Rescatadores de tesoros robados
Una red india localiza en museos y galer¨ªas de todo el mundo el arte expoliado de su pa¨ªs y logra algunas devoluciones
"Pertenece a un museo", dec¨ªa el cinematogr¨¢fico profesor y arque¨®logo Indiana Jones al rescatar tesoros de las manos de sus antagonistas. D¨¦cadas despu¨¦s del estreno de la saga, sin embargo, la actual narrativa sobre la colonizaci¨®n y sus villanos ha transformado la idea de la propiedad cultural.
"La Historia pertenece a su geograf¨ªa", es la premisa de la red global de activistas indios que registra el arte sustra¨ªdo del subcontinente. Desde 2014, los 250 voluntarios de India Pride Project (IPP) usan las redes sociales para identificar obras que intentan devolver a India con ayuda de expertos, autoridades locales y agencias internacionales. Probablemente, el primer grupo para la recuperaci¨®n de patrimonio cultural.
El a?o pasado, el colectivo descubri¨® una figura de Buda del Siglo XII -y otras 14 robadas del Museo Arqueol¨®gico de Nalanda (India) en 1961- en una feria holandesa y consigui¨® devolverla a India. Este a?o, el colectivo alcanz¨® el hito de que una instituci¨®n, la Galer¨ªa de Arte del Sur de Australia, retornase una escultura de Shiva Nataraja del S. XVI, tras una petici¨®n formal de India.
Junto a rescates de obras exportadas, el grupo registra operaciones en India. Como el arresto de una banda que quiso traficar m¨¢s de 200 figuras de dioses hind¨²es por valor de cerca de 900.000 euros en 2003. Seg¨²n el Ministerio de Cultura indio, 101 antig¨¹edades fueron robadas de museos protegidos entre 2000 y 2016. Pero los expertos estiman que miles de obras han sido sustra¨ªdas durante d¨¦cadas.
Precisamente, la mayor operaci¨®n contra este tr¨¢fico ilegal desde Asia fue protagonizada por un marchante indio. En 2011, Subhash Kapoor, propietario de una galer¨ªa de Manhattan, era detenido por tr¨¢fico por valor de 100 millones de d¨®lares. ¡°Todos los museos con colecciones indias compraban a este traficante, y algunos lo hicieron despu¨¦s de conocer sus negocios¡±, explica Tess Davis, directora de Antiquities Coalition, grupo l¨ªder de la lucha contra el contrabando ilegal de arte antiguo.
Como indicador, Davis subraya que solo las importaciones declaradas de obras de arte y antig¨¹edades indias en EEUU superan los 700 millones de d¨®lares. Una nimiedad comparada con lo que se trafica ilegalmente, de lo que solo el 5% es incautado. Los expertos insisten en dar prioridad a la lucha contra mercados grises de los que se benefician criminales de guante blanco y tambi¨¦n grupos terroristas.
La misi¨®n de recuperar su legado cultural no se ci?e al arte traficado recientemente. India Pride Project y reputadas voces indias dicen que gran parte del patrimonio de su pa¨ªs se exhibe en galer¨ªas como el Museo Brit¨¢nico de Londres; al que se refieren como 'chor bazaar' (mercado de objetos robados). La instituci¨®n, que tambi¨¦n atesora obras de las civilizaciones griega y egipcia, justifica haberlas obtenido de forma leg¨ªtima.
El colectivo sigue la tendencia que aboga por repatriar el arte robado durante el colonialismo. As¨ª, el Museo de Rijksmuseum de Amsterdam anunci¨® la devoluci¨®n a Sri Lanka e Indonesia del arte expoliado durante su conquista del sur de Asia. Mientras que el presidente Macron ha abierto la puerta al retorno del arte extra¨ªdo de ?frica durante el imperio franc¨¦s en este continente.
¡°La descolonizaci¨®n de un pa¨ªs no culmina hasta que no se devuelve todo lo que le pertenece¡±, resume Anuraag Saxena, l¨ªder de India Pride Project. Entre el arte indio en Reino Unido est¨¢ el tesoro m¨¢s preciado del Imperio Brit¨¢nico. Uno de los diamantes m¨¢s grandes, el Koh-i-Noor (Monta?a de luz) fue adquirido por la reina Victoria tras la conquista del subcontinente. Reclamado desde la independencia de India, la joya de 105 quilates sigue hoy en exhibici¨®n en la Torre de Londres y nunca ha regresado al pa¨ªs al que pertenece.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.