Hablar lejos de los triunfadores
La poes¨ªa de Amelia Rosselli (Par¨ªs, 1930-Roma, 1996) es fruto de un experimentalismo emocional ajeno a la tradici¨®n italiana, de una lengua que expresa, en su contingencia, la sustancia de una "experiencia sonora l¨®gica asociativa". Las palabras descubren en la "necesidad" f¨®nica del texto una espec¨ªfica identidad, al tiempo que su relaci¨®n con lo universal: "El amor es un juego inestable, un juego / de fonos¨ªlabas". El poema es lugar de lo decible y consciente, donde se diluyen lo interno y lo externo; pero tambi¨¦n es clausura del significado y la comunicaci¨®n, un organismo biol¨®gico aut¨®nomo que se mueve entre la belleza y la rabia, entre el infierno y la perfecci¨®n. Poes¨ªas sugestivas y potentes, casi habladas pero intensas, despojadas de c¨®digos, ejemplo de que el poema es reflejo absoluto del lenguaje privado, muestra de vida ps¨ªquica y de imaginario personal. Lo que m¨¢s impresiona es percibir la normalidad del horror, la cotidianidad como un dominio privilegiado de lo terrible, donde "la esperanza es un da?o quiz¨¢ definitivo", y donde "el mundo es delgado y llano, pocos / elefantes merodean por ¨¦l obtusos".
Igualmente potente es Al
da Merini (Mil¨¢n, 1931), que a los 16 a?os conoce los asaltos de la locura casi al tiempo que manifiesta su vocaci¨®n po¨¦tica. As¨ª la poes¨ªa es confesi¨®n y remedio de su condici¨®n turbada, mezcla de confusi¨®n y lucidez, capaz de conectar realidades tan distintas como la memoria, el sue?o, el deseo o la fantas¨ªa. La escritura es, como en Amelia Rosselli, un exorcismo tangible, y a la vez amenaza ante la premura interior de un estado ps¨ªquico que se resuelve en armon¨ªa, o en arrebato frente al mundo exterior. Se mezclan sensualidad y misticismo, luces y sombras, el todo de la vida en una amalgama estil¨ªstica que poco a poco se hace m¨¢s amorosa e intuitiva, como en Baladas no pagadas, libro abierto a m¨²ltiples aspectos de la realidad lejana y cercana, y cuya gracia esperanzada nutre sus versos a pesar de la inutilidad del trabajo po¨¦tico: "Algunos me dicen que les salv¨¦ la vida, / otros que los he condenado. / Y nadie me invita a una fiesta / pues como poeta he de permanecer / lejos de los triunfadores". La vida ni paga ni concede resarcimientos. Es dif¨ªcil dar cuenta de una artista que ha fundido la vida vivida y la so?ada de forma inseparable, a contracorriente del destino, y como ella dice, haciendo de esa materia incandescente que es la vida diaria oro colado.
En la poes¨ªa de Antonella Anedda (Roma, 1955), el dolor se ampl¨ªa, se hace piadoso gracias al lenguaje de un yo que est¨¢ ah¨ª, sin intromisiones ni usurpaciones. Residencias invernales se sostiene en la fr¨¢gil geometr¨ªa de su precisi¨®n expresiva, pero esa exactitud no es fr¨ªo registro de acontecimientos, sino fruto de la atenci¨®n que el o¨ªdo de la lengua pone sobre las cosas, en su devenir, desarmando el poder subjetivo de las palabras. El poema es capaz de aislar la medida de las cosas y el peso de su existencia en el tiempo y el espacio, hablando "a los mansos objetos atados / a un desamparo fuera de nosotros / y, sin embargo, con nosotros, dentro de la noche / desatendidos". El invierno y la noche no son s¨®lo un paisaje, sino la condici¨®n de quien lo habita, materia ¨¢spera de la experiencia. De ah¨ª la narrativa visibilidad y la compostura formal de unos poemas que son como escenas detenidas, ascuas que se encienden m¨¢s tarde, al margen mismo de las palabras. Como una voz inerme que nos llama desde lejos y nos protege: "Los vivos se llaman como desde barcas lejanas". La de Anedda es, sin duda, una de las escrituras po¨¦ticas m¨¢s significativas de la actual literatura italiana.
Poes¨ªas. Amelia Rosselli. Pr¨®logo de Pier Paolo Pasolini. Traducci¨®n de Alessandra Merlo, con la colaboraci¨®n de Juan Pablo Roa y Roberta Raffetto. Igitur. Montblanc (Tarragona), 2004. 192 p¨¢ginas. 14 euros. Baladas no pagadas. Alda Merini. Versi¨®n de Jeannette L. Clariond. La Poes¨ªa, se?or hidalgo. Barcelona, 2005. 227 p¨¢ginas. 17,50 euros. Residencias invernales. Antonella Anedda. Pr¨®logo de Amelia Rosselli. Traducci¨®n de Emilio Coco. Igitur. Montblanc (Tarragona), 2005. 118 p¨¢ginas. 12 euros.
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