El viaje de Mordzinski a 40 a?os de literatura en espa?ol
El fot¨®grafo argentino re¨²ne en la Casa de Am¨¦rica 250 retratos de escritores
Vargas Llosa escribiendo bajo las s¨¢banas, iluminado por una vela; Juan Gabriel V¨¢squez jugando al billar, Wendy Guerra desnuda, Luis Sep¨²lveda con guantes de boxeador¡ las sorprendentes historias con las que el fot¨®grafo argentino Daniel Mordzinski (Buenos Aires, 59 a?os) envuelven a los escritores que retrata tienen m¨²ltiples caras. ?l dice que la proa de su trabajo ha sido ¡°sacar a los autores de su entorno y, recurriendo a una puesta en escena artificial, lograr algo natural¡±. Mordzinski, de negro, con su gorra y bufanda azul el¨¦ctrico, record¨® las numerosas an¨¦cdotas vividas con los creadores durante la presentaci¨®n, el 11 de octubre, de la exposici¨®n que re¨²ne en la Casa de Am¨¦rica, hasta el 30 de noviembre, m¨¢s de 250 de sus im¨¢genes, de las que unas 90 son in¨¦ditas.
Son cuatro d¨¦cadas de trabajo (¡°la m¨¢s completa visi¨®n de mi trabajo¡±, asegura) que comenz¨® con el retrato que tom¨® en 1978, con solo 18, a?os a Jorge Luis Borges: en blanco y negro, con el escritor sentado junto a un micr¨®fono y dos elementos perturbadores, una mano a la derecha y parte de un techo iluminado a la izquierda. El recorrido llega hasta los m¨¢s nuevos autores del idioma espa?ol. Durante este tiempo, las fotograf¨ªas de Mordzinski, ¡°las fotinskis¡±, como ¨¦l tambi¨¦n las llama, se han convertido en ¡°verdaderas exploraciones de la intimidad psicol¨®gica, de los s¨®tanos de la personalidad¡± de los escritores, como escribi¨® Mario Vargas Llosa en un art¨ªculo en EL PA?S en marzo de 2013, poco despu¨¦s de que al fot¨®grafo le sucediese una cat¨¢strofe para su patrimonio y su vida como fue la p¨¦rdida en un incendio de unos 5.000 negativos. Luego recuper¨® unos cientos, gracias a copias que le dieron los familiares de los escritores.
A¨²n hoy, con tantos a?os de experiencia, convertido en el autor de un atlas humano de la literatura hispanoamericana, Mordzinski asegura que "cada foto es un salto a lo desconocido". Puede ir con una idea de lo que quiere del retratado, pero despu¨¦s la realidad puede transformar su pensamiento en un relato fant¨¢stico. Como sucedi¨® con la escritora Marina Perezagua. "Me dijo que era nadadora¡ y con ese nombre y ese apellido¡". Lo que le vino a la mente fue fotografiarla boca arriba sobre el agua, parece casi una ahogada, a docenas de metros de la orilla de la playa de la ciudad portuguesa de P¨®voa de Varzim. Otras veces opt¨® por retratos de grupo, en ocasiones por detalles, fuesen unos labios o unas manos, y el humor es otro de los distintivos que emergen en las fotinskis. Como la imagen de la nicarag¨¹ense Gioconda Belli, con la camiseta del Sporting de Gij¨®n ¡ªel equipo de Mordzinski¡ª, d¨¢ndole una patada a un bal¨®n.
Pese a estas puestas en escena, su forma de trabajar es deudora del fotoperiodismo. "Gracias a mis colaboraciones en prensa aprend¨ª a ser r¨¢pido y a no paralizarme por la personalidad o la fama del retratado", explica. Un aplomo que queda muy lejos del Mordzinski de 1978, el que huy¨® a Par¨ªs de la dictadura argentina. "Era la patria de los que en aquel momento no ten¨ªamos otra y all¨ª aprend¨ª de Julio Cort¨¢zar el sentido l¨²dico de la literatura". La admiraci¨®n por el autor de Rayuela, del que habla en un tono casi solemne, le llev¨® a la osad¨ªa a averiguar d¨®nde viv¨ªa y dejarle un mensaje en el contestador del tel¨¦fono. "Soy Daniel Mordzinski, fot¨®grafo, y ma?ana voy a inaugurar mi primera exposici¨®n. Me har¨ªa much¨ªsima ilusi¨®n que vinieras". El fot¨®grafo no ten¨ªa esperanzas hasta que vio aparecer al creador de los cronopios.
El recorrido por las dos plantas de la exposici¨®n Objetivo Mordzinski, organizada por el organismo p¨²blico Acci¨®n Cultural Espa?ola A/CE, suscita cada pocos pasos la misma pregunta. C¨®mo diablos logr¨® que Cor¨ªn Tellado, con sus gruesas gafas, posase detr¨¢s del cristal de una puerta; o que Juan Gelman lo hiciese tocando el acorde¨®n. Es ese hombre que, como cont¨® Vargas Llosa, se le ve en acci¨®n "rog¨¢ndoles o exigi¨¦ndoles a los escritores que posen para ¨¦l, a veces trepando a los ¨¢rboles como monos, o haciendo equilibrio a orillas de abismos".
Bibliotecas, cocinas y ba?os de los autores
Como buen fot¨®grafo, Daniel Mordzinski asegura que tiene mucho material guardado para montar futuras exposiciones, con im¨¢genes tomadas en las sesiones en las que retrataba a los autores. Las horas de conversaci¨®n y compa?¨ªa le han dado para atesorar una "colecci¨®n de fotograf¨ªas de bibliotecas de escritores". M¨¢s ¨ªntimas son las instant¨¢neas en las cocinas de sus casas, gracias a su costumbre de tomarse un caf¨¦ con ellos. "Fotografiarlos en esos lugares es como entrar en su intimidad", dice Mordzinski. Distinto fue el caso del intelectual Jorge Sempr¨²n en su casa de Par¨ªs. "Lo retrat¨¦ en su habitaci¨®n y en el ba?o".
Babelia
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