El rostro de la confusi¨®n
La actriz alemana Nina Hoss interpreta a una mujer compleja hasta la extenuaci¨®n y lo que hace, verdaderamente poderoso, eleva la pel¨ªcula en todo momento
La indecisi¨®n, la inseguridad, la confusi¨®n, el desequilibrio. No siempre unos sentimientos llevan a los otros, pero esta cadena de inc¨®gnitas personales no resulta dif¨ªcil de encontrar en el ser humano cuando en cada una de las estaciones se pasa de lo banal, de lo superficial, a lo verdaderamente esencial. Como ocurre con el personaje protagonista de La audici¨®n, notable pel¨ªcula de la directora alemana Ina Weisse: una madura violinista que un buen d¨ªa fue ni?a prodigio y joven deslumbrante, a la que un mal d¨ªa le lleg¨® el temblor. El f¨ªsico, el art¨ªstico, el profesional, el emocional. Y ya no volvi¨® a ser lo que era en aspecto alguno.
LA AUDICI?N
Direcci¨®n: Ina Weisse.
Int¨¦rpretes: Nina Hoss, Simon Abakrian, Jens Albinus, Ilja Monti.
G¨¦nero: drama. Alemania, 2019.
Duraci¨®n: 90 minutos.
Desde entonces, y ya como profesora de conservatorio, nunca como concertista de ¨¦xito, volc¨® sus ansias, sus realidades de triunfo en su hijo. Hasta el exceso. La magn¨ªfica actriz alemana Nina Hoss interpreta a esta mujer compleja hasta la extenuaci¨®n, y lo que hace, verdaderamente poderoso, eleva la pel¨ªcula en todo momento, bella en muchos apartados, hasta un tramo final, sin embargo, bastante m¨¢s discutible por la deriva que toma el relato. Hoss, ganadora ex aequo del premio a la mejor actriz del festival de San Sebasti¨¢n, debe decirlo todo con el rostro porque apenas tiene textos que desarrollar. Y siempre mira, escruta, desde su cruel incertidumbre, desde su perturbada confusi¨®n. Cargada de registros.
El retrato de Weisse, tambi¨¦n coguionista, se despliega en variadas vertientes, y todas ellas resultan interesantes: junto a un marido que pone calma y sentido com¨²n, pero nunca cari?o y a¨²n menos pasi¨®n; junto a un amante con el que no hay comunicaci¨®n directa con ojos y tripas, pero s¨ª con el sexo; junto a un hijo al que presiona con la insatisfacci¨®n del fracaso; junto a un joven alumno en el que vuelca la ilusi¨®n que ya ha perdido con su v¨¢stago; con un padre anciano y violento, siempre a la gresca por la mayor nimiedad con su vieja madre. Sin apenas explicaciones, este drama psicol¨®gico pero nunca psicologista avanza entre el buen gusto para filmar y montar de Weisse, y la f¨¦rrea defensa de su personaje por parte de Hoss.
Con una bonita (y muy adecuada) fotograf¨ªa, sobre todo en los interiores poco iluminados, casi l¨²gubres, La audici¨®n se asienta adem¨¢s con buen criterio en la f¨®rmula narrativa de los cortes bruscos del continuo secuencial. Va a borbotones, y nunca fluye de un modo natural porque en modo alguno debe fluir: el devenir narrativo de la pel¨ªcula es entrecortado, como la vida y la mente de su criatura.
Sin embargo, llegada la zona final, a partir del accidente, el magnetismo del relato se resquebraja. Por el hecho en s¨ª, forzado, tremendista, y por las consecuencias en su desenlace. Es entonces cuando es posible que al espectador le surja la pregunta de hacia d¨®nde quiere llevarlo la directora, qu¨¦ es lo que le est¨¢ intentando decir. Y no es que la directriz sea ambigua; es que resulta confusa, entre la frialdad cong¨¦nita y la enfermiza b¨²squeda de la perfecci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.