¡°El marco de esta ¨¦poca es la pared¡±
Chema Garc¨ªa defiende la importancia de que las molduras respeten el esp¨ªritu de las obras
El estudio de Chema Garc¨ªa L¨®pez (Valladolid, 69 a?os), acaso el m¨¢s importante enmarcador de la historia reciente del arte, est¨¢ lleno de guitarras. En los a?os setenta se gan¨® la vida tocando bossa nova en los parques de Londres, hasta que estudi¨® all¨ª Bellas Artes y toc¨® en la puerta de Paul Levi, con quien aprendi¨® el oficio de darle a los cuadros lo que estos merecen. Manuela Mena, hasta hace poco jefa de Conservaci¨®n de Pintura del Siglo XX y Goya, con la que colabor¨®, afirm¨® que es un genio (¡°ver¨¢s qu¨¦ tipo tan todo¡±) cuando se le pidi¨® que se?alara un enmarcador indiscutible.
En el mundo, Chema es una leyenda cuyo s¨®tano de Madrid est¨¢ lleno de marcos pendientes del destino que merecen. ¡°A lo mejor el oficio es una tapadera para tocar la guitarra¡±. Ahora cultiva una obsesi¨®n que le ¡°tiene loco¡±, hacer ¡°joyitas¡± para la modista Basald¨²a, ¡°que coloca estos adornos en sus trajes de novia¡±. Gargantillas para la moda femenina se alternan en esta mesa con lo que esperan, en los museos o en las casas, obras de Goya o de El Greco. ¡°Ahora que se ha parado el grifo de las instituciones, por el gobierno o el desgobierno, que te hagan caso las chicas que van a casarse me parece alucinante¡±.
El marco es un cuadro vac¨ªo, la pared misma. Cuando ya se llena de arte, ¡°lo que el cuadro le dice al marco es que este lo deje aparecer. Incluso en la ¨¦poca del Renacimiento italiano hubo un dise?o de marcos para que la vista se fuera al centro del retrato. El marco no se tiene que notar, si se nota es malo. Y lo que el marco le dice al cuadro es lo mismo, que lo respete. Un maestro me dec¨ªa: ¡®No quieras imitar o competir con los colores que hay dentro del cuadro¡±. Es una conversaci¨®n que no se interrumpe ni se entromete: se prolonga. ¡°Por eso hay que tener cuidado con el dorado, con la luz que te ciega y crea unas luces indeseables. Por eso es tan importante matizar, matar el oro¡±.
El marco ha de ser fiel a la ¨¦poca de la que viene el cuadro. Si mezclas ¨¦pocas distintas, el cuadro sufre, o muere. ?l ha resucitado cuadros. Por ejemplo, ¡°la marquesa de Montehermoso, para la gran exposici¨®n de Goya en el Prado. Ten¨ªa un marco franc¨¦s que lo agobiaba. Representaba a una ni?a de 11 a?os con unas florecitas, un vestidito blanco. El marco que le puse ten¨ªa unas bandas encajadas como juncos, muy simple, de la ¨¦poca pero muy delicado, como la ni?a. Es el cuadro el que te reclama el marco, y yo atend¨ª ese grito del cuadro¡±. Si le pones a los dramas de El Greco un marco dulce matas el cuadro y matas a El Greco. A veces viaja por el Prado a ver la tabla central de El carro de heno, La crucifixi¨®n, El vino de la fiesta de San Mart¨ªn¡ Los pintaron El Bosco, Bruegel el Viejo, Juan de Flandes¡, pero ¨¦l les puso los marcos, ¨¦l es ¡°la compa?¨ªa de los grandes maestros¡±.
Un cr¨ªtico de arte dijo una vez a Vargas Llosa que su especialidad era fijarse en los marcos. ¡°Se fijan cuando son malos. Si no, los marcos pasan desapercibidos¡±. ?Cu¨¢l ser¨ªa el marco de los cuadros de hoy? ¡°El marco de hoy suele ser la pared. A no ser que necesiten protecci¨®n, la pared es tambi¨¦n un buen marco¡±.
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