?Es la felicidad verdugo de la libertad?
El escritor y periodista Amin Maalouf alerta en este ensayo del fracaso de la civilizaci¨®n frente a la oleada identitaria y culpa a los l¨ªderes pol¨ªticos, cuyo ego¨ªsmo sume a la humanidad en una orfandad frente al porvenir
"Las tempestades identitarias han emponzo?ado el ambiente del planeta entero y de todas y cada una de las sociedades (¡) las palabras que subyacen en ellas ¡®despistan¡¯ (¡) hablan constantemente de solidaridad, de fraternidad o de reparaci¨®n de las injusticias y no siempre resuelta f¨¢cil reconocer, m¨¢s all¨¢ de esas palabras de uni¨®n, sus efectos perversos¡±.
Este podr¨ªa ser un buen resumen, escrito por ¨¦l mismo, del ¨²ltimo libro de Amin Maalouf, sobre el naufragio de las civilizaciones. El autor de la celebrada novela Le¨®n el Africano nos lega en este ensayo reci¨¦n publicado en espa?ol una especie de testamento intelectual al que incorpora su visi¨®n del futuro de la humanidad. Un futuro ciertamente oscuro, casi aterrador en algunas de sus facetas, sobre el que apenas es capaz de esbozar cierto optimismo en las p¨¢ginas finales, cuando parece encomendar al proyecto de la Uni¨®n Europea, por desflecado que hoy est¨¦, la dif¨ªcil tarea de liderar el salvamento del planeta.
El libro deber¨ªa ser lectura obligada para cuantos sientan sus responsables posaderas en los esca?os del Congreso
Maalouf, laureado escritor, enviado especial como periodista a zonas de conflicto, liban¨¦s de origen y franc¨¦s de adopci¨®n y devoci¨®n, hasta el punto de figurar en las filas de la Academia, contin¨²a en su nueva obra analizando el devenir del mundo despu¨¦s del final de la Guerra Fr¨ªa. Como en ocasiones anteriores (es famoso su ensayo Las identidades que matan), marca el comienzo del declive que padecemos en el ¨¦xito de las revoluciones conservadoras: Reagan y Thatcher en Occidente, pero tambi¨¦n los mul¨¢s en Ir¨¢n, el Likud en Israel, los talibanes en Afganist¨¢n o los ultranacionalistas en la India. Todos estos movimientos, diferentes en contenido e intensidad, pero caracterizados siempre por una manipulaci¨®n interesada de las identidades, religiosas, espirituales, patri¨®ticas o de clase, constituyeron por lo dem¨¢s una respuesta atribulada al fracaso del socialismo real y las recetas marxistas. La d¨¦cada de los setenta marca para el autor el comienzo de todos los desastres, posteriormente identificados en el choque entre civilizaciones que Huntington profetizara, pero sobre todo en la fragmentaci¨®n interna de cada una de ellas. Emprendemos as¨ª un retorno al mundo de las tribus, hoy demasiado evidente en pa¨ªses tan cercanos a la Europa desarrollada como la Libia de despu¨¦s de Gadafi. El islam es la principal v¨ªctima de esta fragmentaci¨®n, no solo en el sentido metaf¨®rico, sino como la comunidad que m¨¢s devastadora violencia padece en su interior.
Al final de su relato, repleto de datos hist¨®ricos, Maalouf incoa un expl¨ªcito homenaje a George Orwell y su inolvidable 1984, cuyas profec¨ªas considera no solo cumplidas, sino incluso rebasadas por la atosigante realidad que padecemos. Pareciera como si, efectivamente, los hombres y mujeres del mundo en que vivimos, obligados a elegir entre la libertad y la felicidad, se hubieran decidido definitivamente por esta ¨²ltima. Las crecientes desigualdades son as¨ª el caldo de cultivo de la renuncia a la Ilustraci¨®n y el declive de la democracia. Se trata de una enfermedad que nos aqueja sin apenas distinci¨®n de ideolog¨ªas hasta el punto de que fuerzas tradicionalmente situadas a la izquierda que ¡°tiempo atr¨¢s enarbolaban la bandera del humanismo y el universalismo, en la actualidad prefieren preconizar luchas de cariz identitario¡±, con lo que contribuyen a la fragmentaci¨®n y la desintegraci¨®n. Formaciones supuestamente progresistas se apresuran a convertirse en portavoces de minor¨ªas ¨¦tnicas, de comunidades o de categor¨ªas, renunciando ¡° a construir un proyecto para la sociedad entera¡±. No es dif¨ªcil inferir que entre las categor¨ªas que Maalouf menciona debemos contabilizar las ideolog¨ªas mismas que ense?orean ahora el debate pol¨ªtico, en nuestro pa¨ªs como en tantos otros. La tendencia al mesianismo de los l¨ªderes, sus ubicuas promesas siempre incumplidas, los comportamientos sectarios y el desprecio a las instituciones democr¨¢ticas tienen una misma ra¨ªz. Los sue?os de unidad son compartidos por la inmensa mayor¨ªa de las gentes, pero el ego¨ªsmo y la ignorancia de los l¨ªderes est¨¢n sumiendo a la humanidad en general en una especie de orfandad frente al porvenir.
El an¨¢lisis no puede ser m¨¢s acertado y si alg¨²n pero puede opon¨¦rsele es el cariz un poco apocal¨ªptico que adquiere en la brillante pluma de un escritor de ficci¨®n. Es imposible negar, por ejemplo, que la humanidad en su conjunto vive hoy mejor que hace 50 o 100 a?os, aunque tambi¨¦n resulta evidente que el miedo al porvenir, la falta de perspectivas de las j¨®venes generaciones y el colapso de las ¨¦lites, singularmente las intelectuales, dificultan enormemente el ejercicio de la esperanza salvo que est¨¦ basado ¨²nicamente en un acto de fe.
El resultado de todo ello es que pierden los moderados; la derecha se vuelve extrema, arrogante y est¨²pida, y se abraza a los se?uelos patri¨®ticos; el socialismo reniega de sus apellidos democr¨¢ticos, se rinde al nacionalismo identitario y al disfrute de los s¨ªmbolos del poder, toda vez que el poder mismo ha cambiado de residencia. La lectura de El naufragio de las civilizaciones deber¨ªa ser de obligado cumplimiento para cuantos sientan sus respetables posaderas en los esca?os del Congreso y de manera muy especial para quienes lo hacen en la bancada del Gobierno. Les podr¨ªa ayudar a entender que los malabarismos en los que se hallan enredados responden a un mismo s¨ªndrome ya casi universal: el del fracaso de la civilizaci¨®n frente a la oleada identitaria. Y es fruto de la ignorancia de quienes piensan que puede existir felicidad alguna sin el disfrute de la libertad.
El naufragio de las civilizaciones. Amin Maalouf. Traducci¨®n de Mar¨ªa Teresa Gallego. Alianza, 2019. 280 p¨¢ginas. 18 euros.
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