Una f¨¢bula dibujada en la pantalla
El ilustrador Lorenzo Mattotti adapta al cine 'La famosa invasi¨®n de los osos en Sicilia', el relato que Dino Buzzati public¨® en 1945
Aquello no ten¨ªa ni pies ni cabeza. As¨ª que el Gran Duque se ech¨® a re¨ªr. Pero el mensajero insist¨ªa, muy convencido: dec¨ªa que eran tantos que parec¨ªan una enorme serpiente negra. Anunci¨® que se deslizaban por los montes, y pronto su marcha alcanzar¨ªa la ciudad. ¡°?Osos?¡±, pregunt¨® incr¨¦dulo el tirano, que segu¨ªa presa de las carcajadas. Aun as¨ª, por si acaso, orden¨® que su ej¨¦rcito fuera a detener a golpes de fusil el avance de los animales. Y eso que los pobres no supon¨ªan ninguna amenaza: solo bajaban al valle en busca del osezno Tonio, el hijo perdido de su rey.
Arranca as¨ª el primero de muchos choques de La famosa invasi¨®n de los osos en Sicilia, fabula del italiano Dino Buzzati que lleva d¨¦cadas enamorando a los lectores m¨¢s peque?os y tambi¨¦n a los mayores. Y que, ahora, ha llegado a las salas de cine. El conocido dibujante e ilustrador Lorenzo Mattotti dirige la pel¨ªcula de animaci¨®n hom¨®nima, que recupera, celebra e incluso ampl¨ªa aquella historia, publicada por primera vez en 1945. El filme se proyectar¨¢ en los cines espa?oles a partir del viernes 28 de febrero.
¡°Buzzati es una de las columnas que m¨¢s han influenciado mi trabajo. Muchas veces me pregunt¨¦ por qu¨¦ nadie hab¨ªa hecho una versi¨®n animada de esta historia tan rica, imaginativa, llena de poes¨ªa y de ideas¡±, confiesa Mattotti (Brescia, 66 a?os) al tel¨¦fono. Tanto que el creador la eligi¨® para estrenarse en el cine. De alguna forma, lo hab¨ªa rozado, ya que ha dibujado carteles para Cannes o La Mostra de Venecia y colaborado con Wong Kar Wai, Soderbergh o Antonioni. Pero la aplaudida carrera del italiano se ha fraguado sobre todo entre tebeos de culto como Fuochi, versiones ilustradas de La Divina Comedia o Las aventuras de Huckleberry Finn y portadas para la revista The New Yorker. ¡°Las mejores ideas y resultados se obtienen con cierta ritualidad y continuidad. Cuando puedo dibujo cada d¨ªa¡±, explica. Muchos le llaman artista, aunque ¨¦l prefiere ¡°artesano¡±. Pero en este caso la definici¨®n m¨¢s apropiada es otra: director.
¡°Mientras le¨ªa el libro, lo visualizaba¡±, agrega Mattotti. Desde luego, los dibujos que el propio Buzzati incluy¨® en la edici¨®n impresa facilitan al lector el viaje a esa extra?a Sicilia, hecha de magia, fantasmas, criaturas peligrosas y grandes amistades. ¡°Ayudan a so?ar¡±, defiende el ilustrador. Pero, a la vez, el cuento dise?a con sus palabras una par¨¢bola sobre el amor y el ego¨ªsmo, y una met¨¢fora de la lucha entre capitalismo y comunismo.
Y no solo. Hacia el final de La famosa invasi¨®n de los osos en Sicilia, arranca la construcci¨®n de un controvertido monumento. Pero la propia obra es una catedral consagrada a la importancia de los cuentos de hadas. ¡°Necesitamos f¨¢bulas que nos muestren qu¨¦ es la vida, gente que nos relate las cosas del pasado, las leyendas. No podemos vivir siempre centrados en la realidad ante nosotros, no se aguanta. Esta pel¨ªcula habla del placer de narrar, de llevar las historias a los dem¨¢s¡±, asegura Mattotti.
