?Verdad que es divertido ser espa?ol?

Antes de convertirse en mantra contra el bipartidismo, Vieja y nueva pol¨ªtica fue el t¨ªtulo de una conferencia dictada en 1914 por Ortega y Gasset. Paul Preston la cita en su nuevo libro, Un pueblo traicionado, para rescatar su cr¨ªtica a la Restauraci¨®n borb¨®nica como ¡°panorama de fantasmas¡± y al conservador C¨¢novas del Castillo como ¡°gran empresario de la fantasmagor¨ªa¡± y ¡°profesor de corrupci¨®n¡±.

C¨¢novas es, precisamente, el t¨ªtulo del ¨²ltimo de los Episodios nacionales escritos por Gald¨®s. Cierre abrupto de la empresa iniciada en 1873 con Trafalgar ¡ªten¨ªa previstas cuatro entregas m¨¢s¡ª, tuvo que dictarlo porque se estaba quedando ciego. Lo public¨® en 1912, cuando llevada dos a?os de diputado por Madrid (hab¨ªa obtenido 42.000 votos, dos mil m¨¢s que Pablo Iglesias, fundador del PSOE y compa?ero suyo en la Conjunci¨®n Republicano-Socialista, presidida por el escritor).

En enero se cumple un siglo de su muerte y todo el mundo prepara unos festejos a los que ya se ha sumado la realidad pol¨ªtica, empe?ada en convertirse en un episodio m¨¢s: discusiones sobre la Espa?a de todos los demonios, turbulencias parlamentarias y hasta su dosis de carlismo catal¨¢n.

Los 46 episodios de Gald¨®s relatan acontecimientos ocurridos entre 1805 y 1880. Salvando todas las distancias, parte de la historia restante ¡ªla Guerra Civil, la posguerra y la Transici¨®n¡ª podr¨ªa rastrearse narrativamente en El laberinto m¨¢gico, de Max Aub; los Episodios de una guerra interminable, de Almudena Grandes, y las novelas de Rafael Chirbes. No es casual que este ¨²ltimo alternase la relectura de Las tormentas del 48 con la escritura de En la orilla, demoledor retrato del estallido de la burbuja econ¨®mica, a cuyos fuegos de artificio hab¨ªa consagrado la que junto a Los disparos del cazador es su obra maestra: Crematorio.

En su pr¨®logo a la edici¨®n de los Episodios publicada por el Cabildo de Gran Canaria, Chirbes recogi¨® unas palabras del citado C¨¢novas: ¡°Alarmante es la palabra Revoluci¨®n. Pero si no invent¨¢is otra menos aterradora, no tendr¨¦is m¨¢s remedio que usarla¡±. Alarmante es la actualidad de Gald¨®s. Pero si no fabricamos otra realidad menos galdosiana, tendremos que volver a leerlo como si hablara de nosotros. Es eso o la secuela de Joker, que por momentos parece una invenci¨®n de don Benito: ¡°?Ay, qu¨¦ mundo, qu¨¦ pa¨ªs!... ?Verdad que es divertido nacer espa?ol?¡±.