El periodista que am¨® la Amazonia

El joven atleta espa?ol se qued¨® absorto mirando el escaparate de una tienda de artesan¨ªa de la calle de Ahumada, en el centro de Santiago de Chile. All¨ª se expon¨ªa la reproducci¨®n de un mo¨¢i, las famosas estatuas de la isla de Pascua. Pregunt¨® qu¨¦ significaba aquella extra?a pieza y entonces decidi¨® que quer¨ªa ir all¨ª, a aquel pedazo de tierra en mitad del Pac¨ªfico Sur donde se alzaban hier¨¢ticas las originales. De esta manera, el perito agr¨®nomo y lanzador de jabalina Miguel de la Quadra-Salcedo (Madrid, 1932-2016) cambi¨® su vida y, de paso, la ¡°manera de ver el mundo de millones de espa?oles¡±, seg¨²n explicaba hoy Jos¨¦ Guirao, ministro de Cultura en funciones, durante el acto de presentaci¨®n de la exposici¨®n Miguel de la Quadra-Salcedo. Una vida de aventura,?en el Museo de Am¨¦rica.

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El maestro que se ensuciaba las botas

De la Quadra-Salcedo fue el primero en muchas cosas. El primer periodista espa?ol autorizado a entrar en China (1973), el primero en llegar a La Higuera (Bolivia) donde el guerrillero Che Guevara fue ejecutado (1967), el primer reportero en tocar al ¨²ltimo emperador de Etiopia, Haile Selassie (1974), acto penado con la muerte, y el primero en llevar a 10.000 j¨®venes por las selvas para acercarles la cultura ind¨ªgena americana a trav¨¦s de la Ruta Quetzal (1979-2016). ¡°Y la persona¡±, se?al¨® Guirao, ¡°que ha donado al Museo de Am¨¦rica 200 piezas muse¨ªsticas y m¨¢s de 20.000 documentos, incluyendo 10.000 diapositivas de sus viajes: el legado de Miguel de la Quadra-Salcedo¡±.

A mediados de los a?os setenta, el reportero decidi¨® relatar qu¨¦ estaba pasando en los campos de refugiados de Palestina. Una granada estall¨® junto a ¨¦l y una esquirla penetr¨® en su brazo izquierdo. No se la extrajo nunca. ¡°Le gustaba mucho bromear y se la dej¨® para que sonase en los arcos de seguridad de los aeropuertos¡±, explica su hijo Rodrigo. ¡°Me pidi¨® que solo se la quitase el d¨ªa que muriera¡±, recuerda. Ahora, el peque?o trozo de metralla cuelga del cuello de Rodrigo. ¡°Nunca me lo quito¡±.

Pero De la Quadra-Salcedo es, y ser¨¢ siempre, la Amazon¨ªa, la aventura. Al igual que el mo¨¢i que le embeles¨® en Chile tambi¨¦n se enamor¨® de la reserva natural m¨¢s grande del mundo. Lleg¨® a vivir hasta tres a?os de forma continuada en ella, donde conoci¨® a los pueblos huambisa, macu, shipibo, yagua o peba. Estudi¨® las costumbres de las tribus amaz¨®nicas y se las relat¨® a los espa?oles en reportajes de televisi¨®n que llegaban a superar audiencias de 15 millones de telespectadores. ¡°Para los que tenemos ya cierta edad, era uno m¨¢s de la familia¡±, explic¨® el ministro Guirao, que fue recorriendo hoy con atenci¨®n cada una de las vitrinas de la exposici¨®n.

De la Quadra-Salcedo fue un hombre muy conocido y reconocido por el p¨²blico. Su rostro apareci¨® en m¨²ltiples medios de comunicaci¨®n, a uno de los cuales le confes¨® que cuando muriera quer¨ªa que su legado terminase en el Museo de Am¨¦rica. Rodrigo de la Quadra-Salcedo, revolviendo viejos papeles, encontr¨® aquellas declaraciones. Sus hermanos Sol, ??igo y su madre, Marisol de Asumendi, no lo dudaron un minuto: cumplir¨ªan su deseo.

Desde ma?ana, muchas de las piezas se exhibir¨¢n en el museo. Peque?os mo¨¢is, puntas de flecha, m¨¢scaras rituales o las vestimentas de los pueblos que habitan el T¨ªbet, Pap¨²a Nueva Guinea, China o la Costa Norte de Am¨¦rica podr¨¢n ser admirados por los visitantes. Pero tambi¨¦n, las c¨¢maras que el reportero us¨® para llevar la imagen y el sonido de Am¨¦rica a Espa?a, los pasaportes que mostr¨® para atravesar fronteras lejanas o las fotograf¨ªas que comparti¨® con Yasser Arafat, el Dalai Lama o Pablo VI.

?Y c¨®mo consigui¨® tocar al ¨²ltimo emperador de Abisinia sabiendo que le pod¨ªa costar la vida? "Simplemente argument¨® que deb¨ªa colocarle el micr¨®fono en la corbata para realizar la grabaci¨®n. ?l era as¨ª", aseguraRodrigo de la Quadra-Salcedo con una sonrisa que mezcla el recuerdo y la admiraci¨®n.

Exposici¨®n 'Miguel de la Quadra-Salcedo. Una vida de aventura'. Desde el 29 de noviembre de 2019 al 3 de mayo de 2020. Museo de Am¨¦rica. Avenida de los Reyes Cat¨®licos, 6. Madrid.