Toca con tus orejas

Risas. Seis o siete distintas. A ratos, carcajadas. Alg¨²n gozoso llanto aislado de alegr¨ªa. Catarsis colectiva rebosante de us y de ays. Risas que rozan el aullido. Es lo primero que oigo al coger los auriculares de Bestiario de Leng¨¹itas, la obra de Mercedes Azpilicueta (La Plata, 1981) que da t¨ªtulo a su exposici¨®n en CentroCentro (Madrid), la mayor de esta artista argentina en Europa. El audio est¨¢ basado en un guion en proceso que empez¨® en 2017 en Par¨ªs, que luego continu¨® en Buenos Aires y que ahora se est¨¢ desarrollando en Madrid, y en el que crece el juego de temporalidades y de colaboraciones. Por ah¨ª caminan varios gui?os a la artista feminista Lea Lublin (hace un a?o en el CAAC de Sevilla) y a varios Alambres del poeta N¨¦stor Perlongher, encarnando varias formas de exilio visual y sexual.

No es dif¨ªcil darse cuenta de que es una exposici¨®n que convierte el instante concreto en presente continuo, como si fuera un baile inacabado. Un papel colgado en la pared advierte de que estamos en el vest¨ªbulo de un teatro, ese espacio de representaci¨®n y sociabilidad donde los espectadores se re¨²nen en el intermedio y al final de la funci¨®n. Est¨¢ construida con palos de madera y pies de barro que parecen pezu?as sosteniendo una fr¨¢gil refugio. Los palos los vemos tambi¨¦n en otras salas como esqueletos sosteniendo varias armaduras suaves hechas de telas y l¨¢tex. De pronto, la risa se ahueca y una voz recita poemas neobarrocos, traducciones fallidas e ingredientes ambiguos en una polifon¨ªa de voces que trata de ofuscar las narrativas directas. Parecen escribas burlones. Aparece el sonido de los p¨¢jaros, canciones populares y c¨®mplices parlanchines. Un audio que deviene gabinete de maravillas lleno de cigarrillos, cad¨¢veres, excesos y podcasts. De mucha percepci¨®n sensorial y hasta un trapecio volador.

Pocas exposiciones ponen tan en alerta el pensamiento como esta, una de las mejores ahora en Madrid y que constata el buen hacer de Soledad Guti¨¦rrez al frente de CentroCentro, siempre buscando un renovado sentido de lo colectivo, de la convivencia y de la capacidad de acci¨®n del arte contempor¨¢neo. Para Azpilicueta, un posible paso puede ser la creaci¨®n de formas alternativas que ella llama ¡°cuerpos-en-casa¡±, al tiempo que reinterpreta el significado de lo que entendemos por hogar, lugar y cuerpo. Entre ellos hay tensi¨®n, s¨ª, como el eco en las historias y en los gestos que se repiten en los empapelados, que parecen casi partituras. Hay algunos gestos expl¨ªcitos, como las cajas de cart¨®n danzante o los tumores y v¨ªsceras de l¨¢tex que brotan de las paredes de las salas, pero otros m¨¢s impl¨ªcitos, como que el hecho de que ese l¨¢tex procede de la savia de los ¨¢rboles de hevea que crecen en Brasil, otro agente del comercio transatl¨¢ntico y explotaci¨®n ind¨ªgena.

Para limpiar la historia, la artista tira de sabidur¨ªa popular, esa que fue transmitida de mujer en mujer antes de que el capitalismo y la religi¨®n la enterrara. Para ello tir¨® de ruda, una planta a la que se le suponen poderes protectores y abortivos, para hacer una limpieza del espacio de la exposici¨®n antes de inaugurar. Una performance que rinde homenaje a las guardianas y transmisoras (ll¨¢mense adivinas, brujas o contadoras de historias) y a las propiedades ambiguas de muchas plantas medicinales que cruzaron el Atl¨¢ntico, creando nuevas jerarqu¨ªas de conocimiento bajo el orden colonial europeo, una historia que ella recorre desde el Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, que desde su inauguraci¨®n en 1775 se benefici¨® de las expediciones cient¨ªficas realizadas por todo el imperio colonial espa?ol en Am¨¦rica.

Pocas muestras ponen tan en alerta el pensamiento como esta, una de las mejores que pueden verse ahora en Madrid

Sabemos que lo invisible es un desaf¨ªo para la historia interna de la Historia. Ah¨ª es donde se detiene Mercedes Azpilicueta, en el borde del lenguaje, dando otro cuerpo a las palabras. Si tienes paciencia para escuchar, ella se deleitar¨¢ en relatarlo para ti.

Bestiario de Leng¨¹itas. Mercedes Azpilicueta. CentroCentro. Madrid. Hasta el 19 de enero de 2020.