Con las letras, o con las im¨¢genes. Porque Buzzati salpic¨® el relato original de poemas rimados. Pero Mattotti se lleva la poes¨ªa a su terreno: el visual. El pincel del ilustrador ha te?ido la f¨¢bula con mimo y delicadeza, para colorear un mundo fant¨¢stico, perdido entre montes y criaturas que Sicilia nunca tuvo. Ciertos fotogramas solo piden un marco y un sal¨®n donde colgar.
El propio director disfrut¨® de esa parte del proyecto: ¡°Hablar con los creativos es maravilloso, te entiendes enseguida¡±. M¨¢s, si el equipo cuenta con los animadores de obras como La tortuga roja o Bienvenidos a Belleville; con un guionista como Thomas Bidegain, colaborador habitual de Jacques Audiard; o con Toni Servillo, Jean-Claude Carri¨¨re o el fallecido escritor Andrea Camilleri entre otros dobladores de las distintas versiones.
Los obst¨¢culos le esperaban a Mattotti en un terreno mucho m¨¢s prosaico. ¡°El problema es tener que hablar tanto en las discusiones, defender ciertas posiciones, con los que no dibujan: explicar a otros, a los que ponen el dinero y arriesgan, tus visiones, tus ideas y ver si pueden realizarse¡±, relata el artista. ?l, en todo caso, sostiene que respet¨® el presupuesto ¡ª11 millones de euros¡ª y sus responsables. Si le dec¨ªan que algo era imposible, se descartaba. La animaci¨®n en 3D, por ejemplo, acab¨® sustituida por una en dos dimensiones, por razones econ¨®micas, aunque tambi¨¦n est¨¦ticas.
Excepciones forzosas, para un enamorado de la libertad. ¡°Tengo la man¨ªa de quebrar las estructuras que aprendo, para no aburrirme repiti¨¦ndolas y buscar algo que me divierta. Construyendo una serie de im¨¢genes me creo un oficio, una manera de trabajar, pero puedo acabar encarcel¨¢ndome en un m¨¦todo de trabajo¡±, agrega Mattotti. Por eso, ahora busca nuevos caminos: centrarse en los cuadros y atreverse a ¡°ser m¨¢s pintor¡±. Superar otras monta?as, avanzar hacia donde quiera. Como los osos en Sicilia.
La Aventura vuelve a la normalidad
La peque?a distribuidora de La invasi¨®n de los osos en Sicilia, La Aventura, lleva semanas bajo los focos medi¨¢ticos. Es lo que tiene haber adquirido hace tiempo, y cuando no estaba ni filmada, los derechos de la pel¨ªcula surcoreana que acabar¨ªa triunfando en los Oscar. El ¨¦xito de Par¨¢sitos, de Bong Joon-ho, ha sacudido la empresa y ha disparado la taquilla del filme pero no ha cambiado su habitual pol¨ªtica de estrenos, tan cuidada como comedida.
La vuelta a la normalidad empez¨® la semana pasada, cuando lanzaron Sin¨®nimos, de Nadav Lapid, para que coincidiera con la Berlinale, donde gan¨® en 2019. Y, a pesar de su t¨ªtulo, el filme de Lorenzo Mattotti no invadir¨¢ muchas salas. "A pesar de los Oscar de Par¨¢sitos, cada pel¨ªcula tiene su especificidad. Nos encantar¨ªa que la animaci¨®n independiente tuviera m¨¢s salida pero los antecedentes nos dicen que en Espa?a es dif¨ªcil de distribuir", explican desde La Aventura. Eso s¨ª, la empresa mantiene cada a?o la apuesta por los dibujos alternativos: tras La vida de Calabac¨ªn en 2018 y Dilili en Par¨ªs en 2019, ahora entregan sus esperanzas a La invasi¨®n de los osos en Sicilia.
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