Nueva York busca a Peter Beard, el fot¨®grafo de la selva
El artista que se hizo famoso por sus retratos de animales en ?frica, lleva dos semanas desaparecido
Desde hace dos semanas no se sabe nada del intr¨¦pido fot¨®grafo y escritor Peter Beard, de 82 a?os. Su esposa, Nejma Beard, lo vio por ¨²ltima vez el 31 de marzo dando un paseo a media tarde en los alrededores de su mansi¨®n ubicada sobre los acantilados en Long Island, Nueva York. El hombre salvaje, obsesionado con retratar elefantes, medioambientalista y vividor, ahora, despu¨¦s de una vida de aventuras, padece problemas card¨ªacos y demencia. Los detectives del Departamento de Polic¨ªa de East Hampton han utilizado drones, un helic¨®ptero y perros para intentar encontrarlo, pero no han tenido ¨¦xito. Un portavoz de la familia comparti¨® el pasado domingo un comunicado en la cuenta de Instagram del artista: ¡°La familia est¨¢ devastada por la desaparici¨®n de Peter. Mientras contin¨²an esperando y rezando por su seguridad, se les ha informado de que cada d¨ªa que pasa oscurece la posibilidad de su regreso seguro¡±.
Beard viaj¨® por primera vez a ?frica cuando ten¨ªa 17 a?os, a mediados de los cincuenta, acompa?ado del bisnieto de Charles Darwin. No pasaron m¨¢s de seis a?os hasta que se compr¨® una granja en las colinas Ngong, en Kenia, que entonces ten¨ªa cerca de ocho millones de habitantes (hoy son m¨¢s de 50). Mont¨® un campamento pegado al de Karen Dinesen von Blixen, la autora danesa de Memorias de ?frica, con quien entabl¨® una amistad inmortalizada en sus fotograf¨ªas. Beard se ha dedicado a fotografiar la naturaleza en su m¨¢xima expresi¨®n, as¨ª como su destrucci¨®n. Tambi¨¦n ha trabajado con las modelos m¨¢s cotizadas del mundo, a las que sol¨ªa llevar a ambientes salvajes para retratarlas. Los collages con recortes son parte de su sello de identidad art¨ªstica. Una de sus obras m¨¢s famosas es el fotolibro Fin del juego: La ¨²ltima palabra desde el para¨ªso (1965), lleno de im¨¢genes de elefantes vivos y muertos, cocodrilos y jirafas, que registr¨® con su c¨¢mara mientras trabajaba en el parque nacional Tsavo East. El libro plantea la destrucci¨®n de la especie humana a medida que avanza la del territorio.
¡°Los hombres somos como los elefantes. Tan prol¨ªficos, tantos, tan superpoblado el territorio, que somos capaces de acabar con ¨¦l, de engullirlo y engullirnos¡±, dijo Beard en una entrevista a este peri¨®dico en 2008. Fue precisamente un elefante el que casi lo mata. Despu¨¦s de una sesi¨®n de fotos en 1996, en la cima de una colina en la frontera entre Kenia y Tanzania, una manada corri¨® hasta donde estaban ¨¦l y su equipo. Salieron corriendo, pero un elefante lo abati¨®. ¡°Estaba completamente ciego. Mi nervio ¨®ptico se removi¨®. No pod¨ªa ver ni una maldita cosa. Ten¨ªa un gran agujero en mi pierna y mi cadera se rompi¨® en siete u ocho¡±, relat¨® en una entrevista que le hizo su amigo, el actor Alec Baldwin, para un podcast en 2012. A¨²n le quedan en el cuerpo siete clavos de titanio y 28 tornillos, pero pasaron varias d¨¦cadas antes de que decidiera abandonar ?frica del todo. El miedo nunca ha sido buen compa?ero de Beard. La imagen Escribir¨¦ donde pueda, en la que aparece con medio cuerpo dentro de la boca de un cocodrilo, y el torso fuera, apoyado en la tierra, mientras toma notas en un diario ¡ªun material distintivo de su obra¡ª, retrata su osado esp¨ªritu.
La familia ha pedido privacidad mientras se sigue llevando a cabo la investigaci¨®n sobre el paradero de uno de los fot¨®grafos m¨¢s famosos de Estados Unidos. Beard vive con su tercera esposa, Nejma, con la que se cas¨® en 1986 en Kenia, donde se conocieron. Juntos tuvieron a Zara Beard, quien hace menos de dos meses fue madre por primera vez de una ni?a. ¡°Es un momento en el que debemos quedarnos en casa por el bien de todos los que nos rodean, pero mi padre est¨¢ en alguna parte, desaparecido¡±, public¨® en su cuenta de Instagram el 3 de abril. ¡°Me temo que a medida que pasa cada minuto, tambi¨¦n lo hace la esperanza de que pueda sobrevivir¡±, agreg¨® en un mensaje en el que hac¨ªa un llamamiento para ayudar a buscarlo, respetando las medidas de distanciamiento adoptadas por la pandemia del coronavirus.
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