Poes¨ªa como rev¨¦s de las palabras
Amelia Rosselli fue una de las ¨²ltimas floraciones de la esencia de la modernidad: sus poemas no se refieren a una aventura, sino que eran ellos mismos una aventura
El 11 de febrero de 1996, Amelia Rosselli se arroj¨® por el balc¨®n de su departamento romano. Ten¨ªa 65 a?os. Tambi¨¦n un 11 de febrero, 33 a?os antes, Sylvia Plath se quitaba la vida en medio del duro invierno londinense. ?Era una casualidad? ?Era una especie de broma tr¨¢gica? Rosselli hab¨ªa traducido a Plath y escribi¨® sobre ella: ¡°La b¨²squeda art¨ªstica, al nivel de intensidad al que la llev¨® ?Plath, comporta un riesgo mortal¡±. Podr¨ªa haber sido su propio epitafio. En el caso de Rosselli era, adem¨¢s, un modo de unir los haces de su propio destino.
Nacida en Par¨ªs, de madre inglesa, vivi¨® en Suiza y en Estados Unidos. Cuando ten¨ªa ocho a?os, su padre y su t¨ªo, Carlo y Nello Rosselli, socialistas liberales, fueron emboscados y asesinados en una carretera de Normand¨ªa por comandos fascistas que cumpl¨ªan ¨®rdenes directas de Mussolini. En los a?os cuarenta se radic¨® en Italia, aunque no iba a publicar su primer libro hasta los 35 a?os: Variazione belliche (1964) llam¨® la atenci¨®n de Pasolini, quien la puso en el mapa de la poes¨ªa italiana como la que aportaba ¡°los grandes temas de la neurosis y el misterio¡±. Lo que el siglo XIX hab¨ªa entrevisto como posibilidad ¡ªRimbaud, sobre todo, en Una temporada en el infierno y El barco ebrio, y en su propia renuncia y huida de Europa¡ª, la segunda mitad del XX lo asume como ¨²nico rumbo posible.
Rosselli pudo escribir en franc¨¦s o en ingl¨¦s; eligi¨® el italiano. Esa lengua fue para ella una meta, no un punto de partida; en uno de los poemas de Sin para¨ªso fuimos aparece una versi¨®n del mito de Diana como cazadora ¡°de palabras¡± y de ¡°elementales im¨¢genes¡±. Su destino de poeta europea, tocada por la violencia y la inestabilidad ps¨ªquica, que puede recordar a Paul Celan o a Ingeborg Bachmann, se manifiesta tambi¨¦n como una inquieta e indeclinable investigaci¨®n sobre la lengua como posibilidad art¨ªstica. Se equivocar¨¢ quien busque en ella un testimonio claro o un lamento de la tragedia colectiva sufrida en carne propia: su fraseo fluye en una espiral en la que el o¨ªdo debe seguir la huella de lo no dicho o detectar el eco sucesivo de un grito que nunca se produjo.
Sin para¨ªso fuimos, t¨ªtulo que evoca a Rimbaud y a Dante, es en realidad un verso del libro. El t¨ªtulo original es Serie ospedaliera, ¡°serie hospitalaria¡±, y fue la segunda obra de Rosselli, de 1969: ¡°Perm¨ªteme cadenas de indulgencia, s¨¢lvame de la barca que se va?/ a pique, elevaci¨®n del pensamiento expulsa a los argonautas de esta?/ morada m¨ªa de dimensiones ignotas; redivivos mis labios suplicantes?/ a la limosna, lleva a la ceniza el resto de mis d¨ªas?/ no tan escuadrados como para no juzgar precisi¨®n¡¡±.
Rosselli busca el rev¨¦s musical de las palabras, las pone a pensar, hace que el salto de un verso al otro surja del v¨¦rtigo y no de la ilaci¨®n. Parece seguir, en esto, la senda de Montale, radicaliz¨¢ndola: ¡°El soneto es una cosa b¨¢rbara. La l¨¢pida una cerilla?/ que al escenificar la gran instancia se abre instant¨¢neamente?/ una l¨ªnea de porvenir en tu mano y en la cara¡¡±. Carlos Vitale, muy experto traductor de poetas italianos, consigue que Rosselli mantenga en castellano esa resonancia a la vez poderosa y sutil, una de las ¨²ltimas floraciones de la esencia de la modernidad: la del poema que no se refiere a una aventura, sino que es, ¨¦l mismo, la aventura.
COMPAR ONLINE 'SIN PARA?SO FUIMOS'
Autor: Amelia Rosselli.
Editorial: Sexto Piso (2019).
Formato: tapa blanda (244 p¨¢ginas).
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