªses y se sigue proyectando tanto en colegios como en foros para ejecutivos chinos, por ejemplo. En Espa?a se puede ver en varias plataformas, como Amazon, y hasta hace poco en Netflix. El periodista Craig Leeson la dirige y presenta y en este viaje alrededor del mundo del mar de pl¨¢stico intervienen desde el cient¨ªfico y divulgador David Attenborough ¡ª"una de las pel¨ªculas m¨¢s importantes de nuestro tiempo", asegura¡ª hasta la campeona mundial de apnea Tanya Streeter.
Dif¨ªcilmente, la BBC le hubiera dicho que no ahora a A plastic Ocean. ¡°En una d¨¦cada ha habido un cambio grande en la conciencia de la gente, en los gobiernos, en las ONG. Y particularmente, en las escuelas. Por eso soy optimista. Los ni?os influyen tanto en los padres. Antiguamente se pensaba que los ni?os deb¨ªan crecer para entender, pero ahora nos damos cuenta que el poder de cambio est¨¢ en los ni?os y adem¨¢s, act¨²an muy r¨¢pido", explica.
Ruxton no es partidaria del alarmismo de titulares tipo En 2050 habr¨¢ m¨¢s pl¨¢stico que peces en los oc¨¦anos, como se ley¨® en un informe del foro de Davos. Es una afirmaci¨®n imposible de contrastar: no hay ninguna estad¨ªstica segura del n¨²mero de peces, aunque s¨ª de micropl¨¢sticos. Y ella prefiere actuar sobre evidencias para cambiar mentalidades.
En su opini¨®n, el mayor enemigo de los mares ahora son los pl¨¢sticos de las botellas, por ejemplo. ¡°El pl¨¢stico fue dise?ado para no deshacerse, para luchar contra la naturaleza, por qu¨¦ hacemos cosas que usamos una sola vez y se tiran¡±, se pregunta ret¨®ricamente. "?Sabes por qu¨¦ tenemos botellas con agua? Porque en los ochenta la gente empez¨® a comprender que hab¨ªa mucho az¨²car en los refrescos, en la Coca-Cola, Pepsicola... Estas bebidas con az¨²car perdieron ventas y esas mismas empresas empezaron a embotellar el agua en pl¨¢stico. Fue una lavada de cerebro¡±, a?ade.
El documental tambi¨¦n incide en c¨®mo los pl¨¢sticos se acumulan en las zonas m¨¢s pobres del mundo. ¡°Nosotros fabricamos el pl¨¢stico, pero llega un momento en que no lo queremos. Se lo damos a los pa¨ªses que no tienen infraestructuras para destruirlo ni reciclarlo y despu¨¦s los culpamos por ponerlos en el oc¨¦ano. China acaba de prohibir la importaci¨®n de basuras sobre todo de pl¨¢stico. Es muy complicado pero es bueno porque los pa¨ªses desarrollados tienen que hacer pensar que no tienen d¨®nde mandarla¡±, razona Ruxton. Y destaca la pol¨ªtica y concienciaci¨®n de pa¨ªses como Noruega, Suecia o Alemania y el bien camino que llevaba el Reino Unido. Aqu¨ª apostilla: ¡°Hasta que empez¨® el Brexit¡±.
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