Michael Ondaatje: ¡°Este es un momento de la historia tan extra?o que no s¨¦ a d¨®nde va a llevarnos¡±
Desde una obra marcada por el dolor, la soledad o el confinamiento, el escritor canadiense propone una mirada que trascienda fronteras para superar esta crisis
Michael Ondaatje, narrador, poeta, editor, naci¨® en 1943 en lo que es hoy Sri Lanka. De adolescente fue puesto, solitario, en cierto sentido confinado, en un barco en el que vivi¨® experiencias que le sirvieron para su novela El viaje de Mina. Vivi¨® a?os en Inglaterra y desde 1963 reside en Toronto (Canad¨¢). De un modo u otro, todos sus libros, tambi¨¦n los de poes¨ªa, tienen que ver con la soledad o el confinamiento, y tambi¨¦n con la enfermedad, el dolor y la herida. El m¨¢s famoso de todos ellos, El paciente ingl¨¦s (Alfaguara), es el pico de esas met¨¢foras. En tiempos en los que la esencia de lo que ocurre remite al sufrimiento y a la necesidad del otro es pertinente tambi¨¦n citar su libro Luz de guerra (Alfaguara), donde la sombra de la posguerra mundial marca la vida de unos adolescentes. De esa relaci¨®n de su obra con este momento hablamos con Ondaatje, que nos atendi¨® desde su casa en Toronto.
Pregunta. En Luz de guerra escribe algo que servir¨ªa para la vida actual: ¡°Si una herida es profunda nadie puede convertirla en algo que se dice o que se escribe¡±. La herida es muy dif¨ªcil de contar. Quiz¨¢ escritores como usted escriben para curar heridas¡
Respuesta. S¨ª, creo que es verdad. En todos mis libros hay un intento de curar. Incluso en El paciente ingl¨¦s, aunque termina con la muerte, hay un intento de unir a este grupo de personas desesperadas. La guerra los convierte en una familia. Es una especie de curaci¨®n. Luz de guerra, sin duda, es un libro que empieza con un rechazo de unos chicos abandonados por sus padres, pero precisamente porque son abandonados aprenden m¨¢s sobre ellos mismos. No soy consciente de que estoy escribiendo sobre un proceso de curaci¨®n, pero lo que s¨ª es cierto es que en todo lo que escribo se produce ese proceso en que la ruptura y la desesperaci¨®n se van curando.
P. En algunos de sus libros expresa miedos que pueden ser marcas de su infancia. Usted cita a John Berger diciendo que una historia nunca se contar¨¢ como si fuera la ¨²nica. As¨ª que las met¨¢foras de los escritores nos sirven a todos, todos vivimos las historias que ellos nos cuentan. En este sentido, ?c¨®mo le marca a usted este mundo paranoico que sufrimos ahora?
Esa es al menos una cosa positiva de lo que est¨¢ pasando: todos reconocen que es algo terrible y que todo el mundo tiene miedo
R. Es algo muy extra?o lo que vivimos. Vemos el mundo como personas o como escritores tratando de conocer solo un aspecto de la sociedad. Como dice Toni Morrison, ¡°la historia de Estados Unidos es irrelevante sin las personas negras¡±. Antes te ve¨ªas obligado a reconocer solo a la gente adinerada y que se halla segura en una ciudad como Nueva York, y de pronto somos muy conscientes de todos los aspectos de la sociedad, de los pobres, de los ricos, de los m¨¦dicos que trabajan, de los enfermos que sufren. Lo que es com¨²n a la gente que hay en India, en Sri Lanka, en Espa?a o en cualquier pa¨ªs es que todos somos conscientes del mundo que nos rodea y que es el mundo entero el que padece la pesadilla. Esa es al menos una cosa positiva de lo que est¨¢ pasando: todos reconocen que es algo terrible y que todo el mundo tiene miedo. Tengo familia en Sri Lanka, en Estados Unidos, en Canad¨¢¡ Y en todas partes es una ¨¦poca muy dif¨ªcil y aterradora. Los estadounidenses no est¨¢n siendo solo estadounidenses, los ingleses tampoco est¨¢n siendo solo ingleses: de repente se dan cuenta de que el sitio en el que viven empieza a ser realmente otro pa¨ªs.
P. ?Hubiera salido algo as¨ª de su imaginaci¨®n o ahora como tema ser¨ªa demasiado tremendo?
R. No tengo ni idea. He escrito sobre otras ¨¦pocas, y no creo que ninguna novela sea realmente hist¨®rica, aunque todas las novelas son hist¨®ricas en cierta manera. Un libro ambientado en 1945 o un libro ambientado en 2020 se crea en la mente de una persona, haya nacido en Sri Lanka o en Letonia. Tenemos nuestros propios miedos, nuestras propias perspectivas, nuestras propias preocupaciones y nuestras propias infancias. Todas esas cosas nos afectan. Empiezas una novela y no sabes a d¨®nde vas a ir. Es como la actualidad: no sabes qu¨¦ va a pasar. No creo que escriba algo como esto que ahora sucede. En cierta manera parece que el mundo real es m¨¢s importante que el mundo literario.
En cierta manera parece que el mundo real es m¨¢s importante que el mundo literario
P. En algunos libros usted dice que el objetivo principal de la guerra es la propia guerra. L¨ªderes mundiales dicen que este es el peor conflicto desde la Segunda Guerra Mundial. ?En su vida personal ha vivido una situaci¨®n como esta?
R. Nadie puede comparar las guerras. Piense lo que pas¨® tambi¨¦n en Vietnam, en otras guerras¡ Ten¨ªas la sensaci¨®n de que pod¨ªas decir esto o lo otro, pod¨ªas evitar algunas cosas, ten¨ªas una cierta influencia en lo que pod¨ªa pasar. Pero esto es como una terrible pesadilla. Te afecta, pero no sabes c¨®mo te afecta. Estoy de acuerdo: es mucho peor que la guerra. Se parece a guerra habidas en ciertos pa¨ªses europeos, donde se produjo la tragedia de la destrucci¨®n. Pero lo que pasa ahora se parece m¨¢s a una nueva historia.
P. Dice su personaje Caravaggio en El paciente ingl¨¦s: ¡°Somos lo que no deber¨ªamos ser¡±. Podr¨ªa servir para resumir la pesadilla de la que usted habla¡
R. S¨ª, es muy cierto. Pero me temo que no lo puedo resumir. Es algo muy nuevo para todos nosotros. Adem¨¢s, diga lo que diga, ser¨¢ lo mismo que lo que dir¨ªa alguien en Sri Landa, en India o en M¨¦xico. Imposible decirlo en unas frases. Este es un momento de la historia tan extra?o y tan nuevo que no s¨¦ a d¨®nde va a llevarnos. Sobre las pesadillas no tenemos control¡
Un ni?o solo en un barco
De su viaje de Sri Lanka a Inglaterra, solo, en un barco, Ondaatje solo recuerda que jug¨® al ping pong. Sin embargo, de esa experiencia de claustrofobia y descubrimiento naci¨® 'El viaje de Mina' (Alfaguara, 2012), en el que la melancol¨ªa avanza su car¨¢cter de transe¨²nte del mundo y de poeta. Aquel viaje, dice, empez¨® siendo un vac¨ªo que paulatinamente se fue poblando de personas. A ese muchacho vuelve siempre, y acaso ha sido, en su vida de padre, el que le ha movido a escribir este verso en el que promete mapas: ¡°No s¨¦ c¨®mo terminaremos,/ ni d¨®nde./ Aunque s¨¦ una historia sobre mapas, para ti¡±.
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