Historia de una juventud perdida

He aqu¨ª un modelo de autobiograf¨ªa y libro de memorias. Es veraz, no oculta nada, est¨¢ escrito con una poderosa convicci¨®n que atraviesa el libro sin escorarlo. La escritura procede de la formaci¨®n universitaria de la autora, una formaci¨®n dif¨ªcil en los a?os en que las mujeres empezaron a ser aceptadas con cuentagotas en la Universidad. El libro toma dos direcciones complementarias: una de ellas, la lucha de las mujeres por alcanzar un estatus semejante al de los hombres en una sociedad hostil a ello; la otra es el relato de toda la generaci¨®n joven a la que pertenece.

¡°Aquella etapa incomparable¡±, dice la autora de su juventud de preguerra, ¡°de suntuoso materialismo y serena comodidad, que quienes conocimos en sus coletazos finales nunca volveremos a disfrutar, se nos antojaba como algo instaurado desde tiempos inmemoriales y destinado a perpetuarse para siempre¡±. Otras son sus palabras en pleno conflicto: ¡°La guerra se cebaba especialmente en nosotros los j¨®venes. Los adultos y los ancianos hab¨ªan conocido una etapa de dicha, mientras que sobre nosotros se hab¨ªa abatido la cat¨¢strofe justo a tiempo para privarnos de esa felicidad juvenil que hasta entonces hab¨ªamos considerado un derecho fundamental¡±.

Y Vera Brittain escribi¨® a su hermano: ¡°Mi ¨²nico motivo ser¨¢ inmortalizar en un libro nuestra historia, la de nuestros amigos¡±. Es la historia de una juventud perdida o en el campo de batalla o a la vuelta de la guerra, cuando hubo de enfrentar la vida sin haber disfrutado de la pujanza de la juventud. La misma Vera Brittain, que hab¨ªa conseguido ser admitida en un prestigioso college universitario para mujeres (Somerville, donde conoci¨® a la gran Dorothy L. Sayers, entre otras escritoras relevantes) porque estudiar era su m¨¢s intenso deseo, a medida que sus amigos, su amor o su hermano luchaban en el frente, renunci¨® temporalmente a ello para acompa?arlos en el sufrimiento como enfermera.

El primer reconocimiento al relato de Brittain es el de su alta calidad literaria, por dos razones: en primer lugar, la extraordinaria intensidad expresiva de su prosa, cargada de im¨¢genes y descripciones propias de una buena novelista; en segundo lugar, por la admirable entereza y verdad con que muestra sus sentimientos sin esconderlos ni adornarlos, lo que permite seguir el dolor y el sufrimiento de la guerra desde s¨ª misma, desde los seres queridos y desde el horror de los heridos, mutilados y agonizantes, todos ellos mostrados con una infinita piedad en medio de las penalidades de su trabajo tanto en Inglaterra como en Francia o Italia durante la guerra. Todos los acontecimientos referidos a ella, sus compa?eras, los hospitales de campa?a y el trabajo agotador, se van encabalgando en una sucesi¨®n tan dura y brutal como llena de piedad por todas las v¨ªctimas, pues en varias ocasiones se ve obligada a atender a los soldados alemanes, a los que descubre tan j¨®venes y destrozados como sus compatriotas. Con quien no tendr¨¢ piedad es con quienes los mandaron al frente.

Lo que la autora enhebra a la perfecci¨®n es la doble pelea para ser una mujer independiente que reclama sus derechos y ser una mujer valerosa con su entrega como enfermera y posteriormente como civil, sin menoscabo de su punto de vista personal sobre el sentido de la guerra, con sus dudas, desalientos, emociones en general y sentimientos de p¨¦rdida irreparable. Este es el sustento real del libro, la conciencia personal de mujer y la conciencia del dolor y el esfuerzo dentro de un conflicto b¨¦lico demencial y, peor a¨²n, in¨²til.

Todo el relato est¨¢ hecho al detalle, es una reproducci¨®n minuciosa de su forma de vida, minuciosidad que permite seguir el curso de la guerra desde la ¨®ptica de los sentimientos; es la visi¨®n distinta de una persona l¨²cida y tenaz que no se arredra ante la dureza de los hechos. Y al fin de la guerra dice: ¡°Pas¨¦ de un mundo donde la vida y la muerte, la victoria y la derrota, la supervivencia o la extinci¨®n nacional hab¨ªan sido los ¨²nicos problemas a una sociedad donde ¨²nicamente se hablaba del precio de la mantequilla y la incompetencia de las ¨²ltimas trabajadoras temporales¡±; y contin¨²a: ¡°Entretanto, en Par¨ªs, el n¨²cleo de una multitud salvaje (¡­) creaba un desierto y lo llamaba paz. Cuando pensaba en aquellas negociaciones (¡­) no me parec¨ªa que representaran en absoluto la clase de victoria que los j¨®venes que yo hab¨ªa amado hubiesen considerado justificaci¨®n suficiente para sus malogradas vidas¡±.

No s¨®lo es el relato de la guerra en el tiempo. El tiempo posterior al armisticio ocupa el ¨²ltimo cuarto del texto, que es el que acaba de redondear la figura de Vera Brittain escritora y feminista por mostrarnos m¨¢s all¨¢ de su interioridad, a la mujer que debe rehacer su vida en el vac¨ªo de una sociedad a la que entreg¨® in¨²tilmente su juventud y contra la que debe luchar para ser ella misma y para afirmar su compromiso con la humanidad. La acci¨®n del relato abarca s¨®lo unos pocos a?os, pero parece el resumen de toda una vida, tal es su intensidad.

He aqu¨ª la heroica voluntad de dar testimonio de una mujer formidable, una luchadora universitaria en un mundo de hombres, con una escritura precisa y elocuente, sin concesiones, pero llena de comprensi¨®n y dignidad.

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Autor:?Vera Brittain.

Editorial: Perif¨¦rica / Errata Naturae (2019).

Formato: tapa blanda (848 p¨¢ginas).

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