Solo buenos y malos en la crisis griega

"Nada de lo humano me es ajeno¡±, afirmaba no s¨¦ qui¨¦n, alg¨²n profesional del humanismo. Costa-Gavras podr¨ªa jurar que ha dedicado toda su existencia como director de cine a denunciar el lamentable estado de las cosas en muchos lugares del universo, al thriller pol¨ªtico, la denuncia social, las salvajadas y los asesinatos impunes que han sufrido gente honorable o inocente en la historia de los ¨²ltimos cien a?os. Por su parte, siempre ha tenido muy clara la identidad de los buenos y de los malos. Qu¨¦ envidia. Y su comprometido cine disfrut¨® durante mucho tiempo de un p¨²blico incondicional, internacional y muy amplio.

Por alguna raz¨®n, por si acaso, no he querido revisar la mayor¨ªa de sus pel¨ªculas. La censura franquista no otorg¨® l¨®gicamente su bendici¨®n a Z, que describ¨ªa el golpe de Estado de los coroneles griegos y el consecuente ba?o de sangre. Tambi¨¦n vi fuera de Espa?a Estado de sitio, que describ¨ªa la represi¨®n sobre los Tupamaros en Uruguay. Pero creo que s¨ª permitieron que se estrenar¨¢ aqu¨ª La confesi¨®n. Normal, ya que trataba de las purgas estalinistas y las torturas que aplicaban a un hombre tan firme como honrado, calificado de traidor por el poder. S¨ª volv¨ª ver hace unos a?os Desaparecido y se conservaba bien. Existe algo entre fantasmag¨®rico y surrealista en la infructuosa y desesperada b¨²squeda de un padre (admirable Jack Lemmon, como siempre) de su desaparecido hijo en Santiago de Chile despu¨¦s del golpe de Pinochet. El Costa-Gavras que m¨¢s me gusta no es el franc¨¦s, sino el estadounidense, con guionistas espl¨¦ndidos y actrices tan buenas como Debra Winger y Jessica Lange, como El sendero de la traici¨®n y La caja de m¨²sica.

A los 86 a?os la militancia pol¨ªtica de Costa-Gavras no ha bajado la guardia. Muy consecuente. En Comportarse como adultos vuelve a su tierra natal para narrar las negociaciones del Gobierno de Tsipras, con especial protagonismo del ministro de finanzas Yanis Varoufakis, aquel tipo tan mol¨®n, calvorota, motero y encuerado, que tanto gustaba a las mujeres, para que la Troika tenga paciencia o se olvide la deuda de Grecia, no la expulsen del euro, permita un alivio para tanta gente con la que la crisis se ensa?¨® hasta l¨ªmites muy dolorosos.

No dudo de la codicia y la implacabilidad de los hombres de negro, el FMI, el BCE, Angela Merkel y dem¨¢s centros de poder. Pero Costa-Gavras utiliza un tono did¨¢ctico que me molesta, siento que me tratan como a un alumno de primaria, no me creo que unos fueran angelicales y los dem¨¢s unos cabrones integrales. Se supone que todo es m¨¢s complejo, que los esl¨®ganes sirven para un rato o para la gente con una fe a prueba de bombas.

Abundan los interiores y la recreaci¨®n digital de fondos. El presupuesto debe de haber sido muy corto y se nota. Y son irrefutables las buenas intenciones del director, su eterna implicaci¨®n con los d¨¦biles y las victimas. Pero tambi¨¦n percibo que el talento est¨¢ ausente en esta f¨¢bula sobre David y Goliat. En que gana el segundo, como casi siempre.