Cuentos desde la plantaci¨®n
Los relatos de los esclavos negros recopilados por Joel Chandler Harris abrieron un camino para escritores como Mark Twain o Rudyard Kipling
En este a?o en que la editorial P¨¢ginas de Espuma ha recibido el premio a la mejor labor cultural en el mundo de la edici¨®n espa?ola, la publicaci¨®n de los cuentos del T¨ªo Remus parece la afortunada guinda del pastel editorial con que Juan Casamayor, su director, ha decidido cerrar el a?o en curso. Porque la edici¨®n de este libro s¨®lo se le pasa por la cabeza a un editor verdaderamente vocacional y cultural, uno de esos editores que hicieron que a este oficio se le denominara, hace ya muchos a?os, ¡°un oficio de caballeros¡±, denominaci¨®n que se fue al garete cuando en 1957 entr¨® en Bolsa la primera editorial, en Estados Unidos, y todo cambi¨®.
La importancia de los cuentos del T¨ªo Remus es doble: de una parte, es un esfuerzo compilatorio de los relatos y leyendas de los esclavos negros del sur, historias que se contaban entre ellos y que no trascend¨ªan al ¨¢mbito blanco, por lo que su aparici¨®n en forma de libro (este libro) fue una sorpresa y una sensaci¨®n para los lectores de la ¨¦poca. Eran relatos hablados en una lengua mezcla de muchos dialectos que la hac¨ªan poco menos que ininteligible a la que el recopilador dio forma sin perder nada de su originalidad y singularidad. La existencia de un mundo imaginativo tan rico fue una sorpresa que aliment¨® la curiosidad de muchos lectores y hombres de letras americanos, pues, teniendo en cuenta la consideraci¨®n que el mundo negro ofrec¨ªa a los blancos, resultaba casi incre¨ªble semejante exhibici¨®n de ingenio.
El segundo aspecto es la importancia y duraci¨®n del impacto de estos textos en la literatura norteamericana. Hoy puede decirse que los cuentos son la madre de todos los relatos para el mundo infantil personificados por animales que nos ha ofrecido la literatura anglosajona. Las aventuras del Hermano Conejo y sus compa?eros no son las aventuras heroicas que tantas veces ha mostrado la literatura infantil, sino el relato de la victoria de los d¨¦biles sobre los fuertes por medio de su ingenio y de su astucia, lo cual casa muy bien con la situaci¨®n de debilidad y sometimiento en que los esclavos negros se encontraban. Todos los cuentos contados en grupo y para el grupo en todas las sociedades primitivas son cuentos ejemplares, cuentos estimulantes, cuentos de ¨¢nimo y confianza para proteger al grupo de los sinsabores de la vida.
Este tesoro se debe a un irland¨¦s rubicundo y t¨ªmido a m¨¢s no poder. Joel Chandler Harris, nacido en 1838 en el Estado de Georgia, era hijo de una inmigrante irlandesa que lleg¨® a Estados Unidos con su amante, el cual la abandon¨® dej¨¢ndola embarazada. Un hacendado de la zona sufrag¨® los estudios del chico, que pronto se decant¨® por el periodismo tras contestar al anuncio del due?o de una plantaci¨®n que necesitaba un aprendiz de imprenta para un peri¨®dico local, y el chico t¨ªmido y observador logr¨® integrarse en el mundo de los negros y as¨ª fue conociendo el riqu¨ªsimo folclore del que extraer¨ªa sus historias.
A medida que las fue publicando en diversos peri¨®dicos fue creciendo el inter¨¦s por los relatos, que adquirieron gran popularidad. Pero hay m¨¢s. Mark Twain ley¨® los cuentos y no s¨®lo qued¨® fascinado, sino que en ellos encontr¨® lo que andaba buscando: una novela que continuara de alg¨²n modo su gran ¨¦xito, Las aventuras de Tom Sawyer. El encuentro con ese mundo negro del Misisipi le permiti¨® concebir primero y crear despu¨¦s algo en lo que ven¨ªa trabajando sin acabar de ver el modo de resolverlo. La lectura de las historias recopiladas por Chandler Harris y el mundo que hall¨® en ellas le permitieron escribir una de las grandes obras de la literatura norteamericana de todos los tiempos: Huckleberry Finn.
La f¨®rmula utilizada por Harris para dar forma a sus relatos es la figura de un viejo esclavo negro que los cuenta a un ni?o blanco, hijo de los due?os de la plantaci¨®n, quien acude a su caba?a para escuchar las divertidas historias del p¨ªcaro Hermano Conejo. La literatura antropom¨®rfica protagonizada por animales cuenta desde entonces con una amplia tradici¨®n en el mundo contempor¨¢neo y no es de extra?ar que uno de los m¨¢ximos admiradores de Chandler Harris fuera Rudyard Kipling, autor del muy famoso Libro de la selva. En su momento hubo cierta controversia sobre el modo en que estos cuentos presentaban a los negros, pues se echaba de menos por algunos lectores cr¨ªticos una mayor incidencia en la dura realidad esclavista, pues se los sol¨ªa presentar bajo aspectos edulcorados, como en La caba?a del T¨ªo Tom. Nada de eso empa?a la maravillosa naturalidad literaria de los cuentos del T¨ªo Remus.
El traductor que ha llevado a cabo este esfuerzo admirable es Jaime de Ojeda, autor de la excelente traducci¨®n de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas editado en Alianza Editorial. Con buen criterio, ha decidido no complicar las cosas tratando de apelar a dialectos espa?oles para simular el original y ha preferido darle, simplemente, un aire rural al texto. El resultado es excelente, como no menos excelente es el pr¨®logo en el que cuenta al detalle el sentido y condici¨®n de estos cuentos y constituye una amena exposici¨®n de semejante tesoro, y a ¨¦l me atengo para esta rese?a.
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Autor: Joel Chandler Harris. Traducci¨®n: Jaime de Ojeda.
Editorial: P¨¢ginas de Espuma (2019).
Formato: tapa dura y versi¨®n Kindle (576 p¨¢ginas).
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