El impago parcial de la deuda del Gobierno con las editoriales ahonda la crisis del sector mexicano del libro
La decisi¨®n agudiza la precariedad de las casas independientes mientras multinacionales como Penguin Random House lanzan un pulso al rechazar el descuento del 20%
Una ola de malestar recorre estos d¨ªas los pasillos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). La decisi¨®n del Gobierno mexicano de imponer una quita del 20% sobre el pago de las deudas acumuladas durante los ¨²ltimos a?os por la red de librer¨ªas p¨²blicas ha desatado una fuerte indignaci¨®n, velada en algunos casos y expl¨ªcita en otros, entre las editoriales del pa¨ªs.
Las casas independientes, muy centradas en las ventas al Estado, sin apenas m¨²sculo exportador ni incentivos para la inversi¨®n privada, denuncian el estrangulamiento de su principal bal¨®n de ox¨ªgeno y alertan que el golpe podr¨ªa incluso abocarles a la desaparici¨®n. Mientras que multinacionales como Penguin Random House lanzan un ¨®rdago al Gobierno al negarse a aceptar la quita y no descartan las demandas judiciales.
La palabra m¨¢s repetida es ¡°extorsi¨®n¡±. As¨ª interpretan varios editores mexicanos, que prefieren no dar su nombre, el movimiento del Gobierno. A finales de la semana pasada, a las puertas de la inauguraci¨®n de la FIL, fueron convocados uno a uno. Iban a cobrar, con a?os de retraso, las deudas contra¨ªdas por Educal ¡ªuna empresa p¨²blica con 90 establecimientos, al borde de la quiebra¡ª pero con la condici¨®n de que aceptaran el mordisco del 20% sobre el total. A cambio de firmar la quita, las autoridades se compromet¨ªan a saldar los impagos de este 2019, el primero del actual Ejecutivo. Y casi todos firmaron.
Los editores independientes consultados consideran que no hubo margen de negociaci¨®n, que se sintieron acorralados, que fue un abuso por la posici¨®n de poder desigual entre las partes. ¡°El hecho de que firm¨¢ramos no significa que estuvi¨¦ramos de acuerdo. Se trataba de una deuda antigua por libros vendidos y cobrados. Tenemos obligaciones de imprenta, de autor¡ Gastos de operaci¨®n que son muy dif¨ªciles de cumplir si uno de tus principales clientes no paga. Es una situaci¨®n de emergencia y urgencia y nos vimos obligados a firmar¡±, cuenta un editor veterano.
Tenemos una red de librer¨ªas raqu¨ªtica. De cinco clientes principales, dos son del Estado
Subrayan que dados los ajustados m¨¢rgenes de la cadena del libro, ese 20% significa pr¨¢cticamente seguro entrar en territorio de p¨¦rdidas. Algunos se han visto obligados a pedir pr¨¦stamos bancarios para poder pagar n¨®minas o gastos de imprenta. Hay incluso quien se plantean cerrar la persiana.
Otros no son tan duros y reconocen un cierto ¡°af¨¢n de rescate¡± de una instituci¨®n importante como Educal, nacida con el objetivo precisamente de compensar el d¨¦ficit privado y extender la red de venta al p¨²blico. Enfatizan tambi¨¦n que tras estar paralizados durante los ¨²ltimos a?os, programas clave como las compras de la Direcci¨®n General de Bibliotecas o de Publicaciones, ambas se reactivaron t¨ªmidamente con el nuevo Gobierno.
¡°Lo que ha sucedido es la gota que colma el vaso, pero a la vez es un s¨ªntoma que desnuda los problemas sist¨¦micos del mercado mexicano. Tenemos una red de librer¨ªas raqu¨ªtica en la que de los cinco clientes principales, dos son del Estado. Vivimos con el agua al cuello y con una dependencia extrema de los subsidios¡±, apunta otro editor puntero.
La dependencia estructural del dinero p¨²blico se acentu¨® durante los ¨²ltimos a?os del gobierno pasado, que fue rebajando la financiaci¨®n al mundo editorial hasta casi la bancarrota de Educal. Las ventas del sector privado llevan tres a?os consecutivos de ca¨ªdas, seg¨²n datos de la patronal editorial mexicana (Caniem), arrastradas por la reducci¨®n de las compras gubernamentales desde inicio del sexenio pri¨ªsta. De la frontera de 2012 y hasta 2018, el recorte ha sido de m¨¢s 40%.
Pese al desplome, a¨²n supone en el volumen de ventas total m¨¢s de una tercera parte, por encima de librer¨ªas y escuelas. El mapa de librer¨ªas, otra de las demandas cr¨®nicas de la industria, es escaso y nada proporcional. Son poco m¨¢s 500 en un pa¨ªs de 130 millones y est¨¢n concentradas en las grandes ciudades: el 94% de los municipios mexicanos no tiene d¨®nde comparar libros.
Esta nueva batalla editorial llega en pleno proceso de una de las reformas m¨¢s ambiciosas de la pol¨ªtica cultural del Gobierno de L¨®pez Obrador. La fusi¨®n del Fondo de Cultura Econ¨®mica (FCE) ¨Ccon un cat¨¢logo de m¨¢s de 10.000 t¨ªtulos, 28 librer¨ªas en M¨¦xico y presencia EE UU, Espa?a y ocho pa¨ªses latinoamericanos¨C con otras dos instituciones editoriales mexicanas: Educal y la Direcci¨®n General de Publicaciones, dependiente de la secretar¨ªa de Cultura. De hecho, esa es la raz¨®n defendida por la Administraci¨®n mexicana, inmersa en un severo ajuste presupuestario en casi todos los ramos, para justificar la opci¨®n de la quita.
¡°Para poder llevar a cabo la fusi¨®n, es necesario deshacer Educal como empresa y eso no se puede hacer sin no se limpian antes los pasivos. La secretar¨ªa de Hacienda nos ofreci¨® una cantidad que equivale a poco m¨¢s del 80% de total de impagos acumulados durante los a?os anteriores a llegar nosotros. El plan es saldar la deuda con las editoriales con la quita del 20% y pagar los pendientes de este a?o en tiempo y forma. Solo una de las editoriales ha descartado el ofrecimiento¡±, resume Paco Ignacio Taibo, director general del FCE.
El que ha dicho no es el gigante Penguin Random House (PRH), cuarto grupo editorial del mundo y l¨ªder del mercado hispano. ¡°No estamos dispuestos a aceptar esta quita por unos libros vendidos y cobrados. Y mucho menos que se ponga como condici¨®n para el pago de otras deudas. Es como si se tratara de un impuesto revolucionario¡±, apunta el Roberto Banchik, director general del grupo para M¨¦xico y Centroam¨¦rica. De momento no consideran la v¨ªa legal pero ¡°habr¨¢ que ver c¨®mo evoluciona esto¡±.
Ambas partes est¨¢n abiertas a negociar. PRH plantea que se pague ahora una parte de la deuda -cifrada por el Gobierno en 5,7 millones de pesos- y el resto se refinancie a plazos. ¡°Que es lo que se ha hecho siempre con el gobierno federal en el pasado¡±, a?ade Banchik. Mientras tanto, van a cerrar el grifo de distribuci¨®n de Educal y, si el conflicto no se resuelve, escalar¨¢ tambi¨¦n al FCE. Desde la direcci¨®n de la mayor editorial p¨²blica en espa?ol consideran que es tiempo de apretarse el cintur¨®n y contribuir entre todos a pagar la deuda heredada de la Administraci¨®n anterior.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.