Pasi¨®n por el autobombo en TVE
La 1 volvi¨® a optar en Nochebuena, tras el discurso del Rey, por un programa con actuaciones de profesionales de la casa
Tuvo su gracia cuando, hace casi 30 a?os, Televisi¨®n Espa?ola decidi¨® que en la programaci¨®n de Nochebuena -las dos primeras ocasiones fue en Nochevieja- pod¨ªa ser divertido para los telespectadores ver a las estrellas y periodistas de la casa haciendo playbacks o intentando dar unos sencillos pasos de baile. Ten¨ªa su cosa ver a los Hermida, Mar¨ªa Teresa Campos, Constantino Romero o Julia Otero afanados en ello¡ pero esa f¨®rmula, que lleva con la de ayer 22 ediciones, hace a?os que dej¨® de tener su chiste. No es muy digestivo que en Nochebuena, despu¨¦s del discurso del Rey, cuando se agradece que a continuaci¨®n te atrape algo ¨¢gil y divertido, el recurso de la gran televisi¨®n p¨²blica nacional sea, otra vez, el Telepasi¨®n.
Este a?o, el protagonista ha sido Roberto Leal, para aprovechar el tir¨®n del presentador de Operaci¨®n Triunfo, que tambi¨¦n dar¨¢ las campanadas junto a Anne Igartiburu. El hombre le puso ganas en este Telepasi¨®n, titulado Una noche de tormenta, pero lo que se mov¨ªa a su alrededor invitaba m¨¢s a la melancol¨ªa. En vez del tradicional carrusel de n¨²meros, se opt¨® por envolverlos en una historia. A Roberto, camino de la casa familiar por Navidad, el mal tiempo le lleva a un extra?o hotel, regentado por una Miriam D¨ªaz-Aroca con acento de esp¨ªa de Top Secret, pero sin ninguna gracia, la verdad, y cantando con voz apagada. Fue el preludio de un aburrimiento de 55 minutos seguidos. Hasta tuve la esperanza de que hubiese un corte publicitario para beber m¨¢s agua, aunque fuera para promocionar MasterChef Junior.
Mientras en Telecinco Bert¨ªn Osborne recib¨ªa a un grupo de amigos en casa y las otras emisoras optaban por refritos enlatados, en La 1 vimos una melopea en forma de canciones de siempre: Bienvenidos, de Miguel R¨ªos; Chas! y aparezco a tu lado, de ?lex y Christina; Un a?o m¨¢s, de Mecano¡ interpretados por los periodistas del programa La Ma?ana, Anne Igartiburu... o Cuando brille el sol, de La Guardia, por el equipo meteorol¨®gico¡ Ni tan bien como para destacar alguna aptitud, ni tan torpemente para resultar divertidos. Ni fu ni fa.
La sobredosis de nostalgia vino con recuerdos a veteranos programas, Verano azul, El hombre y la Tierra o la aparici¨®n de Ana Obreg¨®n. Solo hubo un par de momentos para recordar, el Vivir as¨ª es morir de amor, de Camilo Sesto, con los actores de la serie Acacias, 38 ¨Cquiz¨¢s porque son profesionales de ello- y el recuerdo a figuras legendarias de la casa ya fallecidas. Pero fueron superados por dos sustos como para salir corriendo a la cocina con cualquier pretexto gastron¨®mico. La versi¨®n-destrozo que hicieron varios triunfitos de Enamorado de la moda juvenil, de Radio Futura, que convirtieron, como todo en ese programa, en un soniquete ?o?o, y el horror cum laude que supuso el n¨²mero con el brev¨ªsimo ministro de Cultura M¨¢ximo Huerta y Boris Izaguirre, haciendo del Y.M.C.A, de los Village People, el peor chiste de Los amantes pasajeros, que ya es decir. Y a cada poco, un nuevo mensaje de autopromoci¨®n, como el del elenco de A partir de hoy cantando ¡°Esto es Telepasi¨®n. Esta es nuestra canci¨®n¡±. ?De verdad La 1 no puede ofrecer algo m¨¢s entretenido y original? Qu¨¦ empacho de autobombo.
